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Eugenio Fernández Granell

Biografía

Fernández Granell, Eugenio. La Coruña, 28.XI.1912 – Madrid, 25.X.2001. Pintor, escultor, fotógrafo, ensayista, novelista y poeta.

Sus primeros años transcurren en Galicia. A los trece años lee Mi vida, de Leon Trostki, publicación que le predispone a entrar en contacto con la actividad política. Poco después se traslada a Madrid para estudiar en el Conservatorio de Música y Declamación, estudios que finalmente abandona debido a la precaria situación económica de su familia. En 1930 inicia sus primeros contactos con la izquierda militante y frecuenta en esos años las tertulias del Madrid de la época, donde conoce, entre otros, a Joaquín Torres García y a Wifredo Lam, al tiempo que colabora en varias revistas. Iniciada la Guerra Civil, desde las filas del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), partido al que estaba afiliado, pasa a integrarse en el bando republicano.

En 1937, durante un viaje a Barcelona, conoce a Benjamin Péret. Dos años después se exilia a París, atravesando los Pirineos y pasando por varios campos de concentración. Conoce a Wolfgang Paalen, a Óscar Domínguez y a Man Ray. En 1940 conoce asimismo a la que será su esposa y gran apoyo durante los años de exilio, Amparo Segarra. Ambos viajan a la República Dominicana y se instalan en Santo Domingo, entonces Ciudad Trujillo. En 1941, año en que nace su hija Natalia, comienza a dedicarse a la pintura de manera continuada. André Breton visita Santo Domingo y es entrevistado por Granell para el períodico dominicano La Nación, del que el pintor era colaborador en aquellos momentos. Comienza a pintar sus primeros cuadros de tendencia surrealista.

En 1943 se inicia su colaboración con la revista La Poesía Sorprendida y expone por primera vez de forma individual en la Galería Nacional de Bellas Artes de Ciudad Trujillo. Un año después, comienza a realizar una de sus más conocidas series pictóricas, las Cabezas de indios. Breton efectúa su segunda y última visita a Santo Domingo (1946) y Granell publica un nuevo artículo en La Nación para conmemorar este hecho. La inestable situación política en Santo Domingo se agrava y el pintor decide trasladarse a vivir con su familia a la ciudad de Guatemala, donde en 1947 comienza a impartir clases en la Escuela de Artes Plásticas, tomando asimismo parte activa en la fundación de la Asociación Guatemalteca de Escritores y Artistas (AGEAR) y continuando con su actividad expositiva.

En el marco de un congreso de intelectuales en el que participaba muy activamente el Partido Comunista de Guatemala (1949), Granell es acusado injustamente de proferir calumnias contra la democracia guatemalteca. El incidente se zanjó con la demostración de la inocencia del pintor, quien, sin embargo, decide abandonar el país al año siguiente y trasladarse a Puerto Rico, donde ejerce como catedrático en la Facultad de Humanidades. Conoce allí a gran número de intelectuales y personalidades de la cultura, como Juan Ramón Jiménez o Cristóbal Ruiz. Publica Isla cofre mítico (1951), con ilustraciones propias. En compañía de José Vela Zanetti emprende su primer viaje a Nueva York (1952), ciudad en la que contacta con Marcel Duchamp y Wifredo Lam, entre otros.

La galería A l’Etoile Scellée le organiza en París una exposición individual (1954) y con tal motivo viaja a la capital francesa, donde toma contacto con el grupo surrealista galo. En 1956, la Universidad de Puerto Rico le concede una licencia sabática, gracias a la cual imparte clases, como profesor visitante, en el Middleburg College, en el estado de Vermont (1957). Publica La novela del indio Tupinamba, con cubierta realizada también por él, y obtiene el premio de la Carnegie Foundation Fellowship.

Dos años más tarde, en 1959, la Bodley Gallery de Nueva York le organiza una exposición individual prologada por Marcel Duchamp y Julien Levy. Granell colabora también en la Exposition Internationale du Surréalisme, organizada en París, y obtiene uno de los premios otorgados ese año por The William and Noma Copley Foundation, de Chicago. Entra a formar parte del claustro de profesores del Brooklyn College de la City University de Nueva York (1960), ciudad en la que permanecerá hasta su regreso a España.

Asimismo, en Nueva York, el Museum of Modern Art (MoMA) admite en donación su cuadro La última noche haitiana del rey Cristóbal.

