Caro y Fontes, Ventura. Valencia, 14.VII.1731 – 19.V.1808. Capitán general del Ejército.
Hijo de José Caro y Roca, primer marqués de la Romana, y de Patricia Fontes. Ingresó en el ejército el 20 de junio de 1750, como cadete en el regimiento de Reales Guardias Walonas, y ascendió seguidamente a alférez de fusileros, el 21 de marzo de 1752, y a 2.º teniente, el 7 de abril de 1760. tomó parte con ese empleo en la campaña de Portugal de 1762. Posteriormente fue promovido a 1.er teniente, el 14 de mayo de 1767.
Asistió como voluntario, a las órdenes del conde de O’Reilly, a la expedición y desembarco de Argel, el 8 de julio de 1775, en donde su hermano mayor, el segundo marqués de la Romana, resultó muerto. En ese mismo año fue destinado, el 2 de noviembre, como coronel agregado al regimiento de dragones de Pavía.
En 1776, tomó parte en la expedición de Pedro de Cevallos al Río de la Plata, sirviendo como segundo comandante del cuerpo de dragones, y se distinguió en la toma de la isla de Santa Catalina, el 22 de febrero de 1777, desde donde pasó a Montevideo, para organizar allí un cuerpo de caballería, con el que participó en la rendición de la Colonia de Sacramento, el 4 de junio siguiente. A su regreso a España fue nombrado coronel del regimiento de dragones de Almansa (29 de julio de 1778). Durante la guerra contra Inglaterra se embarcó en Alicante con tres escuadrones desmontados de su regimiento, y se incorporó al marqués de Crillon, en Menorca, distinguiéndose en el sitio y toma del castillo de San Felipe, en donde mandó la izquierda de la paralela. Por su conducta el ascenso a brigadier de caballería, el 22 de febrero de 1782, y el nombramiento de gobernador de la isla.
En ese mismo año, marchó destinado al sitio de Gibraltar, donde mandó la columna de Granaderos Desmontados, desde 27 de mayo de 1782 hasta 2 de febrero de 1783. Fue ascendido a mariscal de campo en la promoción del 1 de enero de 1783.
Participó como voluntario en la expedición y bombardeo de la plaza de Argel, a las órdenes de Antonio Barceló, de 1 a 10 de agosto de 1783.
El 21 de agosto de 1784 se le designó miembro de la comisión de límites entre España y Francia, y dos años más tarde, el 26 de abril de 1786, se le nombró inspector general de la infantería y miembro del Consejo Supremo de Guerra, puesto que ocupó hasta su ascenso a teniente general el 14 de enero de 1789, recibiendo asimismo el nombramiento como capitán general de la isla de Cuba, destino que no llegó a ocupar.
El 10 de febrero de 1789 le fue concedida licencia para contraer matrimonio con su sobrina María Anunciación Caro y Ortiz, de dieciséis años e hija única de su difunto hermano Carlos.
Carlos IV, tras su ascenso al trono, le nombró comandante general interino de Galicia, el 10 de diciembre de 1790; posteriormente fue nombrado capitán general de ese reino el 2 de enero de 1792.
Ante la alarmante situación creada por la Revolución Francesa y el deterioro de las relaciones entre los dos países, le fue encomendada, el 10 de enero de 1793, la capitanía general de Guipúzcoa y el mando del ejército de los Pirineos Occidentales.
De acuerdo con el plan de campaña, aprobado por el Consejo Supremo de Guerra, la misión de su ejército, denominado “de Guipúzcoa y Navarra”, consistía en mantenerse a la defensiva, mientras el ejército del Rosellón, mandado por Ricardos, tomaría la ofensiva, apoderándose de Perpignan.
Una vez declarada la guerra, cruzó rápidamente el Bidasoa, se apoderó de Hendaya (23 de abril de 1793), tomó seguidamente el campo de Sara (30 de abril) y derrotó a los franceses en Château-Pignon el 6 de junio siguiente. Siguiendo con el plan de operaciones, se replegó sobre el Bidasoa, en donde rechazó los continuos ataques franceses, de 22 de junio y de 13 y 14 de julio, en la importante posición de Biriatu. Al mes siguiente fueron nuevamente rechazados los enemigos, en ese mismo punto y en la Croix des Bouquets (29 de agosto), donde sufrieron graves pérdidas. El 7 de septiembre fueron derrotados al atacar los puestos de Urdax y Zugarramurdi, manteniéndose Caro firmemente hasta el final de la campaña en la línea de defensa del Bidasoa.
