Latassa y Ortín, Félix. Zaragoza, 21.XI.1733 baut. – 2.IV.1805. Bibliógrafo y erudito.
Félix Latassa y Ortín nació en Zaragoza, en la calle del Pilar, n.º 83, y fue bautizado en la parroquia del Pilar el 21 de noviembre del año 1733 con los nombres de Félix, Mariano, Benito y Juan. Era hijo de Juan de Latassa y de María Teresa Ortín y Azara.
Su padre había nacido en Ostiz, Navarra. En Zaragoza tuvo relación con otro Juan de Latassa, probablemente su tío, con el que a veces se le confunde.
Su madre, de orígenes aragoneses, relacionada con Fuentes de Ebro, en la actual provincia de Zaragoza, era hija de Pedro Ortín y de María Teresa Azara. Esta última, que murió en el año 1733, se había casado en segundas nupcias con el señalado Juan de Latassa.
Cuando Félix nació vivían dos hermanos mayores, Manuel y María Justa Rufina. El padre de Félix fue un comerciante afortunado, como lo demuestra el hecho de que cuando se casó Manuel de Latassa, su hijo mayor, le entregó 6.000 libras jaquesas.
Aunque no se tienen pruebas documentales, parece seguro que Félix Latassa estudió con los jesuitas. En esta dirección, al menos, apuntan todos los indicios conocidos.
Comenzó sus estudios en la Universidad de Zaragoza en 1749. Cursó tres años de Filosofía. Finalizados estos estudios, defendió conclusiones, en acto público o mayor de toda la Filosofía, en el teatro de la Universidad, que dedicó al arzobispo de Zaragoza, recibiendo después el grado de bachiller. Siguió con el estudio de cuatro años de Teología Escolástica, graduándose de bachiller en la Facultad de Teología en marzo de 1761. Fue sustituto de cátedra de Teología a nombramiento de su principal catedrático. En los primeros meses de 1762, pidió al Consejo de Castilla dispensa del tiempo que le faltaba para poder graduarse, antes del momento en que le correspondía, de licenciado y de doctor y así continuar su carrera. El Consejo pidió al claustro de la Universidad que en el plazo de quince días a partir del 23 de abril de 1762 diese su opinión sobre ello. Reunido el rector y los consiliarios de la Universidad, el 2 de mayo acordó concedérsela. Las razones que adujeron fueron que llevaba años de estudios mayores habiendo participado en varios actos literarios y habiendo recibido ese mismo año el grado de bachiller y que “el referido Dn. Felix Latasa es sugeto de aventajadas prendas, y conocida literatura, y que en los mismos terminos se ha dispensado igual gracia [...]”.
Muy poco tiempo después, el 13 de mayo de 1762, apadrinado por el doctor Manuel Cavós Antillón, se le conferían los grados de licenciado y doctor en Teología que consiguió con las calidades de “admitimus tamquam benemeritum valdeque condignum et nemine discrepante”. Diez días más tarde, el 23 de mayo de 1762, se celebró la brillante ceremonia por la que oficialmente Félix Latassa ya era doctor en Teología.
Unos meses antes, en los días 18 y 25 de enero de 1761 recibió las órdenes mayores de manos de Juan Lario y Lancis, obispo auxiliar de Zaragoza, en el oratorio particular del citado obispo en la villa de Cosuenda.
En las informaciones que se pueden obtener sobre Félix Latassa hay una clara laguna entre esos años y 1780, año en el que obtuvo una ración de mensa en la catedral del Salvador, la Seo, de Zaragoza. No fueron años baldíos porque escribió algunos trabajos y fue preparando ya la que sería su gran obra. En el plano personal, apenas se puede afirmar que por esos años era racionero de la iglesia parroquial de Santa María de la villa de Azanuy, en la actual provincia de Huesca y hasta hace poco perteneciente a la diócesis de Lérida.
Debieron de ser años no demasiado fáciles en los aspectos vivenciales porque Latassa no era rico, ya que el testamento paterno había asignado la herencia para Manuel, su hermano mayor, y éste sólo debía mantenerlo hasta que recibiese órdenes sagradas. En cualquier caso, todos los datos que se tienen de su vida lo sitúan viviendo en la casa paterna.
El 22 de febrero de 1780, se incorporó al gremio de los racioneros de mensa de la Seo, de Zaragoza.
Toda su vida tuvo a gala formar parte de este grupo y, en cuanto pudo, mostró los honores de canónigo, que como uno de los miembros más antiguos de su gremio le correspondían, aunque nunca fue canónigo.
Como racionero participó con mucho interés y dedicación en la defensa de los intereses del grupo e incluso escribió un folleto ponderando su importancia.
A partir del 2 de diciembre de 1796, y tras remitir a la primera parte de su obra, pasó a ser socio de mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, aunque no tuvo apenas participación en la vida de la sociedad.
