Quiroga y Losada, Diego. Marqués de Santa María del Villar (IX). Madrid, 18.VIII.1880 – San Sebastián (Guipúzcoa), 15.V.1976. Fotógrafo y promotor del turismo español.
Aunque de origen gallego y asturiano, nació en la madrileña calle Segovia, en el seno de una familia nobiliaria vinculada a la Corte de Alfonso XIII, era hijo de José Quiroga y Losada, y de Joaquina Losada y Torres, VIII marquesa de Santa María del Villar. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue mayordomo de Semana del Monarca, por lo que pudo participar en los acontecimientos festivos más importantes de la vida en la Corte, como por ejemplo las regatas en Santander y San Sebastián o las cacerías de Riofrío y La Granja.
Otro interesante acontecimiento del que dejó constancia fotográfica fueron las primeras carreras de automóviles por los alrededores de la sierra de Madrid, organizadas por el Real Motor Club, del que era vicepresidente.
Estuvo en el nacimiento, la última Nochevieja del siglo xix, de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, primera sociedad española y decana de todas las demás; y figura también entre los fundadores y primeros fotógrafos de montaña del Club Alpino Español.
Debido a su minucioso conocimiento geográfico y a su afición por el paisaje y la riqueza monumental, en 1928 se le propuso para el cargo de presidente del recién creado Patronato Nacional de Turismo, que no aceptó por quedar fuera de sus ambiciones estéticas y divulgativas. Sin embargo, desde entonces toda su dedicación profesional y artística se identificó con esa ocupación del fomento del turismo para cumplir con el encargo recibido del mismo Alfonso XIII, con una actitud muy noventayochista: ser el fotógrafo que descubra España a los propios españoles; y después convertir a España en la Meca del turismo internacional.
Por esta causa, Santa María del Villar —como solía firmar sus fotos— es considerado uno de los pioneros y el mejor representante de la fotografía turística española.
Su formación inicial, en contacto con los integrantes de la Sociedad Fotográfica de Madrid, fue pictorialista.
Sin embargo, salvo algunas excepciones, esta estética que busca conscientemente un distanciamiento de la realidad mediante el empleo de técnicas complicadas, tanto en la preparación previa del motivo como en el laboratorio, no interesó a un fotógrafo que estaba obsesionado por —son sus palabras— “no enmendar la plana a la naturaleza”. A pesar de trabajar en medio y gran formato (con trípode), la transparencia del fotógrafo constituye un sello inconfundible de sus imágenes; tanto si se trata de pueblos y paisajes, que resultan idóneos para la divulgación turística, como de documentos humanos, que se mueven ante la cámara con gran espontaneidad. Su fotografía naturalista — según la definición de H. P. Emerson—, con implicaciones impresionistas, presenta más conexiones con la fotografía directa que con el pictorialismo en boga en España hasta casi mediados de siglo. Santa María del Villar se estaba adelantando a la fotografía de reportaje que se generalizaría en las décadas de 1950 y 1960, y que en muchos aspectos perdura todavía hoy, con representantes de fama internacional como Cristina García Rodero, Cristobal Hara o Koldo Chamorro.
Pero tampoco puede ser considerado un fotógrafo antropológico, sino un amateur que prefiere la divulgación en prensa a los salones, para el mejor fomento del turismo. Son más de mil los artículos y folletos publicados en revistas y periódicos, con comentarios de viajes y consejos sobre promoción turística, que le valieron el reconocimiento público (la concesión de la banda de Isabel la Católica) del entonces ministro de Educación y Turismo Manuel Fraga Iribarne. Un capítulo especial merece su colección fotográfica para el Departamento Fotográfico de Regiones Devastadas, con más de veinticinco mil colaboraciones, que sirvió para la reconstrucción del patrimonio monumental después de la Guerra.
Estuvo casado con Narcisa Valdés y Palavicino, sucediendo en la merced su hijo José Quiroga y Valdés, a su fallecimiento.
Bibl.: I. Barcelo, “El Marqués de Santa María del Villar o 75 años de activa vida fotográfica” y E. Silva Ros, “La evolución de la fotografía artística”, en Arte Fotográfico (octubre de 1963 y 1973), págs. 1073-1079 y págs. 1310-1315, respect.; C. Cánovas, “Obra fotográfica”, en Fotografías de Navarra, Pamplona, Príncipe de Viana, 1982, págs. 9-11; I. Coloma, La Forma Fotográfica, Málaga, Colegio de Arquitectos, 1986, págs. 198- 200; J. Latorre, Santa María del Villar, fotógrafo turista (en los orígenes de la fotografía artística española), Pamplona, 1998; “Una metodología decimonónica para un fotógrafo moderno”, en VV. AA., Historia de la Fotografía del siglo xix: una revisión metodológica, Pamplona, Príncipe de Viana, 2002, págs. 103- 104; El fotógrafo Santa María del Villar y Navarra, Pamplona, Príncipe de Viana, 2004 (col. Panorama, vol. 35).
Jorge Latorre Izquierdo