Comienza a colaborar con el grupo surrealista internacional Phases (1962), al tiempo que el MoMA organiza una exposición sobre sus últimas adquisiciones, entre las que figura el cuadro donado por Granell.

Inaugura su primera exposición individual en España en la galeria Neblí de Madrid y participa también en la muestra inaugural de la nueva sede de la Bodley Gallery de Nueva York. En este momento es seleccionado asimismo para participar en la XXXII Biennale Internazionale d’Arte de Venecia. En 1964, Claude Tarnaud le dedica la monografia Braises pour Granell.

En 1967, la editorial España Errante de México le concede el Premio Don Quijote a su novela Lo que sucedió, y Granell se gradúa doctor en Filosofia por la Graduate Faculty of the New York School for Social Research de Nueva York. Paralelamente, la editorial Alfaguara de Madrid publica su novela corta titulada El clavo.

En 1969 realiza el primer viaje a España tras su largo exilio. Publica un nuevo libro, Federica no era tonta y otros cuentos. El reconocimiento le llega en forma de diversas actividades: se publica su ensayo La leyenda de Lorca y otros escritos, envía sus colaboraciones gráficas a la revista Arsenal, Surrealist Subversion de Chicago (1973), colabora en la revista El Urogallo, así como en City Lights Anthology de San Francisco, y Settanta de Milán (1974), y expone individualmente en diversas galerías. Simultáneamente, Estelle Irizarry publica la monografía La inventiva surrealista de E. F. Granell (1976) y la revista Mele le dedica un número monográfico, con ilustraciones del propio pintor, quien participa, entre otras, en las colectivas Surrealism Unlimited 1968-1978, celebrada en Londres, y Surrealism in 1978. 100th Anniversary of Histeria, inaugurada en Wisconsin (1978).

En 1981 realiza un viaje a Santo Domingo (República Dominicana), con motivo de la exposición individual que le organiza la Galería de Arte Moderno de dicha ciudad, que en 1984 le dedicará asimismo un homenaje. Colabora con diversas publicaciones y la editorial Oasis de Toronto, publica su libro de poemas Estela de presagios. Se edita igualmente su tesis doctoral Sociological Perspectives of Picasso’s Guernica, y se le tributa un homenaje con motivo de su jubilación como profesor en el Brooklyn College. La editorial madrileña Fundamentos publica la primera edición española de La novela del indio Tupinamba, al tiempo que Ludwig Zeller edita The invention of dice or Eugenio Granell o la invención del dado (1982).

Realiza el viaje de regreso definitivo a Madrid en 1985, y en 1986 expone individualmente en el Museo de Bellas Artes de Santander y en el Palacio Municipal de Exposiciones Kiosko Alfonso de La Coruña.

Con ocasión de esta última exposición, los intelectuales gallegos le dedican un homenaje. Participa en la XLII Esposizione Internazionale d’Arte de la Biennale di Venezia. La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Santiago de Compostela le dedica un nuevo homenaje. Con ocasión del Congreso de Intelectuales celebrado en Valencia, publica, en el suplemento Culturas del periódico madrileño Diario 16, el artículo “El Congreso se divirtió con sangre”. Andrés Sánchez Robayna publica, en el número 16-17 de Syntaxis, el texto íntegro de Isla cofre mítico.

Tras exponer individualmente en la Fundación Mapfre Vida de Madrid, y en la Caja de San Fernando de Sevilla, participa igualmente en varias exposiciones colectivas, como el IX Salón de los 16 e I surrealisti, inaugurada en el Palazzo Reale de Milán.

Se publica la edición española de Lo que sucedió. Le es concedido el Premio Comunidad de Madrid a la creación musical, literaria y plástica, en la modalidad de plástica (1989). La revista literaria Rey Lagarto le dedica un número monográfico, y Estelle Irizarry publica un volumen titulado Escritores-pintores españoles del siglo xx, uno de cuyos capítulos se centra en la obra de Granell. Le es concedido el Premio Pablo Iglesias por su trayectoria artística (1990).

Fallece en Vigo su hermano Mario (1991). Se edita en francés, bajo el título de Ile coffre mythique, su obra Isla cofre mítico. Sus trabajos son incluidos en la colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1992). El entonces presidente del Gobierno, Felipe González, inaugura su escultura Retrato póstumo de Asurbanipal en un parque público de Santiago de Compostela. Se reedita su libro Federica no era tonta y otros cuentos, que es presentado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. César Antonio Molina publica una monografía sobre su obra, dentro de la colección Grandes Pintores, patrocinada por la Diputación Provincial de La Coruña. Le es concedida por el Ministerio de Cultura la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1994). En 1995 se inaugura en Santiago de Compostela la fundación que lleva su nombre, donde se conserva parte de su obra.

