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Pedro Giraldo de Chaves

Biografía

Giraldo de Chaves, Pedro. Barcelona, 3.XII.1756 – Alcalá de Henares (Madrid), 1820. Mariscal de campo y director de Ingenieros.

Era hijo de Julián Giraldo de Chaves, brigadier de Ingenieros, y de Magdalena Chaves. Ingresó en el Ejército como cadete del Regimiento de Caballería “Dragones del Rey” el 22 de noviembre de 1771. Habiendo estudiado las Matemáticas por su cuenta, entraba a formar parte del Cuerpo de Ingenieros, como subteniente e ingeniero ayudante, después de aprobar el preceptivo examen el 9 de mayo de 1775. Su primer destino fue a la Dirección de Ingenieros de Castilla la Vieja, de donde pasaba a la de Extremadura. Ascendía ingeniero extraordinario y a teniente, el 10 de junio de 1779, y a ingeniero ordinario y a capitán el 6 de mayo de 1788.

En 1790 se le destinaba a Ceuta, sitiada en esos momentos por los “moros”, participando a partir de su llegada en la defensa de la plaza, e incluso en varias de las salidas efectuadas por la guarnición contra los sitiadores, y especialmente, en la del 30 de octubre de 1791, acciones por las que fue premiado con el grado de teniente coronel (los oficiales de Ingenieros y Artillería podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo).

En febrero de 1793 se incorporaba al Ejército de Navarra con ocasión de la guerra contra Francia (llamada de la “Convención” o del Rosellón), durante la cual tomó parte en diversas acciones, en las que realizaba numerosos trabajos de habilitación de caminos para el paso de la artillería, así como de fortificación de campaña. Tuvo a su cargo la dirección de obras de fortificación en Navarra y Guipúzcoa realizando varios planos y “reconocimientos de riesgo”. Por sus méritos en campaña era premiado con sucesivos ascensos, hasta el de coronel del Ejército en 1793. Era promocionado a ingeniero en segundo, por antigüedad, el 4 de septiembre de 1795. Una vez firmada la paz con la Francia revolucionaria, realizaba en 1797 el reconocimiento de la fortaleza de Soria y en 1798 era destinado a Guipúzcoa y con posterioridad a Madrid. Además, en 1800 cooperaba en el establecimiento de un cordón sanitario por la propagación en Andalucía de la llamada “fiebre amarilla”, trazando un croquis o contorno militar del puerto del Rey en Sierra Morena.

En abril de 1805 era nombrado maestro militar de los infantes D. Carlos y D. Francisco de Paula, y en 1807, ya como brigadier del Cuerpo (había ascendido ese mismo año), se le designaba jefe de la Dirección Subinspección de Ingenieros de Andalucía.

En noviembre de 1807 se le conducía al Escorial, con motivo de la detención del Príncipe de Asturias, D. Fernando, en el Real Sitio de Aranjuez tras los sucesos de 1808, que hicieron caer a Godoy y provocaron la abdicación de Carlos IV. Implicado en la causa que se formó, fue confinado con tal motivo en Córdoba, donde permaneció hasta la exaltación al trono de Fernando VII, momento en el que, liberado, volvía a Madrid.

Al comenzar la Guerra de la Independencia, con los sucesos de mayo de 1808 en la capital de España, se trasladaba a Sevilla donde estuvo trabajando en las obras de esa capital y donde presentaba un plan de defensa de la ciudad, el 8 de enero de 1809. El documento se titula Plan de fortificación y defensa de Sevilla. Ynstrucciones de la fortificación de Sevilla. El plan fue aprobado por la Junta de Defensa de la capital, que ordenaba a Giraldo se encargase de su ejecución y además lo remitía a la Junta Suprema de Gobierno para su conocimiento, “esperándose su debolucion, o una copia del, para tenerlo a la vista en atencion a no quedar alguna”.

Giraldo realizaba un proyecto de fortificación minucioso y detallista, declarando que había hecho un estudio de las obras de defensa que ya se habían llevado a cabo, para lo que había utilizado un croquis y diversa documentación que se le había entregado. Todo el planteamiento del recinto defensivo que hizo Giraldo se completaría con la ubicación de varios puntos de vigilancia para controlar mejor el territorio que rodeaba Sevilla.

En junio de 1809 se le destinaba al Ejército de Extremadura, destacando especialmente en la dirección del tendido de puentes sobre el río Tajo en Fuentidueña y Villamanrique para facilitar el paso de las tropas hacia Madrid. Participó también en la batalla de Ocaña y en la retirada posterior, proyectando, más tarde, la segunda línea de defensa, desde Jaén a Andújar. Ante el avance del ejército francés, se retiraba a Granada y finalmente a Cádiz, donde permanecía hasta marzo de 1811 en el que pasaba destinado al Ejército de la Izquierda y más tarde al denominado 5º, con el que dirigió el sitio de la plaza de Peñíscola, entre otras numerosas acciones, de donde era destinado a Valencia.

