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Pedro Guerrero de Bolaños

Biografía

Guerrero de Bolaños, Pedro. Extremadura, c. 1650 – Madrid, c. 1710. Consejero de la Inquisición.

Una vez concluidos sus estudios y ya graduado de bachiller y licenciado, fue nombrado promotor fiscal del Santo Oficio de la Inquisición del reino de Mallorca, despachándosele su título en Madrid (el 6 de octubre de 1684) y la real cédula tocante a su salario le fue librada en la misma villa y Corte pocos días después (9 de octubre de 1684). Al cabo de dos años fue promovido a plaza de inquisidor apostólico en el mismo tribunal, reteniendo interinamente la fiscalía hasta que se proveyera en propiedad, y se le expidió el título correspondiente (el 2 de agosto de 1686) y la real cédula de salario (23 de agosto de 1686).

Desde Mallorca presentó ante el inquisidor general la falta de salud que padecía con el clima de la ciudad en que residía el tribunal e instaba para que se le promoviera a otra Inquisición de los reinos de España y, accediendo a estas súplicas suyas, fue promovido a una plaza de inquisidor apostólico del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba sirviendo “juntamente la fiscalía hasta que tome la posesión el que fuere nombrado en ella” y se le dio el aviso de estilo desde Madrid (6 de junio de 1692). Años más tarde fue promovido a una plaza de inquisidor apostólico del Santo Oficio de la Inquisición del reino de Aragón (1700) y mientras servía este oficio sus colegas, los inquisidores Agustín de Arbisa y Nasarre y Juan José de Tejada y Guardia, le movieron un proceso criminal por su conducta y modo de proceder, durante cuyo curso fue suspendido temporalmente y alejado de la ciudad de Zaragoza, pero volvió al despacho de su plaza y allí se ocuparía en informar al inquisidor general (20 de octubre de 1705) “sobre las costumbres y modo de portarse” de sus colegas y ministros dependientes del tribunal, encargándosele por el citado inquisidor (7 de noviembre de 1705) “que apliqueis todas las fuerzas de vro. cuidado y vijilancia al fin de que los dependientes de esa Inquisicion se porten como buenos servidores del Rey nro. Sr. (que Ds. Gde.) dando en todas ocasiones el buen exemplo de fidelidad a que estan obligados y descubriendose alguno que no lo parezca o de muestras de menos afecto al Rl. servicio acudireis al remedio con pronta providencia y me lo participareis luego”.

Su fidelidad a Felipe V, que ya le había merecido las gracias del Monarca (28 de noviembre de 1705), le conducirían a la villa y Corte, porque, a propuesta del inquisidor general (25 de marzo de 1708), se le hizo merced de una plaza de consejero en el Consejo de la Suprema y General Inquisición (15 de abril de 1708) y al día siguiente el obispo de Ceuta le dirigía la nota de estilo “para que disponga su viage sin dilacion alguna por la falta de Ministros con que se halla el Consejo”, despachándosele su título al cabo de unas semanas (14 de mayo de 1708), lo que hizo prestamente, si bien, a finales de ese mismo año, se hallaba fuera de la Corte para restablecer su salud y el inquisidor general le escribía (11 de enero de 1709) diciéndole que: “La escasez de Ministros con que se halla el Consejo y los muchos y graves negozios que en el ocurren son motivos para decir a VS que luego que su salud se lo permita disponga su viage y se restituia a esta Corte”, pero debió morir al poco tiempo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Inquisición, lib. 400, fols. 10r.-11r., 84r.-84v., 88r.; lib. 401, fol. 40v.; lib. 413, fols. 105r.-105v., 122r.-123r., 237r.; lib. 414, fols. 60v.-61r., 68v.-69r.; leg. 1806, exp. 18; leg. 2335, exp. 2, 3, 4 y 5; leg. 2335, exp. 1 y 2; leg. 2336, exp. 2, 3 y 4; leg. 3397, exp. 1.

R. Gómez-Rivero, “Consejeros de la Suprema de Felipe V”, en Revista de la Inquisición, 4 (1995), pág. 147.

 

Javier Barrientos Grandon