Díaz-Miguel Sanz, Antonio. Alcázar de San Juan (Ciudad Real), 2.VII.1933 – Madrid, 21.II.2000. Entrenador, jugador de baloncesto y diseñador de moda.
Nació en una familia modesta. Sus padres, Aurelia y Mariano, que regentaban una fonda, decidieron mandarle interno a estudiar al Ramiro de Maeztu de Madrid cuando contaba siete años de edad. En este colegio había personas muy interesadas en el baloncesto, poco popular en la España de la época. Y aunque Díaz-Miguel manifestó desde muy pequeño una afición desmedida por el fútbol, pioneros del deporte de la canasta, como José Hermida y Pedro Dellmans, desempeñaron un papel muy importante en la vida del futuro seleccionador español.
A la muerte de su padre, la presencia en el Ramiro de Maeztu peligraba porque su madre viuda no podía hacer frente a los gastos. El colegio le concedió entonces una beca para que pudiera terminar sus estudios de bachillerato. Díaz-Miguel seguía embarcado en el fútbol, al que dedicaba todas sus energías, hasta que a los diecisiete años comenzó a interesarse por el baloncesto. Algunos alumnos del Ramiro crearon el equipo Estudiantes para competir en el Campeonato de Castilla y le propusieron participar debido a su altura, 1,85 metros. Empezó jugando en el equipo de reserva y debutó oficialmente en el Campeonato de Castilla de 1951. Cambió definitivamente el fútbol por el baloncesto. Díaz-Miguel jugó ese año en la selección castellana y, al final de la temporada, fue llamado al equipo nacional, entrenado por Anselmo López. Debutó con la selección española el 24 de junio de 1952 en Ginebra ante Suiza. Antonio tenía diecinueve años y llegó a jugar con la camiseta española en veintiséis ocasiones.
Una fractura de escafoides le alejó momentáneamente del equipo español. Pero fue seleccionado de nuevo por Jacinto Ardevínez, con el que fue campeón de los Juegos del Mediterráneo de 1955 en Barcelona. Jugó en el Estudiantes hasta la temporada 1957-1958. En la siguiente ingresa en el Real Madrid, equipo al que perteneció hasta 1961, pero en el que no triunfó dado que Pedro Ferrándiz, entrenador del equipo, no contaba con él, y apenas tuvo opciones de jugar durante esos años. Sin embargo, Kucharski, seleccionador nacional, sí lo hizo en 1959 para la Universiada de Turín y para los Juegos Mediterráneos de Beirut, en los que España quedó segunda y Díaz-Miguel jugó su último partido como integrante de la Selección española.
Durante su estancia en el Real Madrid conoció a María del Carmen, su futura mujer, natural de Bilbao, lo que fue factor decisivo para que en 1961 Díaz- Miguel fichara por el Club del Águilas, equipo de la citada ciudad vasca. En el Águilas fue jugador-entrenador junto a Paco Díez y en 1962 puso fin a su carrera deportiva como jugador en activo para dedicarse de lleno a entrenar a este club, hasta que en la temporada 1965-1966 lo llama la Federación Española de Baloncesto para hacerse cargo de la selección nacional en la categoría júnior, con la que consiguió la Medalla de Bronce en los Campeonatos de Europa de Bolonia. Por entonces Díaz Miguel, se lanza también al mundo de la moda, donde logra un enorme éxito como diseñador, tras haber empezado vendiendo prendas puerta a puerta por el norte de España. El 7 de agosto de 1965 se casa con Mari Carmen, que murió, en 1980, tras una penosa y larga enfermedad, y con quien tuvo dos hijas: Almudena y Elsa.
Tras la dimisión de Ferrándiz como seleccionador nacional absoluto y las fallidas gestiones para que Ed Jucker se hiciera cargo del equipo, Díaz-Miguel se compromete a dirigir a la selección provisionalmente.
En 1966 pasa su primera prueba con ella, con Clifford Luyk ya nacionalizado, en el Mundial de Chile, en que el equipo consigue un sexto puesto, el mejor de la historia de España hasta entonces. Al año siguiente, ausente Luyk por lesión, España decepcionó en los Juegos del Mediterráneo de Túnez y en los Europeos de Helsinki, lo puso en peligro la continuidad de Díaz-Miguel como seleccionador. Sin embargo, y a pesar de las dudas iniciales, fueron veintisiete años y cuatrocientos treinta y dos partidos al frente del equipo nacional, pues los éxitos se fueron sucediendo hasta la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, punto culminante de su carrera deportiva, a partir del cual comenzó el declive de la selección y de Díaz-Miguel. En los Juegos Olímpicos anteriores de Moscú de 1980 había conseguido un cuarto puesto, que repitió en los Europeos de Belgrado de 1975, Praga de 1981, Stuttgart de 1985 y Atenas de 1987, salvo el bronce de Roma de 1991 y las Medallas de Plata en 1973 en Barcelona y en Nantes, diez años después. El final de su etapa como seleccionador nacional llegó tras la decepción de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 con su sustitución por Lolo Sainz. Tras esto entrenó al Clear Cantú en la temporada siguiente y después al equipo femenino Pool Getafe, con el que logró los títulos de Liga y Copa.
En 1990 contrajo matrimonio por segunda vez con Eva Latorre, pero su muerte, producida el 21 de febrero de 2000, puso punto final a una vida vivida por y para el baloncesto, en la que consiguió reconocimiento mundial. No en vano es el único español incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto de Springfield (1997) por su contribución a este deporte.
Tan sólo dos semanas antes de su fallecimiento se le había concedido la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo.
Bibl.: R. Español Crespo (ed.), Díaz Miguel. Un seleccionador para la historia y España: la selección de los mejores, Madrid, Siglo Cultural, 1986 (col. Los records del básquet); C. Jiménez (dir.), El club de los cien del baloncesto español, Madrid, Federación Española de Baloncesto, 1994; VV. AA., 100 Gigantes del Basket Mundial, vol. II, Madrid, Gigantes del Superbasket, 1994; J. L. Mateo, “Antonio Díaz Miguel. El baloncesto era su vida”, en Gigantes del Basket, n.º 748 (2000), págs. 16-23; V. Salaner, “Antonio Díaz-Miguel. El seleccionador del ‘boom’”, en El Mundo, n.º 3740, 22 de febrero de 2000; F. Navarro (ed.), La enciclopedia, vol. VI, Madrid, Salvat, 2003.
Alejandro de la Viuda Serrano