Apenas tres años después de la publicación de su Biblioteca Aragonesa, Félix Latassa murió, sin haber testado, el 2 de abril de 1805, en la misma casa en la que había nacido, siendo enterrado en la capilla de San Vicente de la Seo de Zaragoza, como correspondía a los racioneros de mensa.
Hasta que escribió la Biblioteca fue un hombre bastante desconocido, apenas nadie lo cita. Su vida debió de transcurrir visitando con un interés y una constancia envidiables las bibliotecas zaragozanas. La mayoría de sus amigos conocidos fueron como él: escritores, eruditos y clérigos, aunque los más significativos no fuesen clérigos. Destaca entre todos Ignacio de Asso, pero tuvo también una relación profunda con Tomás Fermín de Lezaún, con el canónigo y catedrático de la Universidad Manuel Turmo, propietario de una excepcional biblioteca y muy relacionado con los padres de Latassa y con el deán de la Seo, que murió obispo de Valladolid, Juan Antonio Hernández Pérez de Larrea; también con personajes menos conocidos como el cartujo Francisco Moliner o el dominico José Boneo.
Jerónimo Borao transmitió algunos rasgos de su carácter.
Se trataba de un hombre amable, modesto y tesonero, pero también “pundonoroso y franco”. En sus obras escritas se puede ver ese tesón, y de su actitud en su participación en los conflictos de los racioneros de mensa se puede deducir ese pundonor y esa franqueza.
Ideológicamente puede ser descrito como un hombre plenamente integrado en su mundo como un clérigo de formación primaria jesuítica, con un amplio bagaje intelectual, religioso, respetuoso con las tradiciones, con el poder político y religioso. En manera alguna puede ser considerado un ilustrado. Se le podría situar mucho más cercano a la erudición barroca que a la Ilustración. En otro sentido se puede destacar en él su gran interés por todo lo relacionado con Aragón, especialmente con su historia y su literatura.
Se le puede considerar miembro de una generación nacida veinte años después de los Decretos de Nueva Planta que volvía a reivindicar el pasado de Aragón, una generación de la que también podrían formar parte, entre otros, los citados Ignacio de Asso o Juan Antonio Hernández Larrea.
Entre sus obras manuscritas, cabe destacar: Memorias Literarias de Aragón, colección de tres volúmenes en cuarto de documentos que se conservan en la Biblioteca Pública de Huesca. Se trata, en su mayor parte, de copias de documentos de archivo o de otros autores, para utilizarlos más tarde en su obra. Originalmente debió de constar de, al menos, quince volúmenes.
El Proyecto de Biblioteca de Escritores Aragoneses se trata de un primer borrador de la Biblioteca, redactado en 1768, que se encuentra en la Biblioteca de las Cortes de Aragón y que manifiesta el mismo sentido y estilo que tendrá su obra cumbre. Incorpora ya en fecha tan temprana setecientos noventa escritores.
Noticia Histórico-Geográfica de Aragón. Se trata de un intento de una historia política de Aragón, desde los orígenes hasta su fecha de redacción, 1771. Tiene un carácter muy tradicional y ha sido publicado por vez primera en el año 2006.
Realmente, Félix Latassa es autor de una sola obra, porque las demás giran en torno a ella y carecen de relevancia cultural. Se trata de la Biblioteca de los Escritores Aragoneses, el libro más utilizado y citado de los clásicos aragoneses. Publicada en ocho volúmenes en cuarto entre 1796 y 1802, contiene dos mil setecientos diecisiete artículos y recoge desde los clásicos hispano- romanos hasta los autores coetáneos de Latassa, porque la cierra en el año 1802. Tomó el modelo global de la Bibliotheca Hispana de Nicolás Antonio, pero escrita en castellano, fue redactada con tanto o más rigor que la obra del sevillano, pero sin sus muy útiles índices. La mayor parte de los artículos tienen dos partes: la biografía del autor; y su bibliografía lo más completa y precisa posible. En los artículos de autores importantes hay una tercera parte que trata de los escritores que los han citado. La extensión para cada entrada es muy variada, desde unas pocas líneas hasta más de veinticinco páginas. Los muchos problemas de lectura que tiene son el resultado de una muy discutible redacción y una impresión todavía más deficiente.
Pero estas deficiencias no anulan su valor, porque se trata de un trabajo muy amplio, riguroso y en general ideológicamente equilibrado y respetuoso con una tradición intelectual tan heterodoxa como muchas veces es la aragonesa.