En su período pictórico inicial (1940-1943), Eugenio Granell logra introducir en sus composiciones el misterio surrealista, si bien esas composiciones muestran todavía la huella de los artistas y movimientos más admirados por el pintor. No obstante, algunas de sus obras más tempranas contienen ya en germen todos los elementos constitutivos de sus más ricas escenas surrealistas, que fueron desarrolladas más tarde.

El segundo período evolutivo de la obra plástica de Granell (1944-55) se inicia con una peculiar, interesante y extensa serie, las Cabezas de indios, en la que se produce un cambio radical de estilo, depurándose la composición hasta reducirse a sus elementos esenciales, como consecuencia de las enseñanzas cubistas de Picasso. Del mismo modo, el color llega ahora a anunciar el estallido cromático que caracterizará las obras de 1945 en adelante. Las Cabezas de indios fueron prácticamente abandonadas como tema iconográfico a partir de 1946. En esta segunda etapa tiene también lugar la aparición y desarrollo de otra importante serie, la denominada genéricamente Encuentros.

Estas obras son, quizá, las de mayor contenido onírico dentro del conjunto global de la producción granelliana y tratan sobre uno de los temas de mayor raigambre surrealista: la metamorfosis, tomando como punto de partida la exuberante fauna y flora del territorio guatemalteco. En 1950, Granell posee ya una caligrafía plástica propia, los hallazgos de la serie Encuentros han cuajado plenamente, y a consecuencia de ello, las composiciones realizadas durante el primer quinquenio de la década de 1950, herederas del automatismo surrealista y constitutivas de su período puertorriqueño, presentarán un conjunto de características que las convierten en uno de los más granados frutos del surrealismo del nuevo continente.

Coincidiendo inicialmente con sus visitas esporádicas y, más tarde, con su prolongada estancia en Nueva York, la pintura de Granell se va alejando, poco a poco, de la figura, desarrollándose ahora su período más cercano a la abstracción (1956-1966). A pesar de ello, las composiciones de este decenio nunca llegan a perder por completo las referencias a la figura. Estas realizaciones, estructuradas a base de pequeñas pinceladas que recuerdan, en gran manera, a la técnica puntillista, constituyen un conjunto armónico y coherente, en el que destaca la elaborada ejecución de los fondos, donde la pintura se apropia de toda la superficie del cuadro, en una especie de particular horror vacui. Los tonos son los habituales en la producción de Granell: amarillos, azules, verdes, rojos encendidos y rosas, si bien en estos años cobran también notoriedad los marrones y los ocres. La pintura de estos lienzos se aplica en finas capas, y sus trazos sinuosos contribuyen a la creación de unos paisajes oníricos fuertemente impregnados de un erotismo latente.

A partir de 1967 se introduce de nuevo la figuración en el estilo de Granell. En las obras que marcan el inicio de esta nueva etapa figurativa, la silueta de los personajes se va afianzando y los minuciosos fondos anteriores van desapareciendo progresivamente.

Granell llega a la elaboración completa de su propio idioma plástico, que viene de la mano de esta figuración de los años sesenta. Los personajes, que aparecen enmarcados por estructuras a modo de escenarios teatrales, no ocultan la admiración de su autor por la obra de El Greco, y no suelen presentarse aislados sino formado grupos. La tendencia al barroquismo irá perdiéndose poco a poco, para desembocar en el año 1990 en un tipo de representación mucho más esquemática, de atléticas y estilizadas figuras. Los colores, siempre planos y luminosos, adquieren en este período una nueva intensidad lumínica, que llega a su punto culminante en los lienzos realizados al final de la década de los ochenta. La iconografía dominante en esta última etapa incluye varios temas, relacionados con el Siglo de Oro español, el Medievo, el Antiguo Testamento o el mundo de la alquimia. Los motivos específicamente surrealistas, muy cultivados en los años de estrecho contacto con Breton y Péret, aparecen igualmente en esta última época, especialmente las metamorfosis y las representaciones de connotaciones oníricas.

