Rascón y Navarro, Juan Antonio. Conde Rascón (I), Vizconde de Lagasca (I). Madrid, 5.V.1820 – 26.VIII.1902. Político y diplomático.
Al parecer, consideraba de buen agüero el haber nacido el mismo día en que murió Napoleón. Doctor en Derecho, de joven vivió los avatares de la instauración del régimen liberal, y luchó a favor de Isabel II como miembro de la Milicia Nacional. Fue herido en el frustrado asalto al Palacio Real del 7 de octubre de 1841, y lo llevaban ya a enterrar cuando empezó a dar señales de vida. Años más tarde, será vocal de la Junta de Salvación, Armamento y Defensa de Madrid (julio-agosto de 1854) al comienzo del Bienio Progresista, diputado al Congreso por Alicante (1858, 1865 y 1876) y senador vitalicio (1881). Fue redactor del periódico progresista El Clamor Público, fundado en 1844.
Designado ministro en Bruselas (1854), no tomó posesión, y su carrera como jefe de misión empezó en Florencia (1854-1855), en donde fue el último ministro de España residente; siguieron sus puestos como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Francfort (1862-1864), La Haya (1864) y Buenos Aires (1864-1866) y Berlín (1869-1871, 1871-1872 y 1874-1875). A raíz de un incidente con el futuro Alfonso XII mientras estaba en ese puesto, no obtuvo alto cargo alguno durante su reinado, pero durante la regencia de María Cristina volvería a desempeñar importantes jefaturas de misión. Comenzó como Oficial Mayor de la Secretaría de Estado (1881), luego fue ministro en Constantinopla (1881-1883); en este cargo fue árbitro único en un litigio entre Rusia y Turquía por unas presas en el Danubio. Más tarde, fue ministro (1886-1887) y luego embajador (1887- 1888) en Roma; de nuevo Berlín, pero como embajador (1888-1890) y, finalmente, embajador en Londres (1897-1900). También fue comisario general de los Santos Lugares.
Estando de ministro en Turquía, recibió instrucciones del gobierno Sagasta, cursadas entre el 15 de junio y el 24 de julio de 1881 por el ministro de Estado, Antonio Aguilar, para proteger a los judíos sefardíes huidos de los “progroms” rusos. Consecuentemente, Rascón facilitó la partida para España de judíos perseguidos, aunque eran azkenazíes y no sefardíes; logró el traslado de cincuenta y una familias, casi todas ellas indigentes. Rascón argumentó que esa ayuda facilitaría las relaciones económicas con las comunidades sefardíes en Turquía. Respecto a éstas recomendó por despacho una política de acercamiento, incluyendo la apertura de escuelas españolas en Constantinopla y Salónica a fin de que no se perdiera la lengua española.
Esto ha sido considerado el primer informe de este tipo sobre los sefardíes en el siglo xx y una inspiración lejana del decreto de Primo de Rivera de 20 de diciembre 1924 por el que se concedía la nacionalidad española a los protegidos españoles y, en general a los descendientes de españoles, por tanto a los sefarditas.
Por esa protección de judíos perseguidos se le considera un precursor de los diplomáticos españoles que salvaron a miles de ellos de la Shoa durante la segunda Guerra Mundial, como Miguel de Muguiro, Julio Palencia, Eduardo Propper, Bernardo de Rolland, José de Rojas, Sebastián de Romero, José Santaella, Ángel Sanz y Ginés Vidal.
Casó con Ramona Anduaga y Mejía siendo ministro residente en Florencia, y tuvo con ella, al menos, un hijo —Nicolás, agregado diplomático honorario en su tercera embajada en Berlín— y una hija.
Obtuvo sus títulos aristocráticos por su actuación como ministro en Berlín durante la guerra francoprusiana.
También fue agraciado con la Gran Cruz de Carlos III y la Cruz de primera clase de San Fernando, así como con la Gran Cruz de Adolfo de Nassau.
Sus archivos privados (1818-1900) se encuentran en el Archivo Histórico Nacional.
Obras de ~: El Ejército de la Alemania del Norte, Druck und verlag von E. Schmitt, Berlín, 1871.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 42 n.º 3, 53 n.º 4 y 78 n.º 16; Archivo del Senado, Expedientes personales, HIS- 0364-06.
Staats Almanak, 1865, pág. 45; H. Avni, España, Franco y los judíos, Madrid, Altalena, 1982; I. González García, “España y el problema judío en la Europa del siglo xix”, en Cuadernos de Historia Moderna y Contemporánea, VII (1986); J. P. Alzina, Embajadores de España en Londres, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 2000, págs. 270-272; Santiago en St James’s, Madrid, Palafox y Pezuela, 2001, págs. 20-22 inter alia; Embajadores de España en los Países Bajos, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 2004, págs. 85-87; A. de Vidas, El Dr. Ángel Pulido y el redescubrimiento de los sefardíes al final del siglo xx, Zaragoza, Diputación, 2005, 2 vols.
José Pablo Alzina de Aguilar