Obras de ~: Composicion para la musica en la solemne fiesta, que la Escuela Suaristica hizo a su gran madre Maria Santissima concebida sin pecado original, en el templo de la Compañia de Jesus de Zaragoza. Dia 15 de Deciembre de el año de 1765 (era prefecto el doctor don Felix Benito de Latassa, del Gremio y Claustro de la Universidad de Zaragoza por la Facultad de Theologia, Racionero de Iglesia Parroquial de Santa Maria de la Villa de Azanuy), Zaragoza, Imprenta de Francisco Moreno, ¿1765?; Indice cronológico de los escritores aragoneses que componen la bibliotheca antigua de este reyno, Zaragoza, Juan Ibañez, 1789 (ed. facs., Zaragoza, La Cadiera, 1958); Bibliotheca antigua de los escritores aragoneses, Zaragoza, Medardo Heras, 1796 [Zaragoza, Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (RSEAAP)-Ibercaja, 2004]; Biblioteca nueva de los escritores aragoneses, Pamplona, Joaquin Domingo, 1798-1802 (Zaragoza, RSEAAP-Ibercaja, 2004-2006); Memorias de los racioneros de mensa de la Santa Iglesia Metropolitana del templo del Salvador de la ciudad de Zaragoza, Zaragoza, Medardo Heras, 1798; Noticia histórico-geográfica del Reino de Aragón, introd., transcr. e índices de G. Lamarca Langa, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2006.
Bibl.: E. Ximénez, Manifiesto historial en contradiccion á las Memorias de los racioneros de mensa de la Santa Iglesia Metropolitana y templo del Salvador de Zaragoza publicadas por el racionero D. D. Felix Latasa, Madrid, en la Oficina de Benito García de Lastra y Compañía, 1799; T. del Campillo, Índice alfabético de autores para facilitar el uso de las Bibliotecas Antigua y Nueva [...] dadas á luz por [...] Félix de Latassa y Ortín, Madrid, Imprenta T. Fortanet, 1877; M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa aumentadas y refundidas en forma de Diccionario bibliográfico-biográfico, Zaragoza, Imprenta de Calisto Ariño, 1884-1886; G. Llabrés y Quintana, “Latassa y sus Memorias Literarias de Aragón”, en Revista de Huesca. Historia. Literatura. Ciencias. Artes, I (1903- 1904), págs. 155-163; G. García Ciprés, “Latassa” y “El escudo de armas de D. Félix de Latassa”, en Linajes de Aragón. Revista Quincenal. Reseña histórica, genealógica y heráldica de las familias aragonesas, 5 (1914), págs. 160-162 y pág. 299, respect.; M. Jiménez Catalán, Reseña bio-bibliográfica de todos los grados mayores en las cinco facultades, desde 1583 a 1845, Zaragoza, La Académica, 1925-1926; J. Borao, “Don Félix de Latassa y Ortín [I y II]”, en Aragón. Revista Gráfica de Cultura Aragonesa, 80 y 81 (1932), págs. 84-85 y págs. 112-114, respect.; F. Oliván Bayle, “El bibliógrafo don Félix de Latassa y Ortín”, en Revista Aragón (abril de 1958), págs. 17-18; J. Domínguez Lasierra, “Las Bibliotecas de Félix de Latassa”, en Turia, 2-3 (1985), págs. 157-166; G. Lamarca Langa, “Félix Latassa. Apuntes biográficos”, en Revista de Historia Jerónimo Zurita, 72 (1997), págs. 185-193; V. C. Labara Ballester, “La Bibliotheca de Latassa como fuente genealógica y heráldica”, en Emblemata. Revista aragonesa de emblemática, 4 (1998), págs. 379-386; G. Lamarca Langa “Las Memorias Literarias de Aragón, de Félix Latassa. Estudio y descripción”, en Turiaso, 15 (1999-2000), págs. 127-173; “Genealogía y heráldica en las Memorias Literarias de Aragón de Félix Latassa”, en Emblemata. Revista Aragonesa de Emblemática, 6 (2000), págs. 139-152; S. Arguis Molina y G. Lamarca Langa, “Dos obras y un título. La Biblioteca de Latassa y el Diccionario de Gómez Uriel”, en Archivo de Filología Aragonesa, 57-58 (2002), págs. 71-104; G. Lamarca Langa, “Las fuentes del erudito. Bibliotecas zaragozanas a finales del siglo XVIII”, en Bulletin Hispanique, 1 (2002), págs. 215-242; Félix Latassa y la Biblioteca de los escritores aragoneses, Zaragoza, RSEAAPIbercaja, 2004; G. Lamarca Langa, M. J. Gimeno Casañal y B. Robles Simón, Biblioteca de los escritores aragoneses de Latassa. Índices, RSEAAP-Ibercaja, 2006; G. Lamarca Langa, “Introducción”, en F. Latassa, Noticia histórico-geográfica del Reino de Aragón, op. cit., págs. 7-32.
Genaro Lamarca Langa