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Ricardo León Román

Biografía

León Román, Ricardo. Barcelona, 15.X.1877 – Torrelodones (Madrid), 6.XII.1943. Escritor.

Fue Ricardo Francisco León Román Jaramago Guraya (barcelonés de nacimiento pero malagueño de adopción y convicción) el escritor español más leído en la segunda década del siglo xx y uno de los autores más editados en vida. Su trayectoria literaria está dividida en dos claras etapas. El primero de estos tramos corresponde al del oscuro y misterioso escritor provinciano que acabará obteniendo celebridad; arranca con las primeras poesías de 1897 en La Unión Mercantil malagueña, y llegaría hasta bien entrado el año de 1910. Puesto de largo en el rico parnasillo malacitano de finales del siglo xix gracias a la publicación del poema extenso Las Quimeras de la vida. Fantasía Oriental (1898), Ricardo León abrazó, como la mayoría de sus coterráneos, la causa del “Arte Nuevo” modernista. Frutos de ello resultan sus colaboraciones en la revista Málaga Moderna (1901-1902) y el poemario La lira de bronce (1901). La lira de bronce, que llegaba un poco tarde al mundillo modernista, tuvo escaso eco; sin embargo, caló hondo entre determinados sectores republicanos y radicales, como no podía ser de otra manera, dado el talante ideológico de las composiciones y del juvenil León. Sin saborear gran éxito, en el otoño de 1901 Ricardo León fue trasladado a la sucursal del Banco de España de Santander.

En la capital montañesa, siguiendo la lógica republicana de sus textos, se enroló en la redacción de El Cantábrico, donde Ricardo León escribió más de un centenar de artículos y donde acabó ganándose a un público enfrentado a los seguidores de Pereda.

Y es que la labor de León en aquellos años no distó apenas de la desarrollada por cualquier otro intelectual radical del momento; mostrando un rico horizonte de lecturas —y de expectativas— común a los jóvenes modernistas, por las manos de León pasaron los principales libros de Martínez Ruiz, Baroja o Juan Ramón Jiménez. Una singular lucidez manifiesta Ricardo León en la gran mayoría de estos artículos y crónicas, por lo demás plagados de una serie de confesiones de intelectual en nada misoneísta que por sí mismas explicarían buena parte de la génesis de los libros posteriores de Ricardo León y de su actitud vital e ideológica. Profético, anunciaba León en 1904 que “los herejes de hoy, los excomulgados de hoy, serán los santos de mañana”. De vuelta a Málaga en la primavera de 1906, Ricardo León ultimó la novela que recoge de alguna manera su periplo vital santanderino; titulada en un principio El alma de las ruinas, Casta de hidalgos (1908) es una novela decididamente modernista construida a partir de las novelas La voluntad, Cariños y Peñas arriba, señaladamente. Escrita en gran medida en una prosa musical modernista, este libro-símbolo de Santillana la muerta contentó a todos, sin distinción de ideologías ni estética. De este sustrato de modernismo castizo, amable y sentimental germinará Comedia sentimental (1909), tributo del galante intelectual a los gustos de bibelot de la burguesía malacitana. Antes de ser trasladado a Madrid en enero de 1910, todavía a León le cupo el extraño honor de dirigir una revista de los nuevos intelectuales malagueños, Gibralfaro. Como carta de presentación en la Corte, León trae en su bolsillo una recreación, más castiza y menos modernista —más regresiva en suma—, de Casta de hidalgos, titulada Alcalá de los zegríes (1910).

Acomodado en el Banco de España y bien acogido por el grupo literario reaccionario que giraba en torno a la Academia Nacional de Poesía, Ricardo León se convertirá en el autor predilecto del modernismo castizo y del lector conservador español. Comenzó entonces la segunda etapa del escritor. El libro de “diálogos” renanianos La escuela de los sofistas (1910) es revelador síntoma de esta inflexión estética e ideológica.

Con El amor de los amores (1910), melodrama escrito a la sombra de la “Ley del Candado” y con mucho el mayor éxito comercial de León, culminó este proceso por el que el desconocido intelectual ha pasado a ser el titán católico idolatrado por mauristas y grupos sociales muy conservadores. A partir de este momento, Ricardo León escribirá para ese particular segmento de público, que reconocerá en él una serie de marcas banderizas (estilo arcaizante —de prestigio español—, argumentos melodramáticos y maniqueos, misoneísmo ideológico...). Por entonces, ganó el Fastenrath (1911), fue elegido académico de la Real Academia Española, escribió el estudiado cierre de filas defensivo que supone Los Centauros (1912), el curioso devocionario poético Alivio de caminantes (1911), o bien tomó partido germanófilo en la primera Gran Guerra (Europa trágica, Los Caballeros de la Cruz). Asimismo, cuidó de esconder buena parte de sus escritos de la primera época, y de este modo hay que entender la tercera edición, notablemente “corregida”, de Casta de hidalgos (1912), la reescritura de La lira de bronce mediante la sustitución por Alivio de caminantes, primero, y por Lira de bronce (1920), después, y hasta la reinvención de los artículos de juventud (La capa del estudiante, 1921). Durante los años de la dictadura primorriverista, León publicó una serie de obras de escasa repercusión (Los trabajadores de la muerte, Desperta ferro!...) en las que pueden detectarse algunos tímidos intentos de renovación estética.

