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Alfonso Fernández

Biografía

Fernández, Alfonso. El Niño. Señor de Molina y de Mesa. ?, c. 1242 – 26.VIII.1281 post. Hijo natural de Alfonso X el Sabio y ricohombre leonés.

Alfonso Fernández, llamado El Niño en las crónicas y documentos de la época, fue hijo natural del rey castellano Alfonso X el Sabio y de Elvira Rodríguez de Villada, cuyas relaciones habrían tenido lugar hacia 1242. Elvira Rodríguez casaría posteriormente con Gonzalo Morante, merino mayor del reino de León entre 1252 y 1258, y merino mayor de Asturias en este último año. Hijo de este matrimonio de la amiga del Monarca sería Gonzalo Morante, hermano de madre de Alfonso Fernández.

En los privilegios rodados emitidos por la Cancillería regia, en los que aparece confirmando Alfonso Fernández El Niño desde septiembre de 1255, es llamado en la inmensa mayoría de las ocasiones “fijo del rey”, lo que demuestra que su padre lo había reconocido.

Muy pronto comenzó a encabezar la columna de confirmantes nobles leoneses de ese tipo de documentos.

Tal distinción era expresión evidente de su posición de privilegio, así como indicio del lugar de implantación de sus rentas y patrimonio en el antiguo reino de León. Hay constancia de que Alfonso Fernández fue tenente de Valduerna, en sustitución del infante Alfonso de Molina (hermano de Fernando III), desde octubre de 1259 hasta mayo de 1276. También fue tenente de Palacios de la Valduerna entre mayo de 1259 y marzo de 1275; tenente de Mayorga (actual provincia de Valladolid) entre 1261 y 1275; tenente de Laguna de Negrillos entre marzo de 1262 y agosto de 1269; y señor del mismo lugar entre enero de 1274 y julio de 1279.

En la década de 1260 Alfonso Fernández fue colocado por su padre al frente de la reorganización de amplias zonas conquistadas al Islam, lo que lo llevó a fijar su residencia en Andalucía. En el repartimiento de tierras entre pobladores cristianos en Niebla (Huelva) actuó como partidor en 1263, junto al obispo de Cuenca. En esta zona intervino de nuevo Alfonso Fernández en colaboración con otros delegados del Rey, fijando los deslindes de Niebla, Saltés, Huelva y Gibraleón (1267); para ello contó con la ayuda de lugareños moros que conocían aquellos pagos. En Gibraleón (Huelva) ejerció asimismo como partidor.

Después de la victoria castellana sobre la revuelta de los mudéjares andaluces (1264), éstos, en su mayoría, fueron expulsados o huyeron. Alfonso Fernández se ocupó de la partición de tierras de la región de Jerez de la Frontera para instalar a nuevos habitantes. Unos años después, el 3 de agosto de 1274, Alfonso X confirmaba el deslinde de términos de Jerez de la Frontera con Lebrija, Arcos, Alcalá y Medina Sidonia, otra labor efectuada por su hijo Alfonso Fernández. Similar trabajo llevó éste a cabo en la vecina Medina Sidonia en 1269, asesorado por una serie de personas entre las que se encontraba el noble andaluz Diego Sánchez de Funes.

En aquellos mismos años, durante la insurrección aristocrática de 1271-1273 contra Alfonso X, el infante heredero, Fernando de la Cerda, estaba en Andalucía luchando contra los musulmanes. Al mismo tiempo negociaba la vuelta a la obediencia de los ricoshombres desafectos. Por orden del Monarca, Alfonso Fernández se convirtió en uno de los tres consejeros de confianza de su medio hermano Fernando en aquel difícil trance.

Aplacada la sublevación nobiliaria, Alfonso X le encomendó a Alfonso Fernández ciertas responsabilidades de gobierno en Sevilla, dirigidas a proteger los intereses de la Iglesia. Entre mayo de 1274 y abril de 1278 el Monarca se dirigió a su hijo en diversas cartas ordenándole hacer cumplir, en beneficio de la Iglesia hispalense, los pagos de los diezmos, de las rentas del almojarifazgo y de la aduana, así como impedir que se le exigiera a la Iglesia tasas de las que estaba exenta (como la de “chancelería”, que se satisfacía en razón de la expedición de documentos). Para el cumplimiento de las órdenes reales Alfonso Fernández dispuso de amplios poderes coactivos.

