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Francisco de Godoy

Biografía

Godoy, Francisco de. Cáceres, 1505-1506 – 1.VII.1564. Conquistador de Perú.

Hijo de los nobles cacereños Rodrigo de Godoy y de su primera mujer María de Aldana, pasó en 1528 a Castilla del Oro y luego a Nicaragua, estableciéndose en la ciudad de Granada, donde tuvo casa poblada e indios de repartimiento que le dio el gobernador Pedrarias Dávila. Allí supo que Pizarro le necesitaba y dejándolo todo, marchó a Nicoya para embarcar, con hasta sesenta hombres de a pie y de a caballo que le quisieron seguir, donde estuvo esperando para hacerse a la mar cerca de diez meses. Desembarcó en Perú, en la bahía de San Mateo, en 1532, y con grandes penalidades llevó a sus hombres por la costa hasta Cajamarca, donde poco antes Pizarro había hecho prisionero a Atahualpa. Como no estuvieron en la captura del inca, no participaron en el reparto del famoso botín que se obtuvo por su rescate, aunque Pizarro dio a Godoy y a su gente un socorro de veinte mil pesos de oro.

Fue Godoy uno de los integrantes del famoso trío de primos hermanos cacereños en la conquista de Perú, siendo Lorenzo de Aldana y Perálvarez Holguín, los otros dos, ya que las madres de Godoy y de Holguín eran hermanas del padre de Aldana. Pasó Godoy a la provincia de Jauja, donde fundó un pueblo, y luego estuvo en la conquista del Cuzco, capital del imperio inca. Cuando Pizarro fundó la ciudad de Lima, le dio repartimiento, con lo que pudo edificar una casa para su morada, dejando aquél a Godoy por teniente general de la ciudad en diversas ocasiones en que tuvo que salir a combatir a los indios.

Pizarro lo volvió a enviar a la provincia de Jauja a socorrer a un capitán español que allí estaba en situación apurada, pero cuando se aproximaba supo por dos españoles que ellos eran los únicos supervivientes, ya que los demás habían sido muertos por los indios. Como llevaba poca gente, Godoy se replegó hacia Lima, pero los indios que llevaban los fardos huyeron con ellos, y él perdió gran cantidad de oro, plata y joyas. Gracias a que regresó pudo defender Lima, que los indios atacaron, aunque sin poder tomar la ciudad.

Pizarro lo nombró teniente de gobernador y visitador de los indios de la nueva ciudad de Los Reyes para la administración de justicia, por título dado en ella el 6 de junio de 1537; y su sucesor el gobernador Vaca de Castro le concedió la encomienda de indios de la provincia de Atavillos, y en el título lo llama capitán, caballero y persona de calidad y uno de los primeros conquistadores y pobladores de estos reinos de Perú. Encontró un tesoro en el templo de un dios indígena, y a diferencia de otros conquistadores que resolvieron quedarse para siempre en las Indias, Godoy, en todo momento decidió regresar a Cáceres, para lo cual iba enviando remesas de dinero a su primo hermano Álvaro de Aldana con la finalidad de que le fuera comprando tierras y rentas en Cáceres.

En septiembre de 1544 se encontraba en Panamá para regresar a España, oportuna decisión, pues en Perú la situación estaba muy complicada tras el asesinato de Francisco Pizarro y las sucesivas rebeliones y luchas civiles entre bandos enfrentados. A finales de 1545 estaba ya de regreso en Cáceres, casándose al año siguiente con Leonor de Ulloa, hija de Lorenzo de Ulloa Porcallo, señor de la Casa de las Veletas y regidor perpetuo de Cáceres, y de Juana de Ovando, y de ellos ha quedado muy abundante descendencia. En 1649 comenzó a construir, sobre las casas que habían sido de su familia, enfrente de la iglesia parroquial de Santiago, el magnífico palacio llamado de Godoy, con una suntuosa torre y bellísimo balcón de esquina, obra del maestro Pedro de Marquina, que puede considerarse como prototipo de palacio renacentista cacereño, y es el único de entre los muchos existentes en esta ciudad construido fundamentalmente con riquezas traídas del Nuevo Mundo. Sin embargo, Godoy no llegó a ver terminado este palacio, ya que murió antes de que hubieran concluido las obras. Fue sepultado en la capilla de San Juan Evangelista, en la entonces iglesia parroquial de Santa María la Mayor de Cáceres y hoy iglesia concatedral, que por entonces servía de sacristía y que él compró para enterramiento suyo y de sus descendientes. Hoy no queda el menor rastro de su tumba, que se encuentra, sin embargo, en el subsuelo, en la parte central de esa dependencia, actualmente convertida en sala del museo catedralicio.

 

Bibl.: C. Bermúdez de Plata (dir.), Catálogo de pasajeros a Indias, t. I, Madrid, Espasa Calpe, 1930; J. M. de Mayoralgo y Lodo, conde de los Acevedos, “Tres primos cacereños en la conquista del Perú: Francisco de Godoy, Lorenzo de Aldana y Perálvarez Holguín. Orígenes familiares y trayectoria vital”, en E. Pardo de Guevara y Valdés (ed.), España y América: un escenario común. Actas de la XI Reunión Americana de Genealogía, Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento, 2005, págs. 726-728.

 

José Miguel de Mayoralgo y Lodo, conde de los Acevedos