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Alfredo Landa Areta

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Biografía

Landa Areta, Alfredo. Pamplona (Navarra), 3.III.1933 - Madrid, 9.V.2013. Actor.

Contaba doce años cuando su familia se trasladó a San Sebastián. Allí, cursó estudios en el instituto Peñaflorida, frecuentando la Juventud del Carmelo. Durante la carrera, estudió Derecho al tiempo que fundó el Teatro Español Universitario (TEU) con Iñaki, Alberto y Paco Aróstegui. En los seis años que militó en esta formación artística interpretó unas cuarenta comedias de Alfonso Paso a López Rubio pasando por todo el repertorio de Jardiel Poncela. Con esta compañía también hizo teatro clásico, ganando en su marcha a Madrid el Premio Nacional de Interpretación.

Era hijo único y, tras la muerte de su padre, se sintió definitivamente atraído por el mundo del teatro profesional, trasladándose a Madrid para probar fortuna.

Llegó el 8 de octubre de 1958 con una lista de personas conocidas a las que pensaba pedir consejo y ayuda, entre ellas Modesto Higueras, director del Teatro Nacional de Cámara, que le había escrito diciendo que tenía grandes cualidades. Fue en realidad el actor de doblaje Ángel María Baltanás, donostiarra, quien le propuso trabajar en ese campo.

Tras recibir una llamada de los estudios Oro Films, donde había una convocatoria de exámenes para futuros dobladores, acudió acuciado por la necesidad.

Su primer trabajo consistió en doblar la voz de Richard Widmark con la frase “Escucha: conocí a una mujer en este bar hace seis meses y un día. Yo le rogué que cantara. Lo hizo y su canción me enterneció”. La prueba fue un éxito y Alfredo Landa, alegando que su meta era la interpretación en el cine, pidió que en su contrato figurara una cláusula que pudiera anular el compromiso en cualquier momento y por ambas partes, cosa que le fue concedida.

Landa estuvo cuatro años doblando películas, los dos últimos alternando ya con pequeños trabajos en cine y teatro. Una de sus primeras labores en la escena le llegó de la mano de Juan José Alonso Millán, director del TEU de Madrid, quien le incluyó en el reparto de La felicidad no lleva impuesto de lujo, al lado de Rafael Alonso. El actor recuerda la fecha del estreno, 29 de mayo de 1961, como la del inicio de su gran carrera artística, porque, a partir de ese momento, hizo numerosas obras de teatro clásico —Lope de Vega y Calderón, preferentemente—, y moderno, con Ninette y un señor de Murcia, de Miura, en cabeza. En 1977, tras la comedia musical Yo quiero a mi mujer, abandonó los escenarios para dedicarse por entero al cine —aunque también ha intervenido en varias series para televisión—, medio para el que ya había interpretado pequeños papeles en buen número de películas que van desde El puente de la paz, El verdugo, La niña de luto a Las Leandras.

Se encasilló en papeles cómicos hasta el punto de crear un nuevo género cinematográfico, el landismo, especie de definición sociológica de la actitud del español medio de las décadas de 1960 y 1970, más preocupado por su ascenso en la jerarquía del consumo que en la situación sociopolítica del país. Esta actitud se refleja en sus películas Pero, ¿en qué país vivimos?, No somos de piedra, ¿Por qué te engaña tu marido?, No desearás al vecino del quinto, El reprimido, etc. Sin embargo, Alfredo Landa poseía una vena artístico-dramática que le fue reconocida internacionalmente en destacados trabajos, como en El puente y El crack, si bien fue su interpretación de Paco el Bajo en Los santos inocentes, el papel que le proporcionó en 1984 el Premio de Interpretación del Festival de Cannes, compartido con Francisco Rabal, y también el Premio de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (Premio ACE). Otro Premio ACE como mejor actor de la película El rey del río le fue concedido en 1995.

