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Camilo Fabra y Fontanills

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Biografía

Fabra y Fontanills, Camilo. Marqués de Alella (I). Barcelona, 9.II.1833 – 24.VI.1902. Industrial y político.

Era hijo de Juan Fabra e Illes (Barcelona, 1807 – 3 de diciembre de 1864), que fue director y consejero de la Sociedad Catalana General de Crédito. Este banco de negocios había sido creado en 1856 por Antonio Brusi y Ferrer —propietario del Diario de Barcelona— y se dedicó a invertir en líneas ferroviarias y obras públicas, como fueron los ferrocarriles Barcelona- Zaragoza y Valencia-Tarragona, la urbanización del ensanche de Barcelona, el canal izquierdo del Ebro o las contratas de obras públicas y municipales.

Juan Fabra e Illes casó en 1827 con la pubilla Camila Fontanills y Casades, heredera de Casa Fontanills del Masnou. Hija de José Antonio Fontanills y Raspall, rico comerciante de telas e indianas establecido en Barcelona junto a Santa María del Mar, que continuó el negocio establecido en el antiguo barrio de Mar por su padre, José Fontanills y Pujades y que casó en 1803 con Ignacia Casades y Ferrer. La familia Fontanills, oriunda de Masnou, en el Maresme barcelonés, descendía de homes de paratge, dueños de la Casa aloera de Fontanills del vecinazgo del Masnou, en la parroquia de Sant Martí de Teyá.

Camilo Fabra fundó en 1858 la sociedad Camilo Fabra y Compañía, que producía en su fábrica del barrio de Gracia redes de pesca y caza hechas con hilo de lino reforzado mediante un telar de mallas técnicamente nuevas, elaboradas gracias a las innovadoras máquinas que había diseñado el ingeniero francés Pecqueur.

Con aquel nuevo producto el joven industrial participó con éxito en la Exposición Industrial de Barcelona de 1860.

Gracias a sus relaciones de negocio, el joven industrial Camilo Fabra había entrado en relación con la familia de su proveedor de hilo y buen amigo Fernando Puig y Gibert —convertido con los años en uno de los grandes industriales algodoneros catalanes—, quien de su segundo matrimonio con Dolores Cerdá tenía una hija, Dolores Puig y Cerdá, que casó en 1858 con Camilo Fabra y Fontanills. El suegro fue dejando progresivamente la dirección de su industria en manos del yerno mientras él se dedicaba a un tipo de política moderada, dentro del partido Unión Liberal, siendo elegido senador del reino por Gerona (1881-1894) y, finalmente, senador del reino con caracter vitalicio (1894-1901), vocal de la Junta de Obras del Puerto de Barcelona (1869), y vocal de la Junta de Aranceles y Valoraciones (1900), militando hasta su muerte en el partido de Práxedes Mateo Sagasta.

Camilo Fabra desde 1858 dirigió las fábricas de Gracia y de San Andrés de Palomar, y constituyó con Fernando Puig, en 1866, la sociedad Puig Fabra y Compañía, presentándose en las exposiciones de París (1867), de Barcelona (1871), de Viena (1873) y de Filadelfia (1876). La fábrica de Gracia fue trasladada a La Sagrera, en Sant Martí de Provençals, y en 1882 —habiendo dejado los negocios su suegro— se constituyó la sociedad Camilo Fabra y Compañía, Sucesores de Fernando Puig, orientando estratégicamente la fábrica de su suegro a la producción de hilos de algodón para coser. El rey Amadeo I de Saboya concedió a Camilo Fabra la Gran Cruz de Isabel la Católica el 13 de diciembre de 1872 por los méritos contraídos en el fomento de la industria nacional.

El 16 de julio de 1884 la compañía se fusionó con la de Manuel Portabella y Cantarell —importante fabricante de hilados y tejidos de algodón e hilo de algodón para coser establecido desde 1879—, constituyéndose la Sociedad Anónima Sucesores de Fabra y Portabella, de la que Camilo Fabra fue presidente. La nueva empresa trabajó con tres fábricas, una en Manresa, dedicada a hilatura y tejidos de algodón, otra en San Andrés de Palomar, dedicada a la hilatura y torcido de lino, cintas de hilo y algodón y carretes de hilo para coser, y otra en Sant Martí de Provençals, dedicada a la fabricación de redes de pesca.

Muertos Manuel Portabella (1894) y Camilo Fabra (1902) la sociedad Sucesores de Fabra y Portabella se fusionó en 1903 con el grupo industrial británico encabezado por J. & P. Coats Ltd., compuesto igualmente por Nuevas Hilaturas del Ter, Clark & Co. Ltd., English Sewing Cotton Ltd., R. F. & J. Alexander & Co. Ltd., y Barcelona Manufacturing Co. Ltd., quedando constituida la Compañía Anónima de Hilaturas de Fabra y Coats, sociedad que celebró su centenario en 1944 manteniendo durante una centuria muy equilibrado el capital social y la estructura accionarial, hasta que en 1992 el grupo británico Coats pasó de tener un 52 por ciento de capital a un 85 por ciento, con mayoría absoluta.

