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Rodolfo Halffter Escriche

Biografía

Halffter Escriche, Rodolfo. Madrid, 30.X.1900 – México, 14.X.1987. Compositor y profesor.

Nacido en el seno de una familia amante de la música, de padre alemán y madre española, Rodolfo Halffter Escriche fue iniciado en la música y en el piano por su madre y mostró desde niño inclinación y facilidad para este arte. Esta enseñanza materna y las clases de Armonía que durante unos meses recibió de Francisco Esbrí constituyen el sencillo bagaje “académico” de un compositor que —como su hermano Ernesto, cinco años más joven que él— no pasó por las aulas del Conservatorio y hay que considerar como básicamente autodidacta. Rodolfo Halffter contaba como un hecho decisivo para su formación musical el “descubrimiento”, hacia 1920, del Tratado de Armonía de Arnold Schönberg. En otro sentido también fue importante para él el conocimiento que tuvo del personalísimo universo sonoro de Claude Debussy a través de una pianista francesa amiga de la familia. Su primera composición presentada en público fue una Naturaleza muerta que el pianista húngaro Fernando Ember tocó en Madrid en 1922, junto a piezas de su hermano Ernesto en recital que supuso la primera crítica que los hermanos Halffter tuvieron de quien iba a constituir un apoyo e impulso fundamentales para las carreras de ambos: Adolfo Salazar. Cuando la familia Halffter entró en dificultades económicas, Adolfo Salazar procuró la entrada de Rodolfo a su lado como crítico y comentarista del diario El Sol, donde nuestro músico comenzó esta práctica teórica a la que, aunque no de manera continua, dedicaría tiempo durante toda su carrera. Salazar acercó a los Halffter al gran compositor español de la época, Manuel de Falla, y, aunque solamente Ernesto recibió larga enseñanza de Falla, también Rodolfo fue beneficiario de algunas clases y sustanciosos consejos. En los años veinte, Rodolfo Halffter se integró en el grupo intelectual y artístico que frecuentaba la Residencia de Estudiantes, donde se reunían Dalí, Buñuel, Juan Ramón Jiménez... y jóvenes poetas como Federico García Lorca, Rafael Alberti o Gerardo Diego, quienes pronto se manifestarían con fuerza como grupo poético generacional aprovechando la conmemoración, en 1927, del tricentenario de Góngora. Rodolfo y Ernesto Halffter, junto a Julián Bautista, Salvador Bacarisse, Fernando Remacha, Jesús Bal y Gay y otros músicos, integrados como Grupo de Madrid de la generación de la República, vienen a ser el brazo musical de la Generación poética del 27, y Rodolfo Halffter fue uno de los principales engarces entre ambos grupos artísticos, como autor del precioso ciclo de canciones Marinero en tierra que comenzó a componer al poco de recibir Rafael Alberti el Premio Nacional de Poesía de 1925 por el libro de poemas así titulado.

El modelo próximo de Falla —y sobre todo sus obras no andaluzas: El Retablo de Maese Pedro y el Concerto—, así como la viva admiración hacia Stravinsky condujeron a Rodolfo Halffter y a sus compañeros de grupo por la vía del neoclasicismo que cuajó con fuerza en la Europa entre guerras, y a esta estética pertenecen de pleno obras como la Suite para orquesta, las 2 Sonatas de El Escorial para piano, la Giga para guitarra, la Obertura concertante para piano y orquesta (que en 1933 estrenaron en Unión Radio el pianista José Cubiles y el propio Rodolfo Halffter dirigiendo) o el ballet Don Lindo de Almería, obras con las que se llega al estallido de la Guerra Civil Española.

En estos primeros años treinta, tan pujantes vital y artísticamente, Rodolfo Halffter había colaborado con entusiasmo en iniciativas culturales del gobierno republicano, lo que le dejó en insostenible posición cuando el conflicto bélico empezó a avanzar hacia la que sería su resolución. Rodolfo Halffter, con su esposa Emilia y su hijo Gonzalo, desde Figueras pasaron a Francia y poco después, en 1939, arribaron a México, donde fueron recibidos con generosidad y calor por el presidente Lázaro Cárdenas y por la intelectualidad mexicana. Entre tantos otros republicanos exiliados que encontraron en México su segunda casa, había músicos tan próximos a Rodolfo Halffter como Adolfo Salazar y el matrimonio formado por Jesús Bal y Gay y Rosita García Ascot. Rodolfo Halffter nunca denominó “destierro” a su situación: integrado perfectamente en el ambiente social y cultural mexicano, él se consideraba un compositor “transterrado”.

