Pedro. Señor de Aguilar. Valladolid, c. 1331 – Guadalajara, X.1338. Hijo natural del rey castellano Alfonso XI y de Leonor de Guzmán.
Primero de los hijos que Alfonso XI de Castilla tuvo con Leonor de Guzmán, favorita real, y primer hijo del Rey, puesto que su heredero legítimo, el malogrado infante Fernando, tardaría todavía unos meses en venir al mundo. Pedro nació a finales de 1331 o primeros días del año siguiente, en la villa de Valladolid, donde se había instalado la Corte real para pasar el invierno. A los pocos días de nacer, su padre le hizo donación del extenso e importante patrimonio señorial, que había pertenecido a su tío y tutor el infante Pedro, compuesto por la villa de Aguilar de Campoo y sus aldeas, algunas heredades en la Merindad de Liébana y Pernía, diferentes lugares próximos a la frontera aragonesa y otras posesiones diseminadas por el Reino castellano. Asimismo, la madre también fue recompensada, dos meses después, en marzo de 1332, con la entrega del señorío de Villagarcía de Campos.
Desde 1333, Pedro de Aguilar —nombre con el que es conocido por la historiografía— aparece de forma regular entre los confirmantes de los privilegios rodados.
Como hijo del Rey, se encuentra en el lugar preferente destinado a los vasallos principales y a la Familia Real, en este caso, detrás de Alfonso de la Cerda y de don Juan Manuel y antecediendo a las grandes dignidades eclesiásticas. Con ello, Alfonso XI significaba la posición que pretendía concederle entre las fuerzas políticas y sociales del Reino. En esta misma línea, hay que entender la constitución de una gran casa, como señor de vasallos, con oficiales a su servicio, a cuyo frente figuraría Martín Fernández Portocarrero como mayordomo mayor. Éste, uno de los hombres de confianza del Monarca, pasaría a ser posteriormente uno de sus favoritos. Además de casa y hacienda, tierras y vasallos, Alfonso le nombró canciller mayor de Castilla, reemplazando en este cargo al arzobispo de Toledo, que tradicionalmente lo venía desempeñando.
En este caso concreto, sustituyó en dicha cancillería a Jimeno de Luna. Este oficio lo ejerció de modo honorífico desde mayo de 1335 hasta su muerte.
Efectivamente, Pedro de Aguilar murió muy niño, sin cumplir los siete años. Cuenta la Crónica de Alfonso XI que, estando su padre dispuesto a partir de Guadalajara —donde había permanecido varios meses a causa de una de sus dolencias—, murió este hijo, en octubre de 1338. Su cuerpo sería enterrado en la Iglesia Catedral de Toledo. Su casa y señorío pasaron, por orden paterna, a su hermano Tello, nacido en 1337, a quien todavía el Rey no había asignado casa y patrimonio.
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Esther González Crespo
