Cuando nació, su padre, Florentino, era gobernador civil de Oviedo; su madre, Leónides, era hija de José García San Miguel, I marqués de Teverga, que fuera alcalde de Avilés y diputado a Cortes. Un tío de Luz, Julián García San Miguel, llegó a ser ministro de Gracia y Justicia bajo la presidencia de Sagasta.

A los cinco años, Luz quedó huérfana de padre y al año siguiente, 1885, su madre, que pronto sucedió en el título de marquesa de Onteiro, decidió trasladarse con toda su familia a Madrid, para atender mejor a la educación de sus cinco hijos. Luz se distinguió pronto por su vida de piedad y por el afán de socorrer a los pobres que llegaban a su casa. En 1897 hizo un viaje a Lourdes y ante la Virgen se confirmó en su decisión de dedicarse total y exclusivamente al apostolado en los barrios marginados de Madrid, que no eran pocos y de aspecto miserable en aquellos años de principios de siglo. [...]