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César Fernández-Ardavín Ruiz

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Biografía

Fernández-Ardavín Ruiz, César. César F. Ardavín. Madrid, 21.IX.1921 – Boadilla del Monte (Madrid), 7.IX.2012. Guionista, director, productor de cine.

Perteneciente a la familia madrileña Fernández Ardavín en la que convive la dedicación empresarial con la vocación artística y una estrecha relación con el ambiente cultural del Madrid de principios del siglo XX, César F. Ardavín abandona el negocio familiar (unos talleres de imprenta y litografía fundados por su abuelo paterno en el barrio de Chamberí) y los estudios universitarios de Arquitectura para dedicarse, como sus tíos Eusebio y Luis, al cine, medio de expresión que se presenta como síntesis de sus inquietudes artísticas: la pintura, una vocación cultivada por su padre, la arquitectura y, sobre todo, la literatura. Escribe sus primeros guiones, en su mayoría adaptaciones literarias inéditas, y participa como ayudante de dirección y guionista de su tío, Eusebio, y de Ramón Torrado. Su primer largometraje como guionista y director es el drama colonial La llamada de África (1951), que anticipa las características fundamentales de su estilo cinematográfico: un esmerado tratamiento espacial del encuadre de referencias pictóricas, y la creación de atmósferas dramáticas cuyo origen puede rastrearse en la pintura costumbrista de su padre. Además de plantear, como avisa el rótulo introductorio, una glorificación de la labor del Ejército español, La llamada de África explora la atracción ejercida por la tierra saharaui en sus visitantes. La inclusión de pasajes documentales, recortados por la censura comercial y recuperados por el cortometraje documental Con los hombres azules (1953), la presencia de unos ángulos de encuadre bajos que destacan la presión de un cielo plomizo y los planos generales que abandonan al personaje en el desierto contribuyen a crear un tempo lento, embaucador que atrae de forma misteriosa al capitán Andrade interpretado por Gerard Tichy. Andrade representa el arquetipo del militar heroico y, a la vez, protagoniza la fusión de las culturas española y marroquí (el embarazo de Halima —Irma Torres— fue sugerido para superar así la censura administrativa).

En 1954, Ardavín constituye, junto al periodista y guionista Antonio Abad Ojuel, la productora Clave Films para dirigir ¿Crimen imposible?, un drama policíaco en el que es perceptible la influencia estética del cine negro norteamericano. La censura comercial impuesta por la distribuidora del filme truncó el objetivo de un argumento de inspiración pirandeliana, imponiendo una solución realista que convertía en asesina a la mujer adúltera, un desenlace añadido que forzó la interrogación del título original.

Dos años más tarde, con La puerta abierta/L’ultima notte d’amore, adaptación del drama escénico Tuzmadar de Lajos Zilahy, Ardavín reanuda la colaboración con Hesperia Films ante la imposibilidad de establecer una continuidad de producción en Clave Films.

En 1957, Ardavín aborda en la película Y... eligió el infierno la dirección de un relato de propaganda anticomunista que consiguió la máxima categoría proteccionista del Gobierno franquista, el Interés Nacional.

Con un guión escrito por el sacerdote José María de Quintana, José Antonio Medrano y Alfredo Echegaray, en la obra cinematográfica de Ardavín comienza a sobresalir el tema de la defensa de la religión católica que alcanzará continuidad en El lazarillo de Tormes (1959) y en La frontera de Dios (1963). La adaptación del clásico literario El lazarillo de Tormes (1959) anuncia la consolidación de su estilo y el referente galardonado de superación creativa. Es, junto con Cerca de las estrellas (1961), su película más controlada desde un punto de vista artístico y, a la vez, ejemplifica de forma singular los fuertes condicionantes que acompañaron a buena parte de la producción española durante el franquismo. En 1956, el relato sobre las aventuras de un niño de ocho años en su aprendizaje por la árida vida española del siglo XVI, una focalización narrativa con la que el guionista se distanciaba del texto original, es prohibido por la Dirección General de Cinematografía y Teatro. Al marcado tono moralista del inicio del relato dirigido a que el espectador reflexione sobre el auténtico sentido de la fe católica —la propia película se inicia con una cita de San Agustín: “El hambre es mala consejera, pero son peores la mentira, la superstición y la ignorancia. Descubridlas y os acercaréis al Dios verdadero”, y la secuencia prólogo de una estructura narrativa en flash-back expone la confesión del pequeño Lázaro, ubicando en el lugar imaginario del espectador a un sacerdote—, y el maquillaje de la verdadera identidad de algunos de sus amos —el cura del texto original es en la película un sacristán que interpreta Carlo Pisacane, mientras que el arcipreste se transforma en un comediante y falso vendedor de bulas interpretado por Memmo Carotenuto— y se sumaron, en nuevas versiones del guión, la asunción de las observaciones realizadas por la censura franquista. A pesar de todas estas modificaciones, que pueden leerse como una perversión del sentido original de la novela que inaugura el género literario de la picaresca española, la película de El Lazarillo... es, junto con Cerca de las estrellas, uno de los títulos más redondos del autor, un relato que se articula en torno a los ejes narrativos del deseo y la angustia de un niño, interpretado por el actor italiano Marco Paoletti. En el desenlace, pese a su confesión, es inevitable que resurja esa sensación de angustia que fuerza, ante la ausencia de un cielo protector (tormenta) a que corra tras el carromato de su amo. Al menos es así en el desenlace del filme que se estrenó en la X edición del Festival Internacional de Berlín, donde consiguió el Oso de Oro y la medalla de Oro del Centro Internacional de Cine Educativo y Cultural (CIDALC).