Durante su estancia en Sevilla, Alfonso Fernández tuvo a su cargo, además, la defensa de la ciudad. Así sucedió a finales de 1275, durante los ataques benimerines que arrasaron el valle del Guadalquivir. Y también en agosto de 1277, cuando el ejército del norteafricano Abu Yusuf, al que se unieron los arraeces de Guadix y de Málaga, salió de Ronda y acampó en las cercanías de Sevilla. En esta ocasión los cristianos salieron de las murallas para enfrentarse a las huestes islamitas, pero fueron derrotados.

Los últimos años de Alfonso Fernández estuvieron ocupados por una intensa actividad bélica, a excepción de 1276, cuando se firmó una tregua entre Castilla y los benimerines. El Niño estuvo presente en todas las campañas importantes de esta etapa. La primera de ellas tuvo lugar en 1278, cuando se reunieron en Sevilla las huestes llamadas por Alfonso X para cercar Algeciras. Ya la flota había partido para iniciar el bloqueo por mar; en ella estaba Gonzalo Morante, el hermano de Alfonso Fernández. El ejército terrestre iría comandado por el infante Pedro, hijo de Alfonso X, aunque el Monarca envió con él a Alfonso Fernández para que comandara la vanguardia. El sitio y combate contra la villa sería desfavorable a los cristianos por la falta de abastecimientos y a causa de la intervención de una flotilla benimerín, que desharía el bloqueo naval castellano. Las tropas cristianas tuvieron que retirarse a Sevilla.

El último episodio de la guerra fronteriza en el que participó Alfonso Fernández fue una incursión dirigida por el propio Alfonso X en la Vega de Granada, en junio de 1281. Capitaneaban la hueste los hijos del Rey, que iba protegido en el centro de este ejército: el infante heredero Sancho iba al frente de la vanguardia; los infantes Juan y Pedro se encargaban de los flancos; y la retaguardia estaba a las órdenes de Alfonso El Niño.

Ese mismo año de 1281 debió de ser el de la muerte de Alfonso Fernández. La última mención a su persona en la documentación coetánea se halla en una carta expedida en Sevilla el 26 de agosto de ese año, dirigida por un hermano suyo, el infante Juan, a la ciudad de Burgos.

Hacia 1269 Alfonso Fernández había contraído matrimonio.

Desde junio de 1272 al menos, y hasta la fecha de su muerte, fue señor de Molina y de Mesa, título que podía usar gracias a su boda con doña Blanca, señora de aquellos lugares después de la muerte de su padre. Blanca era hija del infante Alfonso de Molina y de Mafalda Pérez de Lara, titular original del señorío.

Del enlace entre Blanca y Alfonso El Niño nació un único vástago, Isabel, que luego casaría con Juan Núñez de Lara. Al morir sin descendencia este último matrimonio, el señorío de Molina lo heredaría de Blanca su hermana, la reina doña María, esposa de Sancho IV e hija de Alfonso de Molina y de doña Mayor Alfonso de Meneses. Este señorío pasaría finalmente al patrimonio real castellano en tiempos de Alfonso XI.

 

Bibl.: D. Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla, metrópoli de la Andalucía, t. I, libro II, Madrid, Imprenta Real, 1795, pág. 340; M. Gaibrois, Historia del reinado de Sancho IV de Castilla, t. II, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1928, pág. 204; J. González, Repartimiento de Sevilla, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1951, pág. 90, n.º 260, y pág. 88, n.º 252; A. Ballesteros-Beretta, Alfonso X el Sabio, Barcelona, Salvat, 1963, págs. 317, 477, 693, 760, 768, 787-788, 828-830, 946-947 y 965; P. de Barcelos, Livro de Linhagens (ed. de J. Mattoso del ms. del s. xiv), vol. II, Lisboa, Publicaçôes do II Centenario da Academia das Ciéncias, 1980, págs. 152-153, 161-162 y 484; J. de Salazar y Acha, “Precisiones y nuevos datos sobre el entorno familiar de Alfonso X el Sabio, fundador de Ciudad Real”, en Cuadernos de Estudios Manchegos, 20 (1990), págs. 209-233 (espec., pág. 222); B. Vázquez Campos, “Sobre los orígenes del Adelantamiento de Andalucía”, en Historia. Instituciones. Documentos, 27 (2000), págs. 333-373 (espec., págs. 345-347 y 367-370); B. Vázquez Campos, Los adelantados mayores de la Frontera o Andalucía (siglos xiii-xiv), Sevilla, Diputación Provincial, 2006.

 

Braulio Vázquez Campos

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