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Santiago González Tablas y García Herrero

Biografía

González Tablas y García Herreros, Santiago. Pamplona (Navarra), 9.II.1879 – Marruecos, 13.V.1922. Militar y caballero Laureado de San Fernando.

Fueron sus padres el teniente general Ramón González Tablas y Javiera García Herreros y Escartín. Ingresó en el mes de agosto de 1894 en la Academia de Infantería de Toledo, de la que salió promovido a oficial en 1896, marchando a Cuba, donde con el batallón Expedicionario de América tomó parte en operaciones contra los insurrectos, combatiendo el 10 de noviembre en la famosa acción de Lomas de Rubí bajo el mando de Weyler y ganando dos Cruces rojas al Mérito Militar.

A partir de 1897 siguió durante tres años los estudios en la Escuela Superior de Guerra.

Estando destinado en el Regimiento de Sicilia fue ascendido en 1904 al empleo de capitán. Destacó en estos años por su gran habilidad en el arte de la esgrima, ganando en 1905 el título de campeón de España de florete, siendo también un aventajado deportista en regatas y esquí.

En 1909 marchó voluntario a Melilla con el batallón de Cazadores de Madrid, interviniendo el 27 de septiembre en la toma de la alcazaba de Zeluán y el 30 en el combate del Zoco el Jemis de Beni bu Ifrur, ganando otras dos Cruces rojas al Mérito Militar por las anteriores acciones y por la protección de convoyes.

Tras una corta estancia en la Península, en 1912 volvió a Melilla como ayudante del batallón de Cazadores de Tarifa, distinguiéndose en la ocupación de los Tumiats, donde ganó la Cruz de María Cristina.

Al año siguiente pasó destinado al batallón de Los Arapiles, al que se incorporó en Laucién tras las operaciones que se habían realizado a partir del 11 de junio para su ocupación, distinguiéndose en los combates librados en las inmediaciones de Tetuán, en el puente de Busceja y en la loma de Los Arapiles, ganando el ascenso a comandante por méritos de guerra.

En 1914 desempeñó en la Península los cargos de ayudante de su padre, consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina, y del subsecretario del Ministerio de la Guerra, cesando en este último cargo tras habérsele concedido en 1915 el mando de un tabor del Grupo de Fuerzas Regulares de Ceuta, al que se incorporó en el mes de junio.

El inicio de la Primera Guerra Mundial y la firma de un pacto secreto con el Raisuni en el mes de septiembre de 1915 hicieron que durante los años siguientes se caracterizasen por una relativa inactividad bélica. Se continuó la labor política y se ocuparon algunas posiciones con el fin de asegurar las comunicaciones entre Tetuán y Tánger, siendo la principal operación efectuada por los Regulares de González Tablas la toma del Biutz, en el mes de junio de 1916.

Tras esta acción, en la que fue citado como “Distinguido”, aprovechó el tiempo para estudiar el árabe, obteniendo la calificación de sobresaliente en los exámenes que tuvieron lugar en octubre de 1918.

Al terminar la Guerra Mundial se reiniciaron las operaciones, comenzando en el mes de marzo de 1919 con la ocupación de la cabila de Anyera. El 13 de mayo se decidió establecer una posición dominante sobre el río Jemis, encomendándosele al comandante González Tablas la misión de apoderarse y fortificar con su Tabor, una compañía de fusiles y otra de ametralladoras, la loma de Jandak Zina, siendo preciso para conseguir estos fines desalojar previamente al enemigo de sus trincheras.

Para conseguirlo, ordenó que iniciase el avance la 3.ª Compañía del Tabor, que en un escaso tiempo sufrió ocho muertos y seis heridos, por lo que se apoderó el pánico de una de las secciones, que al retroceder lo propagó hasta la retaguardia de la columna. Para salvar tan crítica situación, se lanzó pistola en mano hacia los que retrocedían, conteniéndolos, alentándolos y logrando, con inminente riesgo de su vida, que volviesen a la línea de fuego y se lanzase al ataque toda la tropa a sus órdenes, con ímpetu y decisión tales que desalojó al enemigo del puesto que ocupaba y le hizo huir a la desbandada, consiguiendo sus fuerzas, aunque con sensibles pérdidas, rebasar la posición designada como objetivo principal de la operación.

En el mes de octubre siguiente fue ascendido a teniente coronel por antigüedad y destinado al Regimiento de Córdoba, pero quedó al mando del grupo durante unos meses por hallarse su jefe de baja al haber resultado herido en campaña.

Al juicio contradictorio que se le había abierto para determinar si tenía derecho a la Cruz laureada de San Fernando por la ocupación de la loma de Jandak Zina se le dio fin en 1920, siéndole concedida tan preciada recompensa por Real Orden de 12 de febrero del mismo año, procediéndose a su imposición el 30 de mayo siguiente al frente del Regimiento de Córdoba.

En junio retornó a Marruecos al habérsele confiado el mando del Grupo de Regulares de Ceuta, con el que volvió a la campaña para actuar en vanguardia de cuantas operaciones se realizaron en la zona de Ceuta- Tetuán.

Con el fin de expulsar al Raisuni de Tazarut, en julio de 1921 participó en una serie de acciones previas para conseguirlo, que serían interrumpidas cuando, como consecuencia de la retirada de Annual, se vio obligado a acudir con su grupo en auxilio de la plaza de Melilla.

Seguidamente tuvo una participación muy destacada en la reconquista de la zona de Melilla, resultando gravemente herido el 19 de septiembre en la operación de Casabona y volviendo a ponerse al frente de sus Regulares sin estar completamente restablecido; estos hechos le convirtieron en un héroe de leyenda, siendo nombrado por don Alfonso XIII gentilhombre de cámara.

En la conquista de Tazarut, refugio inexpugnable del Raisuni, encontró la muerte el 13 de mayo de 1922, imponiéndosele sobre el campo de batalla la Medalla Militar individual “por su brillante actuación y servicios notorios y distinguidos realizados en el empleo de teniente coronel, en el que siempre puso de relieve su valor heroico y desprecio del peligro, conduciendo a las tropas a la victoria y a las que supo inculcar en sumo grado el amor a las armas”. Por sus méritos, se le concedió a su viuda, Isabel Cerni y Mas, el título de marquesa de González Tablas, que luego heredaría su hija Victoria Eugenia. Su cuerpo se encuentra enterrado en el cementerio de Ceuta.

Recordando su muerte, sobre una roca situada por encima de Ain Grana la Legión grabó una lápida con su nombre y posteriormente se levantó un monolito en Tazarut que, al ser derribado por unos desaprensivos, fue trasladado al Museo de Regulares el único trozo del mismo que tenía una inscripción; en este mismo Museo se encuentran depositados la Cruz laureada del héroe y su llave de gentilhombre.

En su honor, Ceuta dio el nombre de avenida de González Tablas a una céntrica calle de la ciudad, dedicándole también un monumento que situó en el paseo de las Palmeras. El nombre de este héroe fue dado a una de sus calles en las ciudades de Barcelona, Cádiz, Pamplona y Cartagena, recibiéndolo también el acuartelamiento del Grupo de Regulares de Ceuta n.º 54 y una de las compañías de este cuerpo.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. G-1840.

J. M. Gárate Córdoba (dir.), España en sus héroes: historia bélica del siglo xx, Madrid, Ornigraf, 1969; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez