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Francisco Pacheco y Córdoba

Biografía

Pacheco y Córdoba, Francisco. Córdoba, c. 1530 – 2.X.1590. Obispo de Málaga y de Córdoba.

Nació en Córdoba alrededor de 1530, hijo de Francisco Pacheco, señor de Almunia, y de María de Mendoza y Córdoba, hija del III conde de Cabra. Dedicó sus primeros años al estudio hasta que se doctoró en Derecho Canónico, llegando a ocupar el puesto de deán del Cabildo de Córdoba y asistiendo en 1570, como representante del monarca Felipe II, al capítulo provincial de la Orden Trinitaria que se celebró en la ciudad.

Fue designado por el papa Gregorio XIII, a petición de Felipe II, para el obispado de Málaga, el cual había quedado vacante por el traslado al arzobispado de Santiago del anterior obispo, Blanco Salcedo. Pacheco tomó posesión de la mitra malagueña el 14 de febrero de 1575, aunque su entrada en la ciudad se demoró hasta el año siguiente.

Realizó al llegar a su Iglesia una visita canónica a la Catedral y mandó redactar una serie de recomendaciones en las que se trataba de la asistencia y comportamiento en el coro, sobre el culto y otros asuntos que conformaban un total de 37 artículos y que fueron leídos en el Cabildo el 8 de febrero de 1576. Ese mismo año comenzó a cumplimentar la bula de Gregorio XII sobre la creación de una casa de Niños Expósitos. Se le deben además a este obispo la fundación de la iglesia de San Juan y las Constituciones de la Cofradía del Santo Entierro en San Agustín de Antequera.

Durante su pontificado la población padeció dos graves epidemias de peste entre 1580 y 1585. El prelado visitó y consoló a los enfermos recogidos en el hospital de la torre de Fonseca y gastó en su ayuda gran parte de sus rentas. Lo mismo hicieron los carmelitas descalzos y para premiar su celo en el socorro de los contagiados, el obispo les hizo su fundación junto al hospital en 1584.

En esta época fundaron también su casa en Málaga los agustinos, que se instalaron en 1575. Pacheco ayudó a los padres de la Compañía de Jesús a crear sus escuelas de Latín y Retórica en 1599 e igualmente contribuyó a la fundación de los franciscanos recoletos en el Convento de Santa Isabel de Los Ángeles, en el cerro de Miraflores, en 1582. Unos años antes, en 1577, había inaugurado y bendecido la iglesia y hospital de Nuestra Señora del Socorro, en Ronda.

Durante su pontificado se adelantaron mucho las obras de la Catedral, se concluyó la sacristía mayor y se adornó ricamente la capilla mayor, contribuyendo en el sufragio de su decoración el propio obispo con una importante suma de dinero.

En 1581, estando reunido Pacheco con su Cabildo, se sintió un gran terremoto en la ciudad; sufrieron importantes daños materiales el palacio episcopal y otros edificios pero sin mayores consecuencias, por lo que en agradecimiento los cabildos civil y eclesiástico acordaron declarar día festivo el 18 de junio, día de los santos mártires Ciriaco y Paula.

El rey Felipe II lo presentó para obispo de Córdoba en 1587, de cuya sede tomó posesión el 12 de abril de ese mismo año, entrando solemnemente en la ciudad el día 23. Su gobierno al frente de la diócesis cordobesa fue positivo aunque breve, ya que falleció el 2 de octubre de 1590. Fue enterrado en el Convento de Santa Isabel de los Ángeles.

 

Bibl.: L. Guede, R. Gómez Marín, Historia de Málaga, (desde su restauración hasta hoy): vicarías, parroquias, seminarios, sínodos, obispos, Málaga, Imprenta Hnos. Rodríguez, 1983, pág. 73; F. Mondéjar Cumpián, Obispos de la Iglesia de Málaga, Córdoba, Publicaciones Obra Social y Cultural Caja- Sur, 1998, págs. 201-204.

 

María Velázquez de Castro

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