A comienzos de 1794, perdidas algunas de las posiciones en la orilla derecha de ese río, Caro efectuó, el 5 de febrero de 1794 una salida general contra los franceses mandados por el general Muller, y reconquistaron la Croix des Bouquets.
Llamado a Madrid, para concertar el plan de operaciones para ese año, solicitó inútilmente refuerzos para su ejército, petición que no fue atendida; únicamente se le confirmó que se mantuviera a la defensiva ante los franceses.
Reintegrado a su mando, tuvo que hacer frente a los ataques de un ejército francés muy reforzado, mas logró rechazarlo en sus ataques a la posición de La Rhune, el 26 de marzo de 1794. Al mes siguiente, efectuó un ataque general, el 25 de abril, desde el valle del Baztán y Roncesvalles, quemando más de cuatrocientas bordas y casas en Arnegui y Ondarrola, en represalia por el incendio de Valcarlos.
Como reconocimiento a su actuación, le fue concedida, el 4 de abril de 1794, la Gran Cruz de Carlos III.
A principios de junio, Muller, comandante en jefe del ejército de los Pirineos, atacó las posiciones del ejército español en Berderitz, puertos de Izpegui y de Maya, así como en Roncesvalles, pero fue rechazado entre el 3 y el 6 de junio. Por su parte, Caro decidió efectuar una nueva salida general, el 23 de ese mismo mes, con el fin de escarmentar a los franceses; pero ante la falta de medios, tuvo que replegarse a sus posiciones de partida.
A primeros de julio marchó a Madrid, y ante la negativa del Consejo de reforzar a su ejército, presentó la dimisión, que le fue aceptada, según informaba, el 22 de julio, la Gaceta de Madrid, fue sustituido en el mando por el teniente general conde de Colomera.
Permaneció retirado hasta el 12 de julio 1798, cuando que el nuevo secretario de estado, Francisco de Saavedra, tras el retiro de Manuel Godoy, le nombró ministro en la Corte de Portugal, cargo que no aceptó. Fue luego nombrado capitán general de Valencia, el 29 de septiembre de 1801, y recibió el ascenso a capitán general del ejército el 28 de diciembre de 1802. Cesó en su gobierno y le sucedió el teniente general Domingo Izquierdo. Continuó residiendo en Valencia, hasta su fallecimiento el 19 de mayo de 1808.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Secretaría de Guerra, Hoja de Servicios, diciembre de 1779, leg. 2464, Cº2, Fl.2; Archivo General Militar (Segovia), Celebres 26, exp. 18; Exp. matrimonial, leg. C-1428; Archivo General de Palacio (Madrid), Registro de la Estampilla, años 1786, 1790, 1792, 1801, 1802; Hemeroteca Municipal de Madrid, Gaceta de Madrid, 1 de marzo de 1782, n.º 18; 5 de marzo de 1782, n.º 19; 3 de enero de 1783, n.º 1; 16 de mayo de 1786, n.º 29; 16 de enero de 1789, n.º 5; 31 de diciembre de 1790, n.º 105; 24 de enero de 1792, n.º 7; 29 de enero de 1793, n.º 9; 16 de septiembre de 1808, n.º 125.
L. Marcillac, Historia de la guerra entre la Francia y la España durante la Revolución Francesa, Madrid, Imprenta de Repullés, 1815; Conde de Clonard, Historia orgánica de las armas de caballería e infantería española, t. V, Madrid, B. González Castillo, 1854; C. Guillaume, Histoire des Gardes Wallones, Bruxelles, F. Parent Editeur, 1858; Estado Mayor Central del Ejército, Campañas de los Pirineos a finales del siglo XVIII, Guerra de España con la Revolución Francesa, t. IV, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1959; V. Cadenas y Vicent, Extracto de los Expedientes de la Orden de Carlos III, 1771-1847, t. III, Madrid, Hidalguía, 1981; D. Ozanan, Les diplomates espagnols du XVIIIe siècle. Introduction et rèpertoire biographique (1700-1808), Madrid-Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays, 1998.
Alberto Martín-Lanuza