Sin embargo, los premios internacionales no facilitan la labor profesional del guionista y director. Tras la coproducción hispano-alemana Festival (1960), una historia de amor imposible localizada en el festival cinematográfico de San Sebastián, Ardavín constituye la empresa de producción Aro Films, S.L. Su primera producción es la adaptación del drama escénico escrito por Ricardo López de Aranda Cerca de las estrellas (1961) que se suma a la vocación realista que el cine español experimenta en la década de 1950, un relato impregnado de nostalgia donde se mezclan las ilusiones y frustraciones de una familia española de clase media. En este filme, definido por el director como “un ejercicio de técnica” por la concentración espacial de la acción dramática, puede llegar a percibirse un aspecto metaficcional. El discurso sobre la imposibilidad de amar del personaje protagonista, Juan (Fernando Cebrián), un escritor solitario que finalmente pasará a formar parte integrante del ciclo convencional de la vida, puede leerse, asimismo, como la puesta en escena del conflicto creativo experimentado por el director en el marco de la producción española.

Hasta el año 1969, César F. Ardavín abandona la dirección de largometrajes para dedicarse a la realización de cortometrajes documentales en los que se reencuentran los motivos pictóricos y literarios presentes en su obra de largometraje. Para Televisión Española realiza, entre otras, la serie Viaje fantástico en globo (1964), Cartas de un peregrino (1965) o el mediometraje Quijote, ayer y hoy (1965). Su singular versión de La Celestina (1969) encierra una obsesión que le ha perseguido durante su trayectoria profesional: recortar las mediaciones que distancian al guionista de su creación. Además de guionista, productor y director, fue el responsable del diseño de los decorados y del vestuario. Ardavín contó con una excepcional libertad de expresión en el cine español de la época, que permitió a Elisa Ramírez, en su papel de la Melibea cinematográfica, protagonizar uno de los primeros destapes del cine producido durante la dictadura: en plano general corto y desenfocado por las gasas del dosel de la cama se descubre el pecho de la actriz.

Comenzando la década de los setenta, siempre en calidad de guionista y director, dirige el drama romántico y decadente Hembra (Prohibido) y, en 1974, rodó su relato en contra del aborto que llevó por título No matarás, desechando el de Historia de unos zapatos. Su último largometraje fue la adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós, Doña Perfecta (1977).

Ardavín es asimismo el responsable de un gran número de proyectos inéditos, como Del brazo y por la calle, El buscón Quijote 1958. En el año 2005, la Asociación de Amigos de la Filmoteca Española rindió un homenaje al cineasta.

 

Obras de ~: Filmografía: (guión) en E. Fernández Ardavín (dir.), Neutralidad, 1949; (guión y dir.), La llamada de África, 1951; (guión y dir.), Con los hombres azules, 1953; (guión y dir.), ¿Crimen imposible?, 1953; (guión y dir.), La puerta abierta/ L’ultima notte d’amore, 1956; (dir.), ...Y eligió el infierno, 1957; (guión, prod. y dir.), El lazarillo de Tormes, 1959; (guión y dir.), Festival, 1960; (guión y dir.), Ballet español, 1960; (guión y dir.), Cerca de las estrellas, 1961; (guión y dir.), La frontera de Dios, 1963; (guión y dir.), Viaje fantástico en globo, 1964; (guión, prod. y dir.), Quijote, ayer y hoy, 1965; (guión, prod. y dir.), Cartas de un peregrino, 1965; (dir.), Saulo de Tarso, 1966; (dir.), San Pablo en el arte, 1966; (guión y dir.), Tour Espagne, 1967; (guión y dir.), Pasaporte para la paz, 1967; (guión, prod. y dir.), Viaje por Aranjuez, 1968; (guión y dir.), El turismo de Don Pío, 1968; (guión y dir.), La Celestina, 1969; (guión y dir.), Lladró: porcelanas de hoy, 1969; (guión y dir.), Yantares de España, 1969; (guión y dir.), Hembra (Prohibido), 1970; (dir.), Por caminos de Castilla, 1971; (guión y dir.), Memorias de un pájaro, 1971; (guión y dir.), Los amores de Pío, 1971; (prod. y dir.), Objetivo: seguridad, 1973; (dir.), El muestrario, 1973; (guión y dir.), El escaparate, 1973; (guión y dir.), No matarás, 1974; (guión, prod. y dir.), Las últimas postales de Stephen, 1976; (guión, prod. y dir.), Tierras de vino, 1976; (guión, prod. y dir.), Ariños, 1976; (guión y dir.), Doña Perfecta, 1977; (guión y dir.), Guía de Santiago de Compostela, 1977; (guión y dir.), La mujer en Goya, 1977; (guión y dir.), Toque de alba, 1977; (guión y dir.), La medalla hoy, 1978; (guión y dir.), Geografía de La Mancha, 1978; (guión y dir.), Cales y cantos, 1978; (guión y dir.), Atlántida, 1978; (dir.), Arte actual U.S.A., 1978; (guión y dir.), Andaduras de don Quijote1978 (guión y dir.), Marinas, 1978; (guión y dir.), Los fantasmas del taller, 1979.

 

Bibl.: J. Pérez Perucha (ed.), Antología crítica del cine español 1906-1995, Madrid, Cátedra, 1997; Á. Ortiz Villeta, “Ardavín, César F.”, en J. L. Borau, Diccionario del cine español, Madrid, Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas-Alianza Editorial, 1998, pág. 79; L. Antón Sánchez, César Fernández-Ardavín: cine y autoría, Madrid, Egeda, 2000; “La imposibilidad de amar cerca de las estrellas”, en [Impreso del acto-homenaje de la Asociación de Amigos de Filmoteca Española a César Fernández-Ardavín], Madrid, Filmoteca Española, junio de 2005.

 

Laura Antón Sánchez

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