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Álvaro López de Becerra

Biografía

López de Becerra, Álvaro. ?, p. t. s. xv – Uclés (Cuenca), 9.II.1502. Último prior-prelado vitalicio del monasterio de Uclés de la Orden de Santiago.

Álvaro López de Becerra, antes de ser nombrado prior, también prestó sus servicios como canónigo en Uclés y en Salamanca, y allí pacificó el convento del Sancti Spiritus, donde sus religiosas no querían recibir por compañera a Juana de Zapata, pariente del maestre de Santiago. Otra prueba de la persuasión y elocuencia de Álvaro fue la pacificación de la Orden en Aragón y en Valencia, donde se resistían a sus visitadores, Diego de Aguilera y al vicario de Caravaca, Diego Chacón, que decían estar contra los fueros del reino de Aragón por ser castellanos, solicitando jueces de la Corona de Aragón. Ocupó también el cargo de visitador del Capítulo de Alcalá de Henares en 1447, y administrador de su convento de Uclés, donde con los reformadores de la Orden, Pedro Alfonso de Valdés y el agustino fray Juan de Sevilla, decidió que salieran reformadores particulares para los conventos de San Marcos de León, Sevilla, Sancti Spiritus, Santa Fe y otras partes, que imprimieron el espíritu de Álvaro López de Becerra, al que tanto debía la Orden.

Fue proclamado prior-prelado vitalicio del monasterio de Uclés, cabeza de la Orden de Santiago, llamado “El Escorial de la Mancha”, poseedora de importantes señoríos y territorios a la muerte de su antecesor, Fernando de Santoyo, producida al mediodía del 27 de octubre de 1501, no queriendo en principio aceptar el nombramiento y por lo que decidió oficiar una misa, para después de ella decidirlo. Tras la misa y en la propia sacristía de Uclés, mientras se desprendía de las ropas sagradas, apareció allí toda la comunidad, que tanto le rogó y suplicó que aceptase el nombramiento, que lo hizo finalmente, llevándole en procesión hasta la “Silla de la Dignidad”. Antes de pasar un mes llevando el cargo, tuvo una gran alegría y fue la noticia de la conversión al catolicismo de toda la Alfama o Concejo de los Moros, y al referirse a este hecho recuerda el cronista la Kalenda antigua: “Conversi sunt per Dei gratia et predicationem Reverendi Prioris”.

A pesar de los muchos servicios que prestó a la Orden de Santiago, Álvaro López de Becerra cerró la etapa más importante de la misma, y murió tempranamente el 9 de febrero de 1502, siendo enterrado en el propio monasterio. Sería el xviii y último priorprelado vitalicio del monasterio de Uclés, pues a su muerte, el papa Alejandro VI, tras la petición del Capítulo General de la Orden de Santiago celebrado en Écija, que a su vez obedecía órdenes del Rey Católico, proclamó la bula de 16 de marzo de 1502, por la que quedaban extinguidos los nombramientos vitalicios para priores de la Orden, y tras la muerte de Álvaro, los priores-prelados de la Orden de Santiago en el monasterio de Uclés, ya no tendrían cargo vitalicios sino que sus mandatos serían trienales, aunque los priores podían ser reelegidos, y el Rey, desde entonces, confirmaría los nombramientos, como nuevo administrador en lugar del Papa.

Fue sucesor de Álvaro López de Becerra, nombrado primero administrador y luego prior, Antonio de Ordás, nombramiento que ya hicieron los Reyes Católicos el 14 de abril de 1503 conforme a la bula papal.

 

Bibl.: J. López de Agurleta, Opúsculo varia de la Orden de Santiago, s. xviii (en Archivo Histórico Nacional, Cód. 236); I. Palomino, “Descripción de la Real Casa-Palacio episcopal de Uclés”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, t. 15 (1889), págs. 284-298; Á. Horcajada Garrido, Priores santiaguistas de Uclés, Cuenca, Ángel Horcajada, 1982.

 

Francisco López-Becerra de Solé y Martín de Vargas, conde de Cabra

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