Pulido y Pareja, Adrián. Madrid, c. 1610 – Veracruz (México), 1661. General de los galeones de España.
Hay muy pocas noticias de este general, que quizás es más famoso por haberse hecho retratar por Velázquez en 1639, y haber sido copiado dicho retrato por Mazo en 1647, conservado en la National Gallery de Londres.
En efecto, este cuadro colgado en la prestigiosa galería londinense es una copia debida a Juan Bautista Martínez del Mazo, discípulo y yerno de Velázquez, que se tuvo durante mucho tiempo por el original.
Dice Fernández Duro: “Era hijo del pueblo de Madrid, caballero de Santiago (luce tal venera en el retrato), galán, apuesto; en tierra hombre de sociedad, espadachín, bienquisto de las damas; en la mar el primero en las acciones arriesgadas. Se distinguió en el sitio de Fuenterrabía y en las armadas del duque de Ciudad Real y de Gómez Sandoval. Mandó flotas de Indias. Hízole el pintor Velázquez admirable retrato”.
Sobre el retrato se sabe algo más, gracias a Mayans y Siscar en el capítulo VIII, “Último esfuerzo de la imitación, que llega a engañar a la vista”, de su Arte de pintar, publicado póstumamente en 1848: “El mismo Velázquez, en el año 1639, hizo el famoso retrato de D. Adrián Pulido Pareja, capitán general de la armada i flota de Nueva España; i aviéndole acabado en palacio, en donde le pintó, le puso en puesto en que avía poca luz; i aviendo bajado el rei D. Felipe IV, como solía, para ver de la suerte que pintava, viendo el retrato que le parecía ser el original, le dijo con estrañeza: ¿Todavía estás aquí? ¿No te he despachado ya? I estrañando el rei que ni le avía hecho la devida reverencia ni le respondía, se bolvió a mirar a Velázquez, que modestamente dissimulava, i le dijo: Os asseguro que me engañé. Admirable ingenuidad, i más en un rei que sabía pintar. Hizo Velázquez aquel retrato con pinceles i brochas que tenía de bastas largas, de que usava algunas veces, para pintar con mayor distancia i valentía. De suerte que la pintura de cerca no se comprehendía, i de lejos parecía un milagro del arte. Velázquez tuvo tal satisfación de aquel retrato, que se firmó autor del, cosa que no solía practicar”.
En el combate celebrado en 1640, en aguas de Cádiz, entre la flota que zarpaba para Indias, cuyo capitán general era Jerónimo Gómez de Sandoval, y la escuadra francesa del marqués de Brèze, el capitán Adrián Pulido tuvo destacada actuación al evitar, dándole pronto remolque, la destrucción de la capitana española por parte de un brulote francés.
El 28 de julio de 1660 la flota del general Adrián Pulido Pareja entró en Veracruz, en ella llegaba para posesionarse del cargo el nuevo virrey, que era el conde de Baños. Estando allí, preparando el regreso, falleció a consecuencia de las heridas recibidas cuando combatió bizarramente a una partida de bucaneros franceses que atacaron dicho puerto. Le sucedió en el mando el general Juan de Vicentelo, que zarpó para Cádiz, vía La Habana, el día 16 de mayo de 1661, llevando a bordo al virrey “saliente” que era el duque de Alburquerque, el cual, en 1662, recibió el nombramiento de capitán general de la Armada del Océano.
Bibl.: C. Fernández Duro, Armada Española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón, ts. IV y V, Madrid, Imprenta Sucesores de Rivadeneyra, 1900; R. de la Guardia, Datos para un Cronicón de la Marina Militar de España, Ferrol, Imprenta del Correo Gallego, 1914; G. Mayans y Siscar, “Arte de pintar”, en G. Mayans y Siscar, Ensayos y varia, vol. V de las Obras completas, ed. de A. Mestre, Valencia, Publicaciones del Ayuntamiento de Oliva, 1983-1986, pág. 184.
José María Blanco Núñez