Escultor, dibujante, fotógrafo, ensayista, poeta..., Eugenio Fernández Granell cultivó múltiples facetas artísticas, aunque él mismo se consideraba sobre todo pintor. Amigo personal de los más destacados militantes surrealistas, especialmente de Marcel Duchamp y André Breton, fue incluido por este último entre los principales cultivadores del movimiento.

 

Obras de ~: Pintura: Autorretrato, c. 1943; Cabeza de indio, 1944; Los ecos de la vida, 1951; El vuelo diurno del pájaro Pi, 1952; Sueño de una noche de verano en la playa de San Amaro, 1954; El nacimiento de los pájaros, 1957; Los relámpagos cruzan una gran piedra negra, 1959; Las bodas del bandido de Córdoba, 1967; Paolo Uccello suelta una paloma, 1974; El balcón de las hijas del sol; 1978; El retorno de la paloma, 1982; Director de orquesta, 1990; Elegía por Andrés Nin, 1991.

Escritos: El hombre verde, Ciudad Trujillo, La Poesía Sorprendida, 1944; Arte y artistas en Guatemala, Guatemala C. A., El Libro de Guatemala, 1949; Isla cofre mítico, Isla de Puerto Rico, Caribe, 1951; La novela del indio Tupinamba, México D. F., Costa-Amic, 1959; El Clavo, Madrid, Alfaguara, 1967; Lo que sucedió, México D. F., España Errante, 1968; Federica no era tonta y otros cuentos, México D. F., Costa-Amic, 1970; La leyenda de Lorca y otros escritos, México D. F., Costa- Amic, 1973; Picasso’s Guernica. The end of a Spanish era, Ann Arbor (Michigan), UMI Research Press, 1981; Estela de presagios, Toronto-Nueva York, Oasis, 1981.

 

Bibl.: C. Tarnaud, Braises pour Granell, Paris-New Y ork, Phases, 1964; S. Arbos Ballesté, Eugenio Granell, un surrealista español en Nueva York, Madrid, Ateneo de Madrid, 1974; E. Irizarry, La inventiva surrealista de E. F. Granell, Madrid, Ínsula, 1976; L. Zeller, The invention of dice or Eugenio Granell o la invención del dado, Toronto-New York, Oasis, 1982; C. A. Molina, E. F. Granell, La Coruña, Palacio Municipal de Exposiciones Kiosko Alfonso, 1986; J. M. Bonet, E. Granell, Madrid, Fundación Cultural Mapfre Vida, 1989; J. M. Bonet y E. Guigon, Islas y brasas. Eugenio Fernández Granell, Teruel, Museo de Teruel, 1990; R. Santos Torroella, E. Jaguer y J. Pierre, Eugenio Granell. Exposición antológica 19401990, Madrid, Comunidad de Madrid, 1990; F. Castro Flórez, Eugenio F. Granell encantador de serpientes, Cuenca, Diputación, 1993; C. A. Molina, R. Santos Torroella, J. M. Bonet y F. Castro Flórez, Eugenio Granell, La Coruña, Diputación Provincial, 1994; N. Fernández Segarra y J. Ruiz Sierra, Colección Eugenio Granell. Fundación Eugenio Granell, Santiago de Compostela, Consorcio de Santiago, 1995; J. Herrera Navarro y F. Castro Flórez, Granell en Puerto Rico, Santiago de Compostela, Fundación Eugenio Granell, 1997; J. Medina Rivaud, X. Estévez, M. Carrasco y O. Ledo Araúxo, Juego de sugerencias. Granell y la arquitectura, Santiago de Compostela, Fundación Eugenio Granell, 1999; J. Herrera Navarro, Eugenio Granell. El elixir del alquimista / Eugenio Granell. The elixir of the alchemist, Santiago de Compostela, Fundación Eugenio Granell, 1999; A. Garrido Moreno, Coleccionistas. Eugenio Granell en las colecciones gallegas, Santiago de Compostela, Fundación Eugenio Granell, 2001; A. Pagán, Imaxes do soño en liberdade. O cinema de Eugenio Granell, A Coruña, Centro Galego de Artes da Imaxe, 2003; L. García de Carpi, La imagen de la mujer en la obra de Eugenio Granell / A imaxe da muller na obra de Eugenio Granell / The image of woman in Eugenio Granell’s Work, Santiago de Compostela, Fundación Eugenio Granell, 2004.

 

Pilar Paloma Esteban Leal

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