En un documento fechado en Astorga el 10 de octubre de 1812, tras ser la capital de la Maragatería reconquistada, se incluía una relación de los oficiales de Ingenieros que más se habían distinguido en el sitio de la señalada plaza, citándose a Giraldo por su valeroso comportamiento en la noche del 23 de marzo, cuando se desalojaba a los enemigos de los apostaderos de las trincheras.

También en 1812, realizaba un Plano de la ciudad de Lugo y sus contornos y, más tarde, el Plano de la Plaza de Denia con las Baterías para su ataque (2 de diciembre de 1813). Una vez recuperada Denia, Giraldo de Chaves remitía al general jefe de Ingenieros, con fecha del documento del 5 de enero de 1814, la relación de las obras que debían hacerse en la plaza para que recobrara el estado que tenía antes del sitio.

Finalizada la guerra y vuelto Fernando VII de su cautiverio en Francia, Giraldo regresaba a Madrid, donde, con ocasión del fallecimiento del ingeniero general, ocupaba tal cargo interinamente, al tiempo que se le designaba como vocal de la Junta Militar de Indias. El 13 de octubre de 1814 era nombrado mariscal de campo. Permaneció desempeñando ambos cargos hasta el nombramiento de un nuevo ingeniero general, siendo designado (abril de 1815) director subinspector del Cuerpo en Castilla la Nueva y jefe del Establecimiento de Alcalá de Henares (formado por la Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores), mando que ejerció hasta su fallecimiento en 1820. El centro de enseñanza de los ingenieros militares había cerrado sus puertas durante la guerra para establecer un centro provisional en Cádiz. Finalizado, pues, el conflicto, el Consejo de Regencia, el 28 de mayo de 1814, aprobaba la vuelta a su primitiva sede. Con posterioridad se convocaban exámenes de ingreso (1815) y se reanudaban los estudios en Alcalá de Henares.

Durante su mando de la Academia, el rey Fernando VII visitaba el centro de enseñanza de los Ingenieros el 10 de agosto de 1816. En el transcurso de su visita, Giraldo dirigió un simulacro, en el que se demostraba lo aprendido en las “Escuelas Prácticas de Zapadores”, creadas en el seno de las Ordenanzas del 11 de julio de 1803, con el objeto de que todo el personal del Regimiento estuviese capacitado para realizar las misiones asignadas al mismo. El estado continuo de guerra en que vivió el ejército desde su creación hizo que todo lo aprendido por los Zapadores en tiempo de paz lo llevaran a la práctica en su más amplio sentido, tanto en los asedios, pasos de ríos o defensas y cerco de poblaciones. Consecuente con lo anterior, se trataba en el simulacro de “[…] poder manifestar a S.M. el estado en que se halla (el Regimiento de Ingenieros) del modo más análogo y patente, ejecutándose en la tarde del 10 de agosto último el simulacro de una acción de guerra, en el cual se tuvo por objeto hacer algo que correspondiese a cada una de las atribuciones o funciones peculiares del Regimiento”.

Era caballero Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

 

Obras de ~: M. Maigret, Tratado de la seguridad y conservación de los Estados por medio de las fortificaciones, trad. al castellano de ~, 1782.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exps. personales.

R. Ferrer, Barcelona cautiva, ó sea, Diario exacto de lo ocurrido en la misma ciudad mientras la oprimieron los franceses, esto es, desde el 13 de febrero de 1808, hasta el 28 de mayo de 1814, Barcelona, 1815; M. Godoy, Memorias de Don Manuel Godoy, príncipe de la paz, vol. V, Gerona, 1839; VV. AA., Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y Ediciones de la Universidad, 1983; F. Aguilar Piñal, Bibliografía de autores españoles del siglo XVIII, vol. 4, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1986; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros, Madrid, (Ministerio de Defensa), 63-66 (2001 y 2002); R. Álvarez Rodríguez, “El Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército en la Guerra de la Independencia: Extremadura y Portugal”, en A. Quesada Gómez (coord.), El Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército en la Guerra de la Independencia, 1808-1814, Madrid, Ministerio de Defensa, 2009; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; J. M. Baena Gallé, Sevilla (1808-1814): Guerra y Cultura, tesis doctoral, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2015; R. Fernández López, La Academia de Ingenieros y los Zapadores-Minadores en Alcalá (1803-1823), Létrame, 2019.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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