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Gaspar Courselle

Biografía

Courselle, Gaspar. Flandes, c. 1702 – Santo Domingo (República Dominicana), 1765. Militar, coronel del Ejército, ingeniero en jefe.

Trabajó fundamentalmente en Hispanoamérica, casi desde sus inicios como ingeniero militar en torno a 1735, tanto en Cuba como en Nueva España, virreina­to, este último, donde llevó a cabo una importante labor cartográfica, realizando, además, numerosas obras y trabajos de fortificación.

Las primeras noticias que se tienen de Courselle (había ingresado en el Ejército como soldado raso, sirviendo en el Batallón de Infantería de La Habana) son del año 1735, debidas al coronel Bruno Caballero, ingeniero jefe y comandante del Cuerpo de Ingenieros en la Habana, y a Lorenzo de Montalvo, comisario de Guerra de Marina en Cuba. Caballero informaba de haberle visto servir como soldado y que, además, “le había asistido en diferentes ocasiones que se han ofrecido para la delineación de planos, en las que ha experimentado su aplicación y bastante comprehensión en la profesión, por lo que le encuentro capaz de ejercer el empleo”. El informe de Montalvo era también favorable: “que hace poco más de cuatro años sirve en esta plaza con especial aplicación en las obras pertenecientes a las fortificaciones que en ella se ejecutan; habiendo acreditádose de muy particular inteligencia en este arte”.

En octubre de 1735 solicitaba ingresar como ingeniero ordinario con patente de capitán, siendo autorizado a marchar a la Metrópoli para tramitar su ingreso en el Cuerpo en una nave inglesa. Realizaba su viaje recorriendo la Carolina, Florida e Inglaterra. La razón de este periplo, según informaba a Tomás Geraldino, embajador y ministro plenipotenciario en Londres, era para recibir información de las costumbres de los ingleses en la Carolina y la gente que tenían en Florida. “En Londres fue llevado al Almirante Don Carlos Wager, quien le solicitaba como capitán e ingeniero, a lo que Courselle ponía reparos, aduciendo lo inesperado de la proposición, así como los obstáculos de índole religiosa. Así mismo le fue solicitado un plano de la Bahía de Xangua, que, dice pudo excusar, y para evitar sospechas y conseguir sus propósitos informó sobre ello en un plano de un capitán inglés llamado Dick. También le preguntaron cuál era la forma más fácil de apoderarse de la isla de Cuba, si, por Xagua o Matanzas, o si por el contrario era más apropósito apoderarse de la Habana, rechazando al mismo tiempo, el juramento de fidelidad al monarca inglés, so pretexto de no poder hacerlo por tener aún tierras en España, las cuales quería liquidar antes de recibir la patente de Capitán en Inglaterra”. De todo ello daba cuenta secretamente a Geraldino, quien lo comunicaba a don José Patiño en 21 de abril de 1736, al propio tiempo que recomendaba a Courselle marchara inmediatamente a España.

De todo ello daba cuenta más tarde a sus superiores, en la Copia del Plano de la Bahía de Xagua que se hizo en Londres para el Sr. Don Carlos Wager, Almirante de Inglaterra. En 1736, Courselle efectuaba un informe titulado Relación del estado presente de la Isla de Cuba, de la Florida, de la Provincia de Carolina y de los que pasó últimamente en la Corte de Inglaterra en lo tocante a las Indias.

A comienzos de 1738 se vuelven a tener noticias de Courselle, que acababa de llegar de nuevo a La Habana con el empleo de ingeniero ordinario y grado de capitán, debiendo ocuparse de las obras de fortificación de aquella plaza. En 1738 se había decidido reparar y adecuar las viejas murallas de La Habana, que, según los ingenieros de la plaza, debían ser demolidas. Solamente Courselle coincidía con el ingeniero Ignacio Sala, quien, en ese año de 1738, emitía un informe con respecto al cierre con una nueva muralla de la ciudad, manifestando ser partidario, en contra de otros pareceres, de reparar y poner a punto la vieja cerca. Según el dictamen de Courselle, sólo había que añadir a la propuesta de Sala unas galerías contraminas y fogatas delante de la puerta de Tierra de la plaza, único sitio por donde podía ser atacada por el interior de la isla, la plaza.

Al poco tiempo de su llegada, tuvo un enfrentamiento con otro ingeniero ordinario destinado allí también, Antonio de Arredondo, al pretender Courselle tener preferencia sobre los demás ordinarios de la plaza, no obstante ser más antiguos que él en el empleo, por ser sólo tenientes, y estar él graduado de capitán.

Bruno Caballero le daba la razón, no así el gobernador Güemes, quien apoyaba a Arredondo, ya que el Reglamento del Cuerpo de Ingenieros daba preferencia a la antigüedad de los empleos de dicho Cuerpo, sin tener en cuenta la graduación en el Ejército.

