Hernández Tomás, Jesús. Murcia, 1907 – México, 11.I.1971. Militante obrero y político.
Se inició en la vida política a muy corta edad, en Bilbao, provincia a la que se trasladó muy niño con su familia. Obligado a trabajar desde los seis años por el temprano fallecimiento de su padre, comenzó en oficios como los de recadero y pintor. En 1916, con nueve años, ingresó en las Juventudes Socialistas vizcaínas; en 1921, a la edad de catorce, era ya secretario del Sindicato de Constructores de Carruajes de Lujo de Bilbao y, en esa fecha, participó en el proceso de fundación del Partido Comunista Español. En 1922-1923 figuró como escolta de Óscar Pérez Solís, uno de los primeros secretarios generales de dicho partido, y se destacó en enfrentamientos armados con la policía y con los socialistas bilbaínos, llevando a cabo un intento de destrucción del periódico El Liberal. Tras su detención y consiguiente proceso judicial, fue encarcelado por primera vez, circunstancia que se repitió frecuentemente durante el directorio militar: cinco de esos siete años los pasó en prisión, al mismo tiempo que despegaba su carrera política, al ser elegido en 1927 miembro del Comité Central de las Juventudes Comunistas.
En marzo de 1930 accedió al Comité Central del Partido Comunista. Tras un virulento altercado con militantes socialistas, fue enviado a Moscú para recibir formación política en la Escuela Leninista. Volvió en 1932 y se integró, junto con José Díaz y Dolores Ibárruri, en el Buró Político del partido, asumiendo la dirección del comité de “agit-prop”. En 1935 acudió, como uno de los responsables máximos de la delegación española, al VII Congreso de la Internacional Comunista, celebrado en Moscú. Fue elegido diputado por Córdoba en las elecciones de febrero de 1936 y en marzo se responsabilizó de Mundo Obrero, órgano de expresión del partido.
Al estallar la Guerra Civil, ocupó la cartera de Instrucción Pública y Bellas Artes en el gobierno de Largo Caballero (4 de septiembre de 1936 a 17 de mayo de 1937) y la de Instrucción Pública y Sanidad con Negrín (17 de mayo de 1937 a 5 de abril de 1938). En este tiempo publicó un nuevo plan de estudios para la enseñanza primaria (Decreto de 28 de octubre de 1937) con sus orientaciones pedagógicas; implantó el bachillerato intensivo para obreros y habilitó institutos nacionales de segunda enseñanza para impartirlo (Decretos de 21 de noviembre de 1936 y de 28 de octubre de 1937); organizó las Milicias de la Cultura para alfabetizar a los soldados en el frente (Decreto de 30 de enero de 1937); creó las Direcciones Provinciales de Primera Enseñanza (Decreto de 22 de febrero de 1937), y organizó la primera campaña para la extinción del analfabetismo en la retaguardia (Órdenes Ministeriales de 20 de septiembre y de 8 de octubre de 1937). Potenció el servicio radiofónico del Altavoz del Frente, decretó la evacuación del patrimonio artístico para ponerlo a salvo de los bombardeos y estimuló la iniciativa de la realización de un Congreso de Intelectuales Antifascistas en Valencia. Pronunció, además, numerosos discursos para exaltar la moral de los combatientes republicanos, los “verdaderos españoles” que luchaban “por la independencia nacional”. Su oratoria se dirigió también a criticar las actuaciones de Largo Caballero y de Indalecio Prieto.
A su salida del gobierno, se le nombró comisario del Cuerpo de Ejércitos de la zona Centro-Sur, defendiendo la resistencia a ultranza y siendo contrario a la capitulación frente a las fuerzas franquistas. Consumada la derrota, fue uno de los últimos dirigentes comunistas en abandonar España, el 24 de marzo de 1939. Acabó instalándose en Moscú, donde luchó para mejorar las condiciones de vida de los emigrados españoles y en 1943 fue enviado a México para reorganizar el Partido Comunista en el exilio. Aunque parecía un serio candidato a ocupar el cargo de secretario general, fue defenestrado y expulsado del partido en julio de 1944, tras una etapa de luchas internas con otros compañeros que acabaron alzándose con el poder. Permaneció en México, intentando diferentes aventuras como comunista disidente, desde la creación del Movimiento Comunista de Oposición y el acercamiento al nuevo modelo yugoslavo hasta la fundación de un grupo propio, el Partido Nacional Comunista de España (1954). Desaparecido éste, no volvió a intervenir en ninguna actividad política.
Obras de ~: La última batalla será de la República: documentos políticos, Madrid, Comisariado del Grupo de Ejércitos de la Región Central, 1937?; Así ganaremos la guerra, Madrid, Partido Comunista de España, 1937; Por qué cayó el gobierno de Largo Caballero, Valencia, Labor, 1937; A los intelectuales de España, Barcelona, Partido Comunista de España, 1937; El orgullo de sentirnos españoles, Barcelona, Imprenta S. G. de P. (E. C.), 1938; Negro y rojo: Los anarquistas en la revolución española, México, La España Contemporánea, 1946; Yo fui un ministro de Stalin, México, Editorial América, 1953.
Bibl.: F. Hernández Sánchez, “Comunistas disidentes: el exilio dentro del exilio (una aproximación al tratamiento biográfico de Jesús Hernández)”, en http://www.cihde.org/pdf/ JHernandez.pdf; “Jesús Hernández, pistolero, ministro, espía y renegado”, en Historia 16, 368 (2006), págs. 78-89.
María del Mar del Pozo Andrés
