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Juan Miguel de Quiroga y Azpeolaza

Biografía

Quiroga y Azpeolaza, Juan Miguel de. Santiago de Chile (Chile), 23.V.1774 – Zaragoza, 10.X.1845. Militar, mariscal de campo, procedente del Cuerpo de Ingenieros.

Ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Granada en 1795, en el que ascendió a subteniente y del que pasó al Regimiento de igual Arma, llamado “de la Corona”. Con la primera de las unidades citadas asistió a la Campaña del Rosellón o “Guerra de la Convención”, integrado en el Ejército de Cataluña.

Posteriormente estudió en la Academia de Matemáticas de Zamora y en octubre de 1801 era admitido en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente después de aprobar el preceptivo examen. Destinado a Madrid, en noviembre de 1802, se le ordenó prestar sus servicios en el Regimiento de Zapadores Minadores, único Regimiento del Arma, entonces en formación en Alcalá de Henares.

Cuando en mayo de 1808 se produjeron los hechos que dieron principio a la Guerra de la Independencia, se marchó de Alcalá para integrarse en el Ejército de Aragón, cuyos movimientos y acciones siguió hasta la rendición de la plaza de Zaragoza en febrero de 1809, en que fue hecho prisionero por los franceses. Durante su permanencia en el citado Ejército, se halló en la batalla de Épila, en el primer sitio de Zaragoza, así como en el segundo, estando sucesivamente destinado como comandante de ingenieros en los puestos defensivos del Arrabal, de las Tenerías, Puerta del Sol y sus inmediaciones, donde realizó numerosas obras de fortificación bajo fuego enemigo, resistiendo los diversos ataques que realizaron los franceses a dichos puntos. De especial relevancia puede considerarse su actuación, durante el primero de los sitios señalados, el día 4 de agosto de 1808, en el que se encontraba de comandante de ingenieros en la puerta de Santa Engracia, lugar por el que realizaron el ataque principal los franceses. En ese día llevó a cabo sucesivos trabajos de fortificación siempre batido por el fuego contrario, hasta el punto de perder en uno de ellos veinte hombres de los veintidós que se habían ofrecido a ayudarle en sus acciones de fortificación de campaña. Conducido a Francia después de caer prisionero como consecuencia de la capitulación de la ciudad, pasó por varios depósitos hasta abril de 1815, fecha en la que se presentó en Cádiz después de ser liberado.

En dicha plaza se le formó una causa militar en averiguación de la conducta militar y política que había observado durante su largo cautiverio en Francia, siendo declarado en septiembre de 1820 libre de todo cargo y repuesto en su empleo con la antigüedad que le correspondiese.

En junio de 1821 se le destinó a la Dirección Subinspección de Ingenieros de Andalucía, de donde pasó al siguiente año a la de Aragón. Incorporado en 1823 al Ejército Constitucional al mando del general Ballesteros, con ocasión de la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis en apoyo del absolutismo del rey Fernando VII, siguió los movimientos del citado Ejército defensor de la Constitución, hasta su capitulación ante las tropas francesas. Como consecuencia de su adhesión constitucional se le separó del servicio con licencia indefinida, hasta que en marzo de 1826 resultó “purificado” y de nuevo restablecido en el Cuerpo. En septiembre de 1827 fue destinado a las islas Filipinas, aunque poco después y antes de su viaje al citado archipiélago, se anuló tal destino, incorporándose según una Real Orden de abril de 1828 a la Dirección Subinspección de Ingenieros en Andalucía.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

E. Torner, “Servicios Militares del Cuerpo de Ingenieros”, en Memorial de Ingenieros dedicado a la Guerra de la Independencia, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1908; Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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