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Gómez García de la Cárcel

Biografía

García de la Cárcel, Gómez. ?, ú. t. s. XI – p. t. s. XII. Hidalgo de Arévalo (Ávila).

Dicen, sin apoyo documental, los historiadores locales que Gómez García de la Cárcel participó en la conquista de Arévalo por Alfonso VI hacia 1082. Era hijo de García Sedeño de León y de Juana de la Cárcel y hermano menor de Gómez Sedeño, pertenecientes al linaje Sedeño, uno de los cinco principales que se asentaron allí. Pero los dos hermanos estaban enfrentados y por eso el pequeño cambió su apellido y fue cabeza de una nueva estirpe: “Dio assí mesmo el señor rey don Alonso en guarda y custodia los dos postigos y castillejos que están a las puertas que llaman de San Joán y San Josef: éste sobre el río Adaxa, el otro sobre el de Areualillo, frente a frente la muralla tirada, a Gómez García Sedeño el de San Joán y a Gómez García el de San Joseph, que eran hermanos, hijos legítimos de Gómez García Sedeño, de los quales se dize fueron tan enemigos que fue bien el apartarlos. Gómez Sedeño tomó por apellido sólo el de Sedeño, dejando el patronímico de García, y por el mesmo caso el otro tomó por apellido el de García y dexó el de Sedeño”.

Eligieron también el patronato de dos iglesias distintas de Arévalo: los Sedeño el de San Juan de los Reyes y los García de la Cárcel el de San Martín.

Las diferencias duraron muchos años, siendo su causa principal la primacía de una u otra de las dos ramas de la familia. En enero de 1401, Martín Sedeño y Sánchez Arévalo de la Cárcel se desafiaron tras una disputa en la reunión del Concejo que debía elegir los oficiales municipales para el año que acababa de entrar.

La intervención de los principales caballeros de los otros cuatro linajes de Arévalo (Berdugo, Briceño, Montalvo y Tapia) logró un acuerdo por el que los dos parientes se comprometían a someter en adelante sus conflictos a los justicias del Concejo so pena de ser tachados de malos caballeros.

Osorio Altamirano describe otra curiosa riña que se resolvió a los dados; la sitúa en tiempos de san Francisco de Asís (fundador en 1214, según la tradición, del convento de Arévalo que lleva su nombre), pero la intervención de fray Lorenzo de Rapariegos obliga a retrasarla a principios del reinado de Enrique IV (1454-1474): “En tiempo de nuestro padre San Françisco ubo una grande diferençia entre estas dos Casas sobre poner al linaje en los escritos el título y que se rremitió a las armas, aviendo muchos Sedeños de la una parte y muchos Garçías de la otra, que lo quisieron asentar con un grande y señalado desafío y que, a instançia de San Francisco, el veato padre fray Lorenzo de Rapariegos, su companero y natural de Rapariegos, aldea desta juridición, tomó la mano y acordó se compusiese por otro camino más suave. Y fue que se jugase a una suerte y que los que saliesen con ella intitulasen su linaxe de su apellido. Quentan más, que los Garçías tendieron una banda y sobre ella jugaron la suerte con unos dados y que la ganaron los Garçías y assí se intituló desde aquel día y se intitula y en todas ocasiones el linage de Gómez Garçía y de los Sedeños”.

La escasez de caballeros García de la Cárcel a finales del siglo XV y comienzos del XVI favoreció el definitivo acuerdo de 1530 con los Sedeño que puso fin al largo litigio. A petición de unos y otros, el corregidor Alfonso de Paz ordenó que todos los miembros del linaje tuvieran una sola junta los primeros viernes del año, igual que hacían las demás familias, y proveyeran de común acuerdo los puestos que les correspondían en el Concejo de Arévalo.

 

Bibl.: F. Osorio Altamirano, Descripción de Arévalo, 1632 (en Real Academia de la Historia, colección Salazar y Castro, vol. N-15, fols. 1-23). J. J. de Montalvo, De la Historia de Arévalo y sus sexmos, Valladolid, 1928; N. Ávila Seoane, “El proceso de señorialización del concejo de Arévalo en los siglos XIV y XV”, en En la España medieval, 26 (2003), págs. 97-126.

 

Nicolás Ávila Seoane