También en España, el reconocimiento a su labor interpretativa le llegó con el Premio Goya a la Mejor Interpretación Masculina Protagonista ya desde la primera edición de los mismos en 1987 con la película El bosque animado, repitiendo en 1992 con otra película de José Luis Cuerda que llevaba por título La marrana, dentro de las siete ocasiones que ha sido candidato a estos premios. En marzo de 2007, en el Festival de Cine Español de Málaga, anunció su retirada profesional a los setenta y cuatro años de edad. Ese año, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España le concedió el Goya de Honor por el conjunto de su carrera y la Unión de Actores y el Círculo de Escritores Cinematográficos le concedieron sendos premios de mejor actor como protagonista de la película Luz de domingo, de José Luis Garci, la última de su carrera.

 

Obras de ~: Actor en: J. M. Forqué (dir.), Atraco a las tres, 1962; L. García Berlanga (dir.), El verdugo, 1963; M. Summers (dir.), La niña de luto, 1963; J. M. Forqué (dir.), Casi un caballero, 1964; J. L. Sáenz de Heredia (dir.), Pero, ¿en qué país vivimos?, 1967; J. M. Forqué (dir.), Las que tienen que servir, 1967; P. Lazaga (dir.), Novios 68, 1967; M. Summers (dir.), No somos de piedra, 1967; M. Ozores (dir.), 40 grados a la sombra, 1967; J. M. Forqué (dir.), Un diablo bajo la almohada, 1967; R. Fernández (dir.), No desearás al vecino del quinto, 1970; J. A. Bardem (dir.), El puente, 1976; J. L. Garci (dir.), El crack, 1981; A. Mercero (dir.), La próxima estación, 1981; J. L. Garci (dir.), El crack 2, 1983; M. Camus (dir.), Los santos inocentes, 1983; J. L. Garci (dir.), Sesión continua, 1984; L. García Berlanga (dir.), La vaquilla, 1984; B. Martín Patino (dir.), Los paraísos perdidos, 1985; P. Olea (dir.), Bandera negra, 1986; J. L. Borau (dir.), Tata mía, 1986; J. L. Cuerda (dir.), El bosque animado, 1987; F. Betriu (dir.), Sinatra, 1988; A. del Real (dir.), El río que nos lleva, 1989; J. L. Cuerda (dir.), La marrana, 1992; J. L. Garci (dir.), Canción de cuna, 1994; M. Gutiérrez Aragón (dir.), El rey del río, 1995; M. Hermoso (dir.), La luz prodigiosa, 2003; J. Bonilla (dir.), El oro de Moscú, 2003; J. L. Garci (dir.), Luz de domingo, 2007.

 

Bibl.: S. Clotas Cierco, J. L. Guamer Alonso y J. Jordá Catalá (eds.), Enciclopedia ilustrada del cine, Barcelona, Labor, 1969, pág. 264; F. Vizcaíno Casas, Diccionario del Cine Español, Madrid, Editora Nacional, 1970, pág. 181 y ss.; VV. AA., Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, vol. XXII, San Sebastián, Auñamendi, 1977, págs. 572 y ss.; A. López Echevarrieta, Vascos en el cine, Bilbao, Mensajero, 1988, págs. 239- 243; A. M. Torres (ed.), Cine español (1896-1988), Madrid, Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, 1989; J. M. Recio, Biografía y películas de Alfredo Landa, Barcelona, Centro de Investigaciones Literarias Españolas e Hispanoamericanas, 1992; J. L. López, Diccionario de Actores, Madrid, JC, 1993, págs. 222 y ss.; S. Z unzunegui, “Landa, Alfredo”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del Cine Español, Madrid, Alianza Editorial, 1998, págs. 493-494; K. Larrañaga Elorza y E. Calvo, Lo vasco en el cine: las personas, San Sebastián y Vitoria, Filmoteca Vasca y Fundación Caja Vital Kutxa, 1999, págs. 316 y ss.; F. M. Benavent, Cine Español de los 90: diccionario de películas, directores y temario, Bilbao, Mensajero, 2000; M. Ordóñez, Alfredo el Grande. Vida de un cómico. Landa lo cuenta todo, Madrid, Aguilar, 2008.

 

Alberto López Echevarrieta