Ballester Villaseca, Antoni. Tonico. Valencia, 18.VIII.1910 – Alella (Barcelona), 8.III.2000. Escultor.
Tonico Ballester es miembro de una familia de artistas, hijo del también escultor Antonio Ballester Aparicio; sus hermanas fueron: Manuela Ballester, pintora, ilustradora y esposa de Josep Renau; y las ilustradoras Josefina y Rosa Ballester, esposa esta última del pintor Ángel Gaos. Su hijo es Jordi Ballester, fundador del Equipo Realidad.
Realizó sus primeros estudios en la Escuela de San Carlos de su ciudad natal, entre 1922 y 1927. Compaginó estos estudios académicos con prácticas en varios talleres artesanales locales, entre ellos, el de su padre. Sus primeras esculturas se enmarcan dentro del estilo Art Déco, destacando obras como: Relieve con figuras (1929), Relieve con bodegón (1930) y Signo en cantos rodados (1930), obra esta última donde se adivinan influencias de artistas como Arp o Alberto Sánchez. Durante un momento de su producción se interesó por la cerámica y realizó, en colaboración con Alfonso Blat, varias piezas como: Monjitas (1928), Toritos y montaña (1931-1932) y Osito (1932). En 1930 realizó un Monumento de los españoles a la independencia del Uruguay en Paysandú (Uruguay). Un año más tarde expuso en la colectiva de la Agrupació Valencianista Republicana. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas Proletarios (UEAP), abandonó sus planteamientos vanguardistas iniciales para centrarse en el realismo social. En 1933 obtuvo la plaza de profesor de Dibujo en el Instituto Blasco Ibáñez de Valencia. En 1936 recibió el Premio Nacional de Escultura por una lápida a Lope de Vega. En la Guerra Civil colaboró con la Sección de Propaganda de la Delegación de las Milicias Antifascistas elaborando carteles en defensa del Gobierno republicano en cuyo bando luchó. Fue miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura y una de sus obras estuvo expuesta en el pabellón de la Exposición de París de 1937, junto al Guernica. Finalizada la guerra estuvo preso hasta 1941.
En 1946 emigró a México, donde se reunió con su hermana y Renau. Allí trabó relación con los exiliados, como el arquitecto alicantino Félix Candela, con quien colaboró en la ornamentación del templo de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Su prestigio como escultor de imágenes religiosas fue creciendo, lo que le proporcionó múltiples encargos.
En 1960 se instaló en Los Ángeles (California), donde realizó diversos trabajos escultóricos. Por mediación del poeta catalán Josep Carner, entró en contacto con el mundo del cine en los estudios de Hollywood y retrató en cera a algunas estrellas del momento. Tres años después regresó a España, instalándose en Alella (Barcelona), donde prosiguió con algunos encargos que habían sido recibidos en su etapa pasada en California.
Estas influencias se pudieron observar el pasado en la exposición que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) dedicó a Tonico Ballester, comisariada por Juan Manuel Bonet, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y Joan Ramón Escrivà. El escultor ya no pudo asistir a la presentación de la misma. Su hijo, Jordi Ballester, conocido pintor integrante del Equipo Realidad que intentó romper con la imagen romántica del autor, no pudo evitar emocionarse al referirse a la satisfacción de su padre al inaugurarse una exposición con sesenta y seis obras en un museo valenciano consolidado y de proyección internacional. La anterior retrospectiva fue organizada por Vicente Aguilera Cerni.
Obras de ~: Monjitas, 1928; Relieve con figuras, 1929; Relieve con bodegón, 1930; Signo en cantos rodados, 1930; Monumento de los españoles a la independencia del Uruguay, 1930; Toritos y montaña, 1931-1932; Osito, 1932; La familia, 1960.
Bibl.: V. Aguilera Cerni, “Prólogo”, en Tonico Ballester: 60 años de esculturas y dibujos: Exposición, Valencia, Ayuntamiento de Valencia, 1986; V. Aguilera Cerni, “Tonico Ballester, el arte de la síntesis”, en La ciutat de València, n.º 57, (Valencia, 1986), pág. 13.
Asís Lazcano Nebreda