Llegada la Segunda República, Ricardo León retomará la literatura más combativa y antiprogresista (Bajo el yugo de los bárbaros, Roja y gualda... pero también Las siete vidas de Tomás Portolés). Ya sexagenario, durante la Guerra Civil hubo de sufrir persecución y penalidades. Casi como testamento del momento y de su literatura militante, publicó dos años antes de su muerte Cristo en los infiernos (1941), novela que puso fin a su carrera y que daría comienzo a un peculiar purgatorio historiográfico que dura hasta los días que corren.

 

Obras de ~: Las Quimeras de la vida (Fantasía Oriental), Málaga, 1898; La lira de bronce, Málaga, Imprenta Zambrana Hermanos, 1901; Casta de hidalgos: Novela escrita en las Asturias de Santillana, Málaga, Imprenta Zambrana Hermanos, 1908; Comedia sentimental (novela), Málaga, Imprenta Zambrana Hermanos, 1909; Amor de caridad, Madrid, El Cuento Semanal, 1909; Alcalá de los zegríes, Málaga, Imprenta Zambrana Hermanos, 1910; El Amor de los Amores (novela), Madrid, Renacimiento, 1910; La escuela de los sofistas, Madrid, Renacimiento, 1910; Alivio de caminantes: versos, Madrid, La Mañana, 1911; Los centauros (novela), Madrid, Renacimiento, 1912; Casta de hidalgos, Madrid, Renacimiento, 1912 (2.ª ed. “notablemente corregida”); Obras Completas, Madrid, Editorial del Banco de España, 1915-1916, 8 vols.; Discurso leído ante la Real Academia Española en la recepción del Sr. Don Ricardo León, Madrid, 1915; Los Caballeros de la Cruz [Tema: ¿Son de todo punto incompatibles, como suelen decir algunos ingenuos contemporáneos, la lengua clásica y la sensibilidad moderna?], Madrid, Bernardo Rodríguez, 1916; Europa trágica, Madrid, Juan Pueyo,1917; Gozos del dolor de amor, Madrid, 1918; Lira de bronce, Madrid, 1920; Cuentos de antaño y de hogaño, Madrid, Prensa Moderna, 1921; La capa del estudiante, Madrid, 1921; Las horas del amor y de la muerte (páginas escogidas de las obras del autor), Madrid, V. H. Sanz Calleja Imprenta, 1921; Amor de caridad (novela), Madrid, Renacimiento, 1922 (2.ª ed. aum.); La voz de la sangre, Madrid, 1922; Humos de rey, Madrid, 1923; El hombre nuevo, Madrid, 1925; Olla podrida (novela), Madrid, Atlántida, 1926; Poesías, Madrid, 1926, Los trabajadores de la muerte (novela), Madrid, Librería y Casa Editorial Hernando, 1927; ¡Jauja! (novela), Madrid, Rivadeneyra, 1928; Las niñas de mis ojos, Madrid, Hernando, 1929; Varón de deseos (novela), Madrid, Hernando, 1929; Desperta, ferro! (novela), Madrid, Hernando, 1930; Las siete vidas de Tomás Portolés, Madrid, Rivadeneyra, 1931; Bajo el yugo de los bárbaros (novela), Madrid, Hernando, 1932; Roja y gualda, Madrid, Rivadeneyra, 1934; Cristo en los infiernos, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1941; Obras completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1944-1945, 2 vols.; La cumbre mística, Madrid, Sociedad General Española de Librería, 1945.

 

Bibl.: J. Vila-Selma, Ricardo León, Madrid, Ministerio de Cultura, 1978; E. J. Álvarez Esteban, “Ricardo León, una etapa española”, en Cuadernos para la Investigación de la Literatura Hispánica, 6 (1986), págs. 209-232; I. Barbeito Carneiro, “Ricardo León y Román: morir pero no cejar”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 28 (1990), págs. 645-656; J. C. Ara Torralba, Del modernismo castizo. Fama y alcance de Ricardo León, Zaragoza, Prensas Universitarias, 1996; Los años malagueños de Ricardo León, Málaga, Diputación Provincial, 1997; J. F. Botrel, “Ricardo León: éxito editorial y crematística”, en VV. AA., Homenaje a José María Martínez Cachero, t. II, Oviedo, Universidad, 2000, págs. 263-275; J. M. González, Del modernismo y el 98 al tradicionalismo y la Guerra Civil: el viaje literario de Ricardo León, Málaga, Fundación Unicaja, 2003.

 

Juan Carlos Ara Torralba

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