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Beato José Gutiérrez Arranz

Biografía

Gutiérrez Arranz, José. Zuzones (Burgos), 14.IV.1883 – Las “Emes” de Belinchón (Cuenca), 27.VII.1936. Religioso Agustino (OSA), sacerdote, mártir, beato.

Hijo de Sergio y Saturnina, buenos y sencillos cristianos muy queridos en el pueblo, lo bautizaron al día siguiente de nacer. Sintiendo desde muy joven vocación al sacerdocio, ingresó en el Seminario del Burgode Osma (Soria). Sintió luego vocación religiosa y pidió la admisión en el noviciado que la Orden de San Agustín tenía en Valladolid. Allí vistió el hábito agustino en 1902, estudió humanidades y filosofía, y emitió la profesión solemne. En el convento de Santa María de La Vid (Burgos) estudió de teología y recibió las distintas órdenes hasta llegar al presbiterado.

De carácter humilde y bondadoso, lo destinaron a la formación de los jóvenes de la Escuela Apostólica instalada en el mismo convento de La Vid. Pasó más tarde a las escuelas del “Ave María” de Granada, dirigidas por Andrés Manjón, para aprender su método pedagógico. Fue luego al Colegio Cántabro de Santander, donde estuvo hasta 1929, fecha en que fue nombrado vicerrector y maestro de profesos en el monasterio de La Vid. En el Capítulo de 1933 fue nombrado superior del Seminario de Uclés. En este lugar, desempeñando muy bien su cargo, le sorprendieron los graves acontecimientos sucedidos a partir del 18 de julio de 1936. Con dignidad religiosa supo hacer frente a ellos, preocupándose en todo momento de sus súbditos.

Avisado el día 24 de julio por el alcalde de la localidad para que desalojaran el monasterio, después de aconsejarse con la comunidad, aceptó la propuesta.

También admitió con agrado la buena acogida de los religiosos por parte de la gran mayoría de las familias de Uclés. Poco después, el 27 por la tarde, fue detenido, sin ofrecer resistencia, junto con los padres José Aurelio Calleja, Enrique Serra y Antolín Astorga, varios estudiantes, el párroco del pueblo, Vicente Toledano, y algunos seglares. Más cuidadoso de sus súbditos que de sí mismo, suplicó a los milicianos que dejasen libres, al menos, a los más jóvenes.

Su ruego fue atendido, pero el padre José y los arriba indicados, bien entrada la noche, fueron sacados del pueblo y puestos camino de Tarancón. Pasada esta localidad y antes de llegar a Belinchón, en el lugar denominado las “Emes” por las curvas de la carretera, fueron asesinados. Todavía quedó el padre José con vida hasta primeras horas de la mañana. Un vendedor que pasaba por el lugar oyó la voz que pedía agua, dio la noticia y otro asesino disparó su escopeta en la boca del padre José, que al cuello llevaba colgada la llave del sagrario del monasterio. Contaba cincuenta y tres años de edad.

Con el padre José fue asesinado en Belichón el padre José Aurelio Calleja del Hierro (OSA) —Melgar de Fernamental (Burgos), 15.X.1901 – Belinchón (Cuenca), 27.VII.1936—, de treinta y cuatro años.

Ordenado sacerdote en 1927, su único destino fue Uclés, donde era profesor. También Uclés había sido el único destino del religioso Enrique Bernardino Francisco Serra Chorro —Alcira (Valencia), 8.XI.1899 – Belinchón (Cuenca), 27.VII.1936—, asesinado a los treinta y seis años. El padre Antolín Astorga Díez —Aguilar de Campoo (Palencia), 16.II.1906 – Belinchón (Cuenca), 27.VII.1936—, que solamente tenía treinta años, había estado, como primer destino, en Uclés, pasando luego a Ceuta y Cádiz, donde experimentó la quema de objetos sagrados, y retornando a Uclés para ser asesinado en Belinchón, igual que sus compañeros.

Con los religiosos agustinos murió en la misma fecha y lugar el párroco de Uclés, Vicente Toledano Valenciano, sacerdote diocesano —Saceda Trasierra (Cuenca), 28.X.1900 – Belinchón (Cuenca), 28.VII.1936—, de treinta y cinco años.

Anteriormente había sido párroco de Peñalén, Reillo y La Cierva.

Otro grupo de religiosos agustinos (OSA) del monasterio de Uclés fueron asesinados en la carretera Madrid-Valencia al día siguiente, el 28 de julio de 1936. Son: Pedro Alonso Fernández, Faramontanos de Tábara (Zamora) —1.VIII.1888 – km 9 de la carretera Madrid-Valencia, 28.VII.1936—, había tomado el hábito a los dieciséis años en el convento de Valladolid, y allí emitió los votos simples. Pasó al monasterio de Santa María de La Vid donde estudió teología y profesó solemnemente. Su primer destino fue la Escuela Apostólica de Santander, trasladada a Valencia de Juan (León), donde se desplaza también él.

Permaneció allí hasta 1922, en que fue destinado de profesor al Colegio de Llanes (Asturias). Lo enviaron luego a la nueva Escuela Apostólica de Uclés, donde permaneció el resto de su vida, ayudando también en la parroquia del pueblo. Estaba encargado de los aspirantes al noviciado, a los que quería y trataba de formar lo mejor posible. Era amable y serio, excelente profesor y muy querido por todos. Era también muy apreciado por su amabilidad y comprensión, por su delicadeza de espíritu, trato delicado y piadoso, siempre dispuesto a acudir donde fuera necesario.

Cuando los religiosos abandonaron el monasterio, se libró de las primeras detenciones en el atardecer del día 27, pero, por consejo del alcalde y del secretario, abandonó el pueblo. Aun teniendo un salvoconducto formalizado por estas autoridades locales, fue reconocido como religioso en el tren que le conducía a Madrid y lo detuvieron con sus hermanos de hábitolos padres: Lorenzo Arribas Palacio, Primitivo Sandín Miñambres y Froilán Lanero Villadangos. Sin mediar proceso alguno, solamente por su condición de sacerdote y religioso, fue asesinado el 28 de agosto, a los cuarenta y siete años.

Lorenzo Arribas Palacio —Arconada de Bureba (Burgos), 10.VIII.1880 – km 9 de la carretera Madrid-Valencia, 28.VII.1936—, de cincuenta y cinco años, había profesado en Valladolid y estuvo en Filipinas. Luego residió en Salamanca, Barcelona, Ceuta y Uclés, donde era profesor y ecónomo.

Primitivo Sandín Miñambres —Santibáñez de Tera (Zamora), 25.I.1893 – km 9 de la carretera Madrid- Valencia, 28.VII.1936—, de cuarenta y tres años, también había profesado en Valladolid y había estado en Caudete, Valencia de Don Juan (León) y, por fin, en Uclés.

Para el joven agustino Froilán Lanero Villadangos —Villadangos (León), 3.X.1910 – km 9 de la carretera Madrid-Valencia, 28.VII.1936—, de veinticinco años, también profeso en Valladolid, su único destino había sido la Escuela Apostólica de Uclés.

Otros dos religiosos agustinos (OSA) de Uclés fueron asesinados: Jacinto Martínez Ayuela —Celadilla del Río (Palencia), 3.VII.1882 – Cuenca, 21.IX.1936—, de cincuenta y cuatro años, y Nicolás de Mier Francisco —Redondo (Palencia), 4.XII.1903 – Cuenca, 21.IX.1936—, de treinta y dos años. Los dos habían profesado en Valladolid. El primero dirigió varios colegios de la Orden, era comisario de la viceprovincia de Brasil y había venido a España para el Capítulo Provincial. Pasaba unos días en Uclés cuando fue asesinado Para el padre Nicolás, sus únicos destinos fueron Ceuta y Uclés. Cerrado el convento el 24 de julio de 1936, después de que el padre Nicolás con grave riesgo se dirigiera a la parroquia para consumir el Santísimo porque el párroco había sido asesinado el día anterior, se dirigieron a Cuenca. Pero fueron apresados en el tren y llevados a la cárcel de la ciudad. Allí estuvieron, rezando y conversando con los detenidos, hasta el que el 21 de septiembre los fusilaron junto al cementerio.

Todos estos religiosos agustinos fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: S. Cirac Espopañán, Martirologio de Cuenca, Barcelona, 1947; E. Bardón, “Mártires Agustinos de España. Beatificación de nuestros mártires en Roma, 28 de octubre de 2007”, en Participación. Boletín Informativo, 136 (septiembre, 2007), págs. 1-9; M. González Velasco, “98 mártires Agustinos”, L.E.A. La Escuela Agustiniana, 87 (abril-junio, 2007); P. Bellini, I martiri Agostiniani del secolo xx in Spagna, Roma, Provincia Agostiniana d’Italia, 2007; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 206-210; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Confer, 28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, Vosotros sois la luz del mundo, Folletos Con Él. Testimonio y Testigos, n.º 282 (octubre, 2007); E. I. Bardón, “Rugió la tormenta, pasó el vendaval”, en La Ciudad de Dios, Real Monasterio de El Escorial, vol. CCXX, n.º 3 (septiembre-diciembre, 2007), págs. 647- 675; T. Viñas Román, “La Ciudad de Dios y sus mártires”, en La Ciudad de Dios, Real Monasterio de El Escorial, vol. CCXX, n.º 3 (septiembre-diciembre, 2007), págs. 547-590.

 

María Encarnación González Rodríguez

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