Paralelamente a los negocios y a su dedicación empresarial, Camilo Fabra había iniciado su vida política cuando su suegro, Fernando Puig, decidió retirarse progresivamente de sus cargos públicos. Perteneció al partido moderado de Unión Liberal y defendió el proteccionismo arancelario. Fue elegido tres veces regidor del Ayuntamiento de Barcelona, dos veces teniente de alcalde y finalmente designado alcalde de Barcelona, cargo que desempeñó durante tres meses —desde el 10 de enero de 1893 hasta el 1 de abril de 1893—; dimitió al comprobar la delicada situación del Ayuntamiento de la ciudad. Fue igualmente elegido diputado en Cortes por Barcelona (1876- 1878 y 1881-1889). Fue elegido senador del reino con caracter vitalicio el 15 de febrero de 1891, cargo al que tuvo que renunciar el 12 de enero de 1893 por ser incompatible su desempeño con el cargo de alcalde de Barcelona, siendo nuevamente designado el 11 de abril de 1893. Antes de morir, el que fuera marqués de Alella había sido propuesto por el ministro de la Gobernación, Segismundo Moret, para el cargo de gobernador civil de Barcelona, que rehusó.

También fue presidente de la Red Catalana de Ferrocarriles y protector de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.

Al margen de su negocio textil, Camilo Fabra invirtió en diversos sectores empresariales, tales como compañías de seguros (La Catalana —de incendios— o La Previsión —de seguros de vida—), entidades bancarias como Crédito Mercantil y de ferrocarriles (Ferrocarril de Tarragona-Barcelona-Francia y el Ferrocarril Madrid-Zaragoza-Alicante). Era presidente de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar, propietaria del hipódromo de Casa Antúnez, presidente de la Junta de Gobierno de la Sociedad del Gran Teatro del Liceo y presidente del Conservatorio de Isabel II.

La reina regente María Cristina, por Real Decreto de 14 de marzo de 1889 y Real Despacho de 3 de junio de 1889, concedió a Camilo Fabra y Fontanills el título de marqués de Alella, población donde el ilustre prócer poseía una finca de recreo en la que pasaba con su familia su tiempo libre y sus vacaciones. Fue comendador de las Órdenes de Carlos III, de Beneficencia y de la Corona de Italia, así como oficial de la Legión de Honor.

Su influencia en la sociedad barcelonesa fue muy importante, especialmente en los grupos y estamentos más distinguidos. Los salones del marqués de Alella fueron frecuentados por sus amigos y por miembros de la política y de la aristocracia catalanas durante las suntuosas veladas que ofreció en su casa de la calle Diputación, obra del arquitecto Enrique Sagnier y Villavechia, en las que el buen gusto y la galantería compitieron con la riqueza y esplendidez más brillantes.

El marqués de Alella murió a los sesenta y nueve años, un año más tarde que su suegro. Antes de morir hizo una importante donación en metálico a favor de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, destinada a construir un observatorio astronómico en el monte Tibidabo —el famoso Observatorio Fabra— cuya edificación fue realizada por el arquitecto modernista José Domenech y Estapá, y que fue inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1904 por el rey Alfonso XIII con asistencia del presidente del gobierno Antonio Maura y de Dolores Puig y Cerdá, marquesa viuda de Alella.

Fueron sus hijos Fernando Fabra y Puig, II marqués de Alella; Camila Fabra y Puig (Madrid, 24 de junio de 1869 – Barcelona, 24 de octubre de 1952), dama de la Orden de María Luisa, que casó en 1893 con Joaquín de Vigo y de Bassols; Román Fabra y Puig (Barcelona 1875-1948), empresario, a quien el rey Alfonso XIII concedió el título de I marqués de Masnou, que casó con Marcelina de Monteys y de Xuriguer; Consuelo Fabra y Puig, esposa de Mariano Fuster y Fuster, y Araceli Fabra y Puig, casada con José Ribas.

 

Obras de ~: Código o Deberes de buena sociedad, Barcelona, Bastinos, 1883 (reed. Barcelona, 1883, con ilustraciones de C. Castelucho, Barcelona, Blas Cuimí, 1914).

 

Bibl.: Guía Oficial de España, Madrid, Imprenta Nacional- Imprenta de La Gaceta de Madrid, 1868-1902, La Exposición. Diario oficial, Barcelona, 1888; Memoria sobre las obras sociales en favor de los trabajadores de la Compañía Anónima de Hilaturas de Fabra y Cotas, Barcelona, F. Altes, 1916; Reseña Ilustrada de la Industria y del Comercio de Cataluña, Barcelona, 1925; Memoria de la Compañía Anónima de Hilaturas de Fabra y Cotas, Barcelona, 1926; Centenario de la Compañía Anónima de Hilaturas de Fabra y Cotas, 1844-1944, Barcelona, 1944; P. Voltes Bou, La Banca Barcelonesa de 1840 a 1920, Barcelona, Instituto Municipal de Historia, 1963; F. Cabana, Fabriques i empresaris. Els protagonistes de la revolució industrial a Catalunya. Vol. II, Cotoners, Barcelona, Enciclopedia Catalana, 1993; G. Velasco Fabra, La familia de Camilo Fabra y Fontanills, marqués de Alella, durante el siglo XIX en España, 3ª ed., Madrid, Letra Clara, 2017; “D. Camilo Fabra y Fontanills, I marqués de Alella”, en Casino de Madrid. Revista de información del Casino de Madrid, núm. 95 (primavera, 2019), págs. 59-61.

 

Francisco José Morales Roca

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