También se quejaba Courselle del gobernador Güemes en una carta dirigida al rey, con fecha de 26 de julio de 1739, quien lo había hecho arrestar en el castillo de Matanzas por quejas de una mujer, protestando también por la violación de la correspondencia de que había sido objeto por el gobernador, quien así intentaba controlar y sofocar los justos deseos y quejas de sus subordinados. La corona le dio la razón en este asunto y reprendió duramente a Güemes.

A consecuencia de sus desavenencias con Arredondo y Güemes, es probable que se le enviara destinado a Nueva España, donde estaba en el año 1742, mostrándose sumamente descontento, ya que, a pesar de sus protestas y acusaciones contra aquéllos, ambos habían sido ascendidos, mientras él permanecía sin ninguna variación. Aducía para ello nueva certificación favorable de Bruno Caballero. Al parecer, en Madrid se había tomado abiertamente partido contra él, debido a que su permanencia en Cuba se consideraba perjudicial por ser extranjero, mandándosele pasase a Nueva España, donde el virrey debería emplearlo lejos de los puertos de mar.

Según parece, esta disposición tampoco se cumplía, pues el año siguiente (1743) estaba destinado en Veracruz, siendo promovido a ingeniero en segunda en 1749. Había nuevamente solicitado su ascenso, alegando tener más de 42 años de edad y 25 de servicio, aparte de las circunstancias y méritos de los demás ingenieros que se hallaban en las Indias, y, además, que era el más antiguo de los ordinarios destinado a la sazón en ellas.

El 8 de septiembre de 1756 se le destinaba a la Laguna de Términos, encargado de levantar un mapa general de la isla. El ingeniero en jefe don Carlos Luján le daba una detallada instrucción a Courselle, ordenándole que levantara un mapa general de la isla, con sus accidentes, etc., informando, además, sobre las condiciones de la misma para organizar una defensa, distancia de tierra firme y configuración de la laguna y sus bocas o canales, plano del castillo, proyecto para uno nuevo…Sobre todo ello informaba Courselle en Veracruz a primeros de diciembre de 1757, remitiendo al mismo tiempo tres planos, el primero de la isla de Tris, presidio del Carmen y demás islotes, puertos, etc., de la Laguna de Términos. Los otros dos, correspondientes, uno al proyecto propuesto en dicho presidio del Carmen, y el otro a un baluarte con media cortina del mismo.

Dos años después, realizaba el mapa general de la isla de Tris, con el presidio de Nuestra Señora del Carmen, además de las islas de Puerto Real, Chimustoc y resto de islotes de la Laguna de Términos, Puerto Escondido, canal de Sanvacán, con parte de las costas pertenecientes a las provincias de Yucatán y Tabasco. El plano levantado por Courselle del presidio de Nuestra Señora del Carmen mostraba lo construido hasta el momento, que consistía en una simple estacada a raíz del suelo. Su proyecto del citado presidio mantenía la planta consistente en un cuadrado perfecto con cuatro baluartes y cuyo presupuesto estimaba en 49.802 pesos, propuesta que era aprobada con fecha de 12 de mayo de 1759. El proyecto de Gaspar Courselle, que no se realizaba por su avanzada edad, estaba inspirado en las dimensiones y características definidas por las fortificaciones de Vauban y de tratados del padre Vicente Tosca, planteando una obra capaz de defender el sitio de saqueadores y contrabandistas.

Courselle fallecía en 1765, habiendo hecho testamento ante el alcalde mayor de Santo Domingo. Consta que la venta de todos sus bienes no alcanzó ni siquiera para el entierro y algunas misas, por ser muy pobre.

 

Obras de ~: Relación del estado presente de la Isla de Cuba, de la Florida, de la Provincia de Carolina y de los que pasó últimamente en la Corte de Inglaterra en lo tocante a las Indias, 1736; Proyectos de los Ingleses tocantes a las Indias descubiertos por Don Gaspar Courselle, s.f.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas. Exps. personales.

J. A. Calderón Quijano, “Ingenieros militares en Nueva España”, en Anuario de Estudios Americanos, 6 (1949), págs. 1-72; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; C. Martínez Martínez, “Los problemas militares en la segunda mitad del siglo XVIII”, en VV. AA., Historia General de España y América, vol. XI-2, Madrid, Rialp, 1985; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII, México D. F., Universidad Autónoma de México, 1993; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; J. M. Muñoz Corbalán, “Los ingenieros flamencos en el Ejército español”, en Presencia de ingenieros militares extranjeros en la milicia española, Revista Internacional de Historia Militar, 97 (2019), págs. 91-170.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño