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Antonio Gallego Burín

Biografía

Gallego Burín, Antonio. Barón de San Calixto (V). Granada, 20.I.1894 – Madrid, 13.I.1961. Historiador del Arte.

Cursó los estudios de Letras y Derecho en la Universidad de Granada, obteniendo Premio Extraordinario en la licenciatura de Letras, y el grado de doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid con una tesis sobre Granada en la Guerra de la Independencia.

En 1925 ganó las oposiciones para la cátedra de Teoría de la Literatura y de las Artes de la Universidad de Salamanca y después, de Granada, de la cual llegaría a ser decano en 1935.

Su pensamiento historiográfico se enmarca dentro del sincero patriotismo institucionalista de los hombres del Centro de Estudios Históricos, especialmente encarnado por su maestro, Manuel Gómez-Moreno Martínez. Esta indagación historicista aflora en la revista Alhambra, el boletín del Centro Artístico o el del Centro de Estudios Históricos, y se ve reflejada en las primeras monografías histórico-artísticas y los trabajos vinculados con la escultura, la pintura, la escultura así como las más diversas aportaciones desde la historia y el arte. Entre sus numerosos trabajos merecen destacarse José de Mora: su vida y su obra (1925), Un contemporáneo de Montañés: el escultor Alonso de Mena y Escalante (1952). Sus contribuciones más importantes a la historiografía de la arquitectura fueron La Capilla Real de Granada. Estudio histórico y guía descriptiva de este templo (1931), y la célebre Guía de Granada (publicada inicialmente en dos volúmenes, 1938 y 1946).

En 1926 fue nombrado delegado para Granada de la Comisaría Regia de Turismo, se restauró la Casa de los Tiros, en colaboración con su amigo el arquitecto Torres Balbás, y comenzó la habilitación para museo gráfico de la historia de Granada. Colaboró con Torres Balbás y Emilio García Gómez en la creación de la Escuela de Estudios Árabes en la Casa del Chapiz, restaurando los edificios para albergarla. Como comisario regio de Turismo participó activamente en la organización de conciertos y exposiciones que llenaron las décadas de los años veinte y treinta y que constituyeron su identificación con un modelo de cultura que concilia lo histórico y lo moderno.

Fue alcalde de su ciudad, Granada; su texto La Reforma de Granada (1943) resume de manera expresiva una visión del desarrollo frente al futuro de las ciudades de arte. Acometió numerosas reformas urbanas y una intensa recuperación y restauración de edificios históricos, así como de infraestructuras de primera necesidad para la vida de los ciudadanos: el suministro de las aguas potables.

En septiembre de 1951 fue nombrado director general de Bellas Artes en el Ministerio de Educación Nacional, del que era ministro Joaquín Ruiz-Giménez.

Durante su etapa en la Dirección General se realizaron una serie de significativas actuaciones en la recuperación del patrimonio arquitectónico español: comenzó la reconstrucción del teatro Real de Madrid (1951), se inició una extensa campaña de restauraciones de patrimonio arquitectónico en Toledo, restauración del monasterio de Yuste (1958), restauración del Casón del Buen Retiro (1960). Las exposiciones nacionales se actualizaron y vitalizaron, en esos años, y por su iniciativa, la vida española. Se organizó Un siglo de arte español (1956), exposición conmemorativa del primer centenario de las Nacionales de Bellas Artes; también se realizó la exposición Carlos V y su ambiente, en el restaurado hospital de Santa Cruz en Toledo, contando con la inestimable colaboración de Gregorio Marañón y Francisco Javier Sánchez Cantón.

Su vieja amistad con Marañón se intensificó en estos años en los que tanto frecuentó el cigarral La Dolores. Su última exposición, Velázquez y lo velazqueño (1960), llevó a Madrid La Venus del espejo desde Londres. Gallego Burín coincidió en el papel renovador que representó en la España de entonces Eugenio d’Ors, cuya Academia Breve y cuyos Salones de los Once se constituyeron, en contraste con el academicismo imperante en la época, en un espacio de apertura y de resurgir de las vanguardias. Desde la Dirección General, Gallego Burín impulsó la música en España: creó el Festival Internacional de Música y Danza de Granada —iluminación de la Alhambra, construcción del teatro al aire libre del Generalife, terminación y habilitación del palacio de Carlos V con la instalación del Museo de Bellas Artes—; revitalizó la Orquesta Nacional —con la batuta de su gran admirado amigo Ataúlfo Argenta—.

Gallego Burín figuró entre los profesores que iniciaron en Madrid la formación cultural del rey Juan Carlos de Borbón. Precisamente fue uno de los firmantes del escrito que en el mes de junio de 1943 dirigieron a Franco algunos procuradores de las Cortes españolas —entre los que también se encontraban el duque de Alba, Pablo Garnica, Alfonso García Valdecasas, entre otros—, solicitando “la restauración de la Monarquía, continuadora de nuestra tradición histórica, que sea en el interior instrumento de suprema conciliación entre los españoles y en el exterior garantía de estabilidad y eficacia de nuestra acción”.

El 3 de junio de 1956 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, leyendo un discurso sobre El Barroco granadino. Le contestó Manuel Gómez- Moreno, resaltando la labor que como historiador significaban sus numerosos trabajos, autor de las monografías sobre Mora y la Capilla Real, el alcalde que había recibido para su ciudad la Medalla de Honor de la Academia. Académico correspondiente de las de la Historia y las provinciales de Cádiz, Córdoba, Málaga y Toledo, fue asimismo miembro del Instituto Arqueológico Alemán.

Falleció en 1961 en su casa de Madrid (paseo del Prado, n.º 19). Sus restos se trasladaron a Granada. A su paso por Toledo se le impuso al féretro la Medalla de Oro de la ciudad, reflejo de su vinculación con Toledo, paradigma, como lo es también Granada, de las ciudades de arte.

 

Obras de ~: El Poema del Convento, Granada, 1918; José de Mora: su vida y su obra, Granada, Publicaciones de la Facultad de Letras, 1925; La Capilla Real de Granada, ils. fotogr. de F. M. Lasso de la Vega, Granada, 1931; Guía de Granada, Granada, 1938-1946, 2 vols.; “Nuevos datos sobre la Capilla Real de Granada”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (Madrid), t. LVII [1953], págs. 5-116 (tirada aparte, Madrid, 1953); Isabel la Católica, Madrid, 1957 [se hizo un ejemplar encuadernado por el Taller del Conservatorio de las Artes del Libro de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, Barcelona, 1958]; Guía artística e histórica de la ciudad, Madrid, Publicaciones de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada, 1961; La Alhambra, Granada, Publicaciones del Patronato de la Alhambra, 1963; con A. Gámir Sandoval, Los moriscos del Reino de Granada según el sínodo de Guadix de 1554, ed. de D. Cabanelas Rodríguez, Granada, Universidad, 1968.

 

Bibl.: A. Gallego Morell, Antonio Gallego Burín. 1895- 1961, Madrid, Moneda y Crédito, 1973 (2.ª ed., Granada, Comares, 2006); M. Fernández Almagro y A. Gallego Burín, Epistolario, 1918-1940, ed., introd. y notas de A. Gallego Morell y C. Viñes Millet, Granada, Diputación, 1986; J. Juste, La Granada de Gallego Burín: reformas urbanas y arquitectónicas, 1938-1951, Granada, Diputación, 1995 (2.ª ed.

de C. Viñes Millet, La Granada de Antonio Gallego Burín. Antología, Granada, Universidad, 1995); C. Viñes Millet, Municipio y Política. A propósito del epistolario Melchor Fernández Almagro-Antonio Gallego Burín, Granada, Centro de Estudios Municipales y de Cooperación Internacional, 1995; F. J. Gallego Roca (ed.), Epistolario de Leopoldo Torres Balbás a Antonio Gallego Burín, Granada, Universidad-Diputación, 1995.

 

Francisco Javier Gallego Roca

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