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Vicente Ferraz y Navarro

Biografía

Ferraz y Navarro, Vicente. Ibiza (Islas Baleares), 27.XI.1762 – Valencia, 10.I.1825. Militar, brigadier del Ejército, director subinspector de Ingenieros.

Ingresó en el Ejército en la clase de cadete del Regimiento de Dragones de Sagunto, en enero de 1779, estudiando posteriormente en la Real y Militar Academia de Matemáticas de Barcelona. Obtuvo el ingreso en el Cuerpo de Ingenieros, como subteniente, por un R.D. de fecha 6 de agosto de 1782, siendo destinado al reino de Galicia. En 1784 realizó un reconocimiento de la costa de Galicia y de su frontera con Portugal. En 1787 estuvo encargado de la Comandancia de Ingenieros de El Ferrol, y al siguiente año se encontraba trabajando, con el también ingeniero Miguel Hermosilla, en el levantamiento de varios planos de la batería de San Carlos en la embocadura de la ría del mismo nombre.

En octubre de 1788 (había ascendido a teniente del Ejército e ingeniero extraordinario) se le nombraba profesor de la Real Academia de Matemáticas de Barcelona, acompañando en 1789 al conde de O’Reily en el reconocimiento de las costas de Cantabria y formado el proyecto para restablecer el castillo y torre de Avilés, y en julio de ese año concurrió con varios astrónomos portugueses para continuar la triangulación que se terminaba en el cabo Ortegal.

Permaneció en la Academia de Barcelona hasta abril de 1793 en que pasaba a formar parte del ejército que actuó en la campaña del Rosellón o Guerra de la Convención contra la Francia revolucionaria. En la Guerra del Rosellón participó en numerosas acciones, como en la batalla de Masdeu, el 19 de marzo de 1793, en el reconocimiento de Coll de Portell para establecer una batería, en el ataque a Pertús para la destrucción de una batería enemiga o bien en los trabajos de atrincheramiento en el sitio y toma de Bellagarde, así como en un gran número de levantamientos topográficos. En la campaña de 1794, en el marco de la misma contienda, se halló en la defensa de las líneas de Figueras y posterior retirada sobre Gerona. En ese año, con fecha de 26 de diciembre, ascendía a capitán y a ingeniero ordinario, y en mayo de 1795 asistía a varios combates, así como a la batalla de Pontos el 14 de julio de ese año.

Finalizada la guerra, se le concedía el grado de teniente coronel en la promoción del 4 de septiembre, siendo destinado al mes siguiente como primer ayudante y profesor a la Real Academia de Matemáticas de Zamora.

En 1800 publicó un Tratado de Castrametación, o arte de campar, dispuesto para el uso de las Reales escuelas Militares, del cargo del Real Cuerpo de Ingenieros. En el tratado, Ferraz abordaba numerosos temas, además de los relativos a la castrametación; así, le preocupaba la sanidad colectiva, al afirmar que “[l]a experiencia demuestra que aun en las campañas mas activas y sangrientas perece incomparablemente mayor número de hombres por las enfermedades que en los combates: y así es de la mayor importancia el no descuidar ninguno de los medios que puedan contribuir á evitarla”. Otra idea marcada por el teniente coronel Ferraz como uno de los principios esenciales que debían de ser tenidos en cuenta a la hora de montar los campamentos era la de que se estructurasen siguiendo el orden de batalla de un ejército, de modo que siempre que el terreno lo permitiera debería colocarse “la infantería en dos líneas en el centro, y la caballería en otras dos en las alas, con una reserva de infantería y caballería en tercera línea”.

En julio de 1802 pasaba a la Dirección General del Cuerpo, y en octubre de 1804 era designado primer profesor de la Academia Especial de Ingenieros, recién inaugurada en Alcalá de Henares. En el citado centro de enseñanza quedaba encargado, junto a otros profesores, de la redacción de diversos tratados militares, en su caso, de fortificación de campaña y puentes militares entre otros.

Al inicio de la Guerra de la Independencia quedaba disuelta la Academia de Alcalá, por lo que el aún teniente coronel Ferraz abandonaba la ciudad trasladándose a Madrid. En septiembre de ese mismo año era destinado al Ejército de Andalucía, cuyos movimientos siguió hasta marzo de 1809 en que pasó como secretario de la Junta Militar de Sevilla. Durante esta primera etapa, reconoció la sierra de Cameros, ocupada en parte por el enemigo, se halló en la batalla de los Campos de Tudela el 23 de noviembre, en la penosa retirada a Cuenca y en la retirada a la Mancha después de la batalla de Uclés. En enero de 1810, antes de que los franceses entraran en Sevilla, se retiró al condado de Niebla y posteriormente a Ayamonte, de donde volvía de nuevo a las inmediaciones de la Junta de Sevilla. En abril de 1811 se le destinaba al tercer ejército, en el que desempeñó el cargo de comandante de Ingenieros. Tomó parte en la retirada de Alcoy a Alicante, en la acción de Castilla, retirada a Orihuela y sitio y toma del castillo de Consuegra. Nombrado vocal de la Comisión de Constitución Militar en mayo de 1813, permaneció en la misma hasta julio de 1814 en que pasaba como vocal a la Junta Superior del Cuerpo.

En junio de 1815 se integraba en el Cuerpo de Estado Mayor en la clase de ayudante general, volviendo al Cuerpo de Ingenieros, nuevamente como vocal de la Junta Superior del mismo, en enero de 1816, por haberse disuelto el citado Cuerpo de Estado Mayor. Finalmente, en febrero de 1818, se le destinaba a la Dirección de Ingenieros de Extremadura, de la que pasaba, en febrero de 1822, a la de Valencia. Estaba en posesión, entre otras condecoraciones, de la Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo.

 

Obras de ~: Tratado de Castrametación, o arte de campar, dispuesto para el uso de las Reales escuelas Militares, del cargo del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Imprenta Real, 1800.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.

Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros; “Lista general de los Oficiales del Real Cuerpo de Ingenieros del Exército y las particulares de España e Indias, según el estado en que se halla el referido Cuerpo en fin de agosto de 1809”, en Memorial de Ingenieros dedicado a la Guerra de la Independencia, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1908; Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911, 2 vols.; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y Ediciones de la Universidad, 1983; H. Capel et al., De Palas a Minerva: la formación científica y la estructura institucional de los Ingenieros Militares en el siglo XVIII, Barcelona-Madrid, Serbal-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. A. Galindo Díaz, El conocimiento constructivo de los Ingenieros Militares del siglo XVIII, tesis doctoral, Barcelona, Universidad Politècnica de Catalunya, 1996; L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999; J. Cantera Montenegro, “La otra guerra: la lucha por la subsistencia. Acuartelamiento, vestuario y alimentación durante la Guerra de la Independencia”, en Cuadernos de Historia Moderna. Anejos, 9 (2010), págs. 147-165; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño