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Baldomero Galofre Giménez

Biografía

Galofre Giménez, Baldomero. Reus (Tarragona), 24.X.1846 – Barcelona, 26.VII.1902. Pintor.

Nació de un padre menestral pero era sobrino del más conocido pintor y escritor de teoría artística José Galofre Coma. Tras las clases iniciales con un pintor aficionado, Domingo Soberano (también primer maestro de Fortuny) y la copia —ya trasladado a Torredembarra— de unas estampas litográficas de su tío (en lo que sería el único contacto artístico con él) sobre obras de Rafael, Tiziano, Velázquez, Overbeck, Laurencio y Giotto, ingresó en uno de los varios talleres-academia de Martí Alsina, concretamente en Sants, aunque también se le ha anotado el paso por la igualmente famosa Academia Borrell. La breve estancia durante el curso 1866-1867 y hasta febrero de 1868 en la oficial Academia de Bellas Artes barcelonesa confirma un testimonio coetáneo (de Güell en 1877) respecto a que se resistió siempre a los preceptos académicos. Comenzó a dar a conocer su producción en esos años con un cuadro costumbrista de arrieros catalanes (Los arrieros [cuadro de costumbres catalanas]) y diversos paisajes y marinas que llevó a las exposiciones barcelonesas de 1866, 1867, 1868 (su primera individual) y 1870, así como a la aragonesa de Zaragoza en 1868, aunque la ejecución igualmente de algunos tipos populares haya servido para señalar el eco de Gustavo Doré. Trasladado a Madrid en 1870, se ganó la vida como ilustrador para La Ilustración Española y Americana reproduciendo asuntos diversos, entre los que sobresalían como de concepción propia tipos costumbristas, como el madrileño vendedor de perros o el buhonero toledano, si bien quedaran asimismo bajo la influencia del citado dibujante francés. Por otro lado, amplió su campo de acción con excursiones por Castilla, León y Asturias, siendo algunos asuntos de esta etapa castellana (1870- 1873) escenas en la ribera del río Manzanares, garrochistas encerrando a los toros, paisajes de vegetación mediterránea o rincones pueblerinos y urbanos como en Toledo.

Opositor a la pensión de paisaje en la primera promoción de la recién creada Academia Española de Bellas Artes en Roma (1873), la protección del ministro de Ultramar, Víctor Balaguer, le permitió ir de pensionado (1874-1876) en la vacante de grabado en dulce al haber quedado en segundo lugar para la única plaza de su especialidad, la conseguida por Jaime Morera.

Sus trabajos reglamentarios de primer año fueron una acuarela, el dibujo Paisaje con niños, el cuadrito Montaña de piedra y el también óleo Primavera romana.

En su segundo y último año —pues perderá la pensión en el tercero por informe negativo respecto a su dedicación emitido por el director de la Academia, el pintor Casado del Alisal— entregó el paisaje Después de la lluvia y, en cuanto a estudios de animales, Dos campesinos jinetes sobre asnos y Búfalos tirando de un carro guiado por un aldeano. El frustrado tercer envío, El Ave María, escena de crepúsculo vespertino, quedó en su estudio romano, puesto que, aun desprovisto de la pensión (pese al apoyo del ministro plenipotenciario de España en Roma, conde de Coello, de los ochenta artistas de diversos países que firman el escrito de adhesión en 1876 del Círculo Internacional en Roma y a su propio escrito de descargo), continuó viviendo en aquella capital hasta 1884 (año del fallecimiento de su madre) gracias al éxito comercial de su producción artística, ya que desde 1875 estaba en contacto con el célebre marchante Goupil. Asimismo importantes coleccionistas —entre ellos el gran duque Alejo, hijo del Zar, y el entonces conocido banquero ruso Botkine— adquirieron obras suyas.

Esta etapa de éxito se proyectó más allá de las fronteras italianas con el aplauso obtenido por sus acuarelas de marinas en el Salón de París de 1880 y en la Real Academia de Londres en 1882. Entre tanto sus estancias en el golfo de Nápoles posibilitaron su matrimonio con Leteria Cacace en 1876, aunque de los paisajes de estos años se señala una proximidad, en cuanto al realismo de visiones septentrionales de cielos plomizos y mares agitados o campos pantanosos, con árboles azotados por el viento, con el napolitano Aquiles Vertunni. Pero frente a esta pasajera tendencia desarrolló también cuadros de género (se le citaban El juramento, La vuelta a la quinta y Unos niños en el paseo), que son escenas situadas en jardines y campos de flores, a plena luz y con gran riqueza de colorido.

