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Alonso Martínez de Espinar

Biografía

Martínez de Espinar, Alonso. Madrid, 5.V.1588 – 14.V.1682. Escritor y ballestero real.

Alonso Martínez de Espinar, hijo de Cristóbal Martínez de Espinar y Juana Hernández Sacristán, fue bautizado en la parroquia de San Martín de Madrid (Francisco Calero, sin embargo, opina que probablemente nació en El Espinar, Segovia, en el año 1594).

Se sabe que tuvo una hermana, Jerónima Martínez de Espinar, que casaría con Alonso Mateos, ballestero del Rey y hermano de Juan Mateos, el otro gran escritor y montero del siglo XVII.

La familia paterna, los Martínez de Espinar, era oriunda de Baza (Granada), mientras que su madre procedía de Brunete (Madrid). Su padre fue ballestero al servicio de los reyes Felipe II y Felipe III y, a la sombra de su padre, Alonso debió de entrar al servicio de la Casa Real cuando apenas tenía doce años: “Soy Ayuda de Cámara de S. M. el Rey Nuestro Señor [que Dios guarde] —dice Martínez de Espinar en su testamento otorgado en 1680 (el 10 de julio)— de más de ochenta años a esta parte”. Sin embargo, no se tiene constancia fehaciente de sus cargos en palacio hasta que el 16 de septiembre 1618 obtuvo la plaza de cargador del arcabuz de Su Majestad. Desde ese momento empezó a conseguir otros puestos dentro de la Corte: así, el 14 de junio de 1633 se le nombró ayuda de guardarropa del príncipe Baltasar Carlos; año y medio más tarde, el 27 de noviembre de 1634 era continuo de la casa de Castilla; y el 27 de abril de 1652, ya sexagenario, obtuvo el puesto de dar el arcabuz al Rey, tras la muerte de Diego Ponce, quien ostentaba el cargo. Cuando Alonso contaba ya con ochenta y tres años, nombraron a su sobrino, Gonzalo Mateos de Espinar, su ayudante para dar el arcabuz al Rey (16 de octubre de 1671).

Casó con Francisca de Rojas y, tras enviudar, contrajo, el 9 de septiembre de 1630, un nuevo matrimonio con Juliana Romano. De este matrimonio nacerían cuatro hijos: Manuel, Juliana, Isabel y María.

Manuel fue capellán de los Reyes Nuevos de Toledo y debió de morir antes de 1663, ya que en ese año dicha capellanía la ostentaba Cristóbal Lozano Sánchez.

Sus hermanas Isabel y María casaron con sendos caballeros santiaguistas, mientras que Juliana debió de morir a temprana edad. Por medio del codicilo al testamento de Alonso (3 de junio de 1681) se sabe que tuvo un yerno llamado Bernardino de Valdés, que marchó de la Villa y Corte a Sevilla hacia 1660.

Sin embargo, no está claro con cuál de sus hijas pudo haber contraído matrimonio, pues, cuando otorgó testamento en 1680, los maridos de las hijas de las que hay noticia son Cristóbal Tenorio y Villalta (de Isabel) y Francisco Fernando Buenache y Peláez (de María): al primero lo nombró testamentario y albacea y al segundo lo mencionó en el momento en que declaró a su hija María, la única que le sobrevivió, heredera universal.

Murió Alonso Martínez de Espinar en Madrid el 14 de mayo de 1682, a la avanzadísima edad de noventa y dos años. Se hizo enterrar junto a su hija Isabel en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Almudena.

Alonso no habría pasado a la historia de no ser porque en 1644 dio a las prensas uno de los tres vértices de la literatura venatoria del barroco español: el Arte de ballestería y montería. Este título puede hacer pensar que sólo se trata de la montería y de la caza con ballesta; sin embargo, también presenta la caza con armas de fuego. De estas materias se ocupa en los dos primeros libros (Libro I, 28 capítulos; Libro II, 44 capítulos); escribe igualmente acerca de la volatería o cetrería y otra arte que el autor llama chuchería, que es la caza con trampas y señuelos (Libro III, 38 capítulos).

La obra en sí está precedida por unos preliminares entre los que destaca un prólogo de Francisco de Quevedo Villegas. La portada está dibujada por Juan de Noort. Incluye también un retrato del príncipe Baltasar Carlos, a quien va dedicado el libro, y otro del autor (ambos retratos faltan en el ejemplar de la Biblioteca Nacional de España, R/1366), los dos del mismo Noort. Los restantes grabados que ilustran la obra, todos ellos escenas de caza, no están firmados.

Fue reeditado, con los mismos grabados que la edición príncipe, en 1761. Según varios bibliógrafos, que se remontan hasta Francisco de Uhagón, también hubo una edición en Nápoles, a cargo de Francisco Riccardio en 1739; sin embargo, ningún catálogo ni ningún bibliógrafo ofrecen dato alguno de la existencia de un ejemplar de esta edición.

De Martínez de Espinar, además del retrato que se encuentra entre los preliminares de su obra, se conservan otros dos. Uno es un óleo atribuible a la escuela de Velázquez, y fechable en torno a 1630, hoy conservado en el Museo del Prado.

El tercer retrato se encuentra en el cuadro velazqueño titulado La lección de equitación o El príncipe Baltasar Carlos en el picadero. Este cuadro, propiedad del duque de Westminster (Eccleston, Gran Bretaña), presenta en primer término al príncipe Baltasar Carlos que monta un caballo que está haciendo corvetas y, desde un balcón del palacio del Buen Retiro, lo observan sus padres, Felipe IV e Isabel de Borbón. A la derecha, en un plano intermedio, hay una segunda escena en la que se encuentra el maestro de equitación del príncipe, el conde-duque de Olivares; éste recibe una lanza de manos de Martínez de Espinar ante la mirada de Juan Mateos.

 

Obras de ~: Arte de ballestería y montería, Madrid, Imprenta Real, 1644 (reed., Madrid, Antonio Marín, 1761; pról. del duque de Medinaceli y coment. del duque de Yebes, Madrid, Ediciones y Publicaciones Españolas, 1945; introd. de E. Trigo Yarto, Madrid, Velázquez, 1976; introd. de F. Calero Calero, Madrid, Guillermo Blázquez, 2002; ed. facs., introd. de J. M. Fradejas Rueda, en Textos clásicos de cetrería, montería y caza, Madrid, Fundación Histórica Tavera, 1999).

 

Bibl.: M. Lasso de la Vega y López de Tejada, marqués de Saltillo, “Al margen de la Exposición de caza: Alonso Martínez de Espinar”, en Arte Español, 1950-1951, págs. 115-123.

 

José Manuel Fradejas Rueda