Durante más de treinta años llevó a cabo en su segunda patria una intensa labor docente e impulsora de ediciones musicales y actividad concertística, por lo que cabe considerar al maestro Halffter como uno de los músicos más influyentes y con más honda hue lla de la vida cultural mexicana desde los años cuarenta y durante la segunda mitad del siglo xx, viajando en la misma nave que los Carlos Chávez, Blas Galindo, etc., y colaborando a la formación de músicos, como Mario Lavista, que a la entrada del siglo xxi constituyen la generación de maestros de la música de aquel país. Fue de gran impacto en México la fundación, en 1940 y por iniciativa de Halffter, de la compañía de danza “La Paloma Azul” que coreografió con éxito partituras de Chávez, Galindo, Revueltas y el propio Halffter (Don Lindo de Almería y La madrugada del panadero).

La evolución compositiva de Rodolfo Halffter en México fue muy profunda, desde el neoclasicismo fallesco que ya hemos glosado hasta la práctica rigurosa del dodecafonismo que suponen las 3 Hojas de album para piano y las 3 Piezas para orquesta de cuerdas, de 1953-1954, primeras composiciones dodecafónicas escritas en México. Halffter encontró en el Método compositivo de Schönberg una vía de escape del callejón de difícil salida en el que manifestó haberse encontrado tras pasar de la música tonal a la politonal y, de ésta, a la radicalmente atonal. Sin embargo, todo este proceso condujo a la conformación de un lenguaje propio y ecléctico, en la que la adopción de determinadas reglas se hacía con flexibilidad y según las conveniencias técnicas y expresivas de lo que en cada momento aspiraba a crear. En el proceso hacia la adopción del Dodecafonismo son obras capitales dos Sonatas para piano (1947 y 1951) y, sobre todo el anterior Concierto para violín y orquesta (1940). Y de las composiciones de plena madurez cabe destacar un Cuarteto (1958) y 8 Tientos (1973) para cuarteto de cuerda, la versión completa del ciclo Marinero en tierra (1960), obras pianísticas como la Tercera Sonata (1967), Laberinto (1972), Facetas (1976) y Secuencia (1977), el Pregón para una Pascua pobre para coro, metales y percusiones (1968) y Diferencias para orquesta (1970). El mencionado Pregón que compuso para la Semana de Música Religiosa de Cuenca, con texto de Federico Sopeña, es una partitura símbolo de la vuelta a España de Rodolfo Halffter: en efecto, a partir de 1963, sin dejar de ser músico de carrera fundamentalmente mexicana, el maestro Halffter menudeó viajes a su país de origen, disfrutando del ejercicio de su real y cordialmente sentida doble nacionalidad.

El principal recuperador de Rodolfo Halffter para la vida musical española fue el crítico Antonio Iglesias, el cual, desde sus puestos de responsabilidad en la Semana de Cuenca, en los Cursos de Música en Compostela y en los Cursos Manuel de Falla paralelos al Festival de Granada, procuró encuentros del maestro con numerosos jóvenes músicos españoles que se beneficiaron ampliamente de sus lecciones y consejos, mientras que sus propias partituras se difundían con normalidad en los conciertos.

Entre tantos otros honores y distinciones, en España recibió Rodolfo Halffter la Medalla de Alfonso X el Sabio, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil y el Premio Nacional de Música de 1985, y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando le hizo en 1984 miembro honorario. En México, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y, en 1968, fue nombrado miembro de número y vitalicio de la Academia de Artes.

 

Obras de ~: Naturaleza muerta, 1922; Suite, 1933; Dos Sonatas de El Escorial, 1933; Giga, 1933; Obertura concertante, 1933; Concierto para violín y orquesta, 1940; Sonatas para piano, 1947; Tres Hojas de album y Tres Piezas para orquesta de cuerdas, 1953-1954; Cuarteto, 1958; Marinero en tierra, 1960; Tercera Sonata, 1967; Pregón para una Pascua pobre, 1968; Diferencias, 1970; Laberinto, 1972; Tientos, 1973; Facetas, 1976; Secuencia, 1977.

 

Bibl.: C. Carredano, Marinero en dos puertos, Madrid, Orquesta de la Comunidad de Madrid, s. f.; A. Iglesias, Rodolfo Halffter (su obra para piano), Madrid, 1979; J. A. Alcaraz, Rodolfo Halffter, Madrid, Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles, 1987; X. Ruiz Ortiz, Rodolfo Halffter, México, Xochiquetzal, 1990; E. Casares, Halffter Escriche, Rodolfo, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000.

 

José Luis García del Busto Arregui

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