Tales asuntos, inevitable complemento de los puros paisajes, se desarrollan ya dentro del luminismo fortunesco del que Galofre es un lógico seguidor por un idéntico origen reusense y la proyección de ese entonces catalán universal Fortuny. Ello se refleja asimismo en obras como Primavera o Paisaje con casa y molino, que ofrece una visión brillante y luminosa pero también realista, propia de un ámbito cotidiano parecido al de aquellos jardines granadinos del Fortuny de los últimos tiempos. Mayor popularidad obtuvieron Las regatas de Sorrento, fruto de las citadas estancias veraniegas en el golfo de Nápoles, al igual que Vía hacia Nápoles (también titulado Camino de Pompeya), aunque también realizó ilustraciones para la barcelonesa La Ilustración Artística al menos en 1884 y 1885.

Vuelto a Barcelona en 1884, la exposición individual de 1886 le dio a conocer definitivamente al público catalán, aunque lo que sobre todo le ocupó a partir de esos años fue el proyecto de una serie, España, como recopilación de las costumbres de las más típicas regiones del país, pero que en realidad quedó reducida a un numeroso grupo de tablitas de pequeño formato y abundantes dibujos; allí, si bien ofreció testimonios de Asturias, Galicia, Murcia, Castilla o Aragón, lo que de verdad le motivó fue Andalucía con sus temas de ferias y caravanas de gitanos al aire libre, así como las cabalgadas o carreras de caballos. La comentada posible relación con las ferias del alicantino Agrasot no obsta para que lo que básicamente se perciba sean el virtuosismo y detallismo fortunescos, en cuanto traslación a una esfera más modesta del orientalismo de su paisano. Con tal temática se exhibió en exposiciones de Múnich, Salzburgo, Viena, Berlín y Londres entre los años 1891 y 1901, e incluso la propia reina regente María Cristina le compró en 4.000 pesetas el cuadrito Feria (costumbres españolas) que había presentado en su única concurrencia, en 1890, a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.

Pero asimismo está también su producción de marinas en las playas catalanas acompañado de Matilla, aunque también llegó a pintar a su lado Meifrén. El segundo de sus dos nuevos y cortos viajes a Italia (en 1885 y 1900) ya al final de su vida, propició no sólo la ejecución de algunos nuevos cuadritos y acuarelas de Nápoles, sino también el testimonio de un contacto epistolar con el paisajista Dalbono, y hasta unas pocas letras del ya viejo y decrépito Morelli. Enfermo para entonces, Baldomero Galofre falleció en su domicilio de la rambla de Cataluña en Barcelona el 26 de julio de 1902.

 

Obras de ~: Pareja de peregrinos, c. 1866; Los arrieros, 1866; Paisaje del Vallés, 1869; Paisaje, 1869; Escena rural, 1869; El caballo blanco. La plana (acuarela), 1870; El encierro de los toros, 1871; La barca, 1871; Madrid. Un vendedor de perros (dibujo para ilustración), 1872; Toledo. El buhonero (dibujo para ilustración), 1872; Ribera del Manzanares (acuarela), 1872; Plaza de Toledo, 1874; Montaña de piedra, 1875; Primavera romana, 1875; Paisaje con niños (dibujo), 1875; Después de la lluvia, 1876; Dos campesinos (muchachos) sobre asnos, 1876; Búfalos tirando de un carro guiado por un aldeano, 1876; Paisaje con casa y molino, 1876; El Ave María, escena de crepúsculo vespertino, 1877; Marina (Nápoles) (acuarela y carbón), c. 1880; Pescadores en la playa, c. 1880; Retrato de Sarah Bernhardt, 1881; Las regatas de Sorrento, 1883; Cabalgada, c. 1884-1886; La playa de Sorrento, 1885; Boda de charros en Salamanca (dibujo), 1885; Campamento gitano, c. 1887; Boda en Andalucía, 1888; Recuerdo de Galicia (Vuelta del campo), 1890; Feria (costumbres españolas), c. 1890; Paisaje costero, c. 1891; Romería, 1893; El pintor; Marina, 1897; Paisaje del Pirineo, 1899; En la feria, 1900; Carreras de caballos, 1901; Marina, 1902; El caballo más valiente (última obra, sin concluir), 1902; El juramento, s. f.; La vuelta a la quinta, s. f.; Unos niños en el paseo, s. f.; Primavera, s. f.; Vía hacia Nápoles (también titulado Camino de Pompeya), s. f.

 

Bibl.: J. Güell y Mercader, “Los pintores catalanes en nuestros días. II”, en La Ilustración Española y Americana (LIEA), 8 de agosto de 1877, pág. 82; M. Ossorio y Bernard, Galería biográfica de artistas españoles del siglo xix, Madrid, Moreno y Rojas, 1884 (2.ª ed.), págs. 265-266; Conde de Coello, “Crónica de Roma”, en LIEA, 8 de enero de 1884, págs. 10- 14; “Baldomero Galofre”, en L’Independiente di Trieste (Trieste) 8 de abril de 1886; J. Sardá, “Una visita al taller d’en Galofre”, en La Illustració Catalana (Barcelona), 23 de octubre de 1886; J. Miquel i Badia, “La exposición Galofre en el Salón Parés”, en Diario de Barcelona, 1 de noviembre de 1886; “Nuestros grabados”, en La Ilustración (Barcelona), 21 de noviembre de 1886, págs. 747-748; A. Elias de Molins, Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo xix (Apuntes y datos), vol. I, Barcelona, Imprenta de Fidel Giró, 1889 (reed., Hildesheim, Georg Olms, 1972), pág. 635; F. Rahola, “Baldomero Galofre”, en La Vanguardia, Barcelona, 31 de agosto de 1890; J. Sardá, “Baldomero Galofre. Muestra de su obra”, en La Vanguardia, 31 de agosto de 1890; F. Casanovas, “Don Baldomero Galofre y Giménez ha fallecido”, en Diario de Barcelona, 27 de julio de 1902; J. Ferré i Gendre, “La paleta d’en Galofre”, en Revista del Centro de Lectura (Reus), 1 de septiembre de 1902; F. Casanovas, “Baldomero Galofre. Necrología del ilustre pintor catalán, leída el 15 de noviembre, en la solemne apertura de la exposición de sus obras en el Palacio de Bellas Artes”, en Álbum Salón (Barcelona) (1903), págs. 224-233; C. Ferrater, “Galofre”, en Diario Español (Tarragona), 18 de septiembre de 1946; “En memoria del pintor Baldomero Galofre”, en Diario Español, 18 de diciembre de 1946; J. F. Ráfols, Diccionario biográfico de Artistas de Cataluña desde la época romana hasta nuestros días, t. I, Barcelona, Milla, 1951, pág. 447; J. Iglesies, Baldomer Galofre Ximenis, Reus, Rosa de Reus, 1953; M. Bru Romo, La Academia Española de Bellas Artes en Roma (1873-1914), Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1971; J. M. Garrut, Dos siglos de pintura catalana (XIX y XX), Madrid, Ibérico Europea de Ediciones, 1974, págs. 77, 91 y 112; B. de Pantorba, Los paisajistas catalanes, Madrid, Compañía Bibliográfica Española, 1975; F. Fontbona, Del Neoclassicisme a la Restauració. História de l’Art Catalá, VI, Barcelona, Edicions 62, 1983, págs. 228-230; E. Casado Alcalde, La Academia Española en Roma y los pintores de la primera promoción, vol. II, Madrid, Universidad Complutense, 1987, págs. 1112-1202; C. González y M. Martí, Pintores españoles en Roma (1850-1900), Barcelona, Tusquets, 1987, págs. 98-101; J. M. Arnáiz et al. (dirs.), Cien Años de Pintura en España y Portugal (1830-1930), t. III, Madrid, Antiqvaria, 1989, págs. 24-30; E. Casado Alcalde, Pintores de la Academia de Roma. La primera promoción, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores-Lunwerg, 1990, págs. 83-89; F. Alcolea (dir.) y N. Gil (coord.), Baldomer Galofre. Reus, 1846-Barcelona, 1902, Reus, Institut Municipal de Museus de Reus-Fundació Caixa Penedès, 2003; R. Hernández Nieves, Museo de Bellas Artes de Badajoz. Catálogo de pinturas, Badajoz, Diputación Provincial, 2003.

 

Esteban Casado Alcalde