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Edgardo Pérez Quesada

Biografía

Pérez Quesada, Edgardo. Buenos Aires (Argentina), 26.III.1883 – 28.XII.1964. Diplomático argentino.

Hijo de Horacio Pérez Mendoza y Matilde Quesada, cursó estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, licenciándose como escribano y obteniendo el grado de doctor en Diplomacia. En 1925 fue nombrado segundo secretario de la legación de París, ascendiendo a primer secretario al elevarse dicha representación al rango de embajada, llegando a ser consejero primero de embajada con destino en España hacia 1934.

Al estallar la Guerra Civil Española, el Cuerpo Diplomático se encontraba de Ministerio de Jornada en San Sebastián. En Madrid, Edgardo Pérez Quesada permaneció al frente de la embajada argentina, ayudando al embajador García Mansilla, que había decidido asilar a dieciocho personas en su residencia veraniega de Zarauz, amparándolas contra la represión del Frente Popular. Una vez lograda la evacuación de ese grupo de refugiados hacia Francia, Pérez Quesada permaneció en Madrid, con un personal reducido al mínimo, comenzando su labor de amparo a los ciudadanos argentinos. Como primeras medidas se proveyeron brazaletes con los colores nacionales, sellados y garantizados con su firma, y se expidieron certificados para las casas habitadas por argentinos, buscando así evitar las revisiones o las requisas de la policía y de los milicianos. La inmediata oleada de asesinatos indiscriminados y ajustes de cuentas sociales en la España republicana motivó al Cuerpo Diplomático extranjero a realizar una generosa aplicación del derecho de asilo diplomático. Así, García Mansilla logró liberar y evacuar a 150 mujeres de la cárcel de los Ángeles Custodios de Bilbao.

En Madrid, Pérez Quesada –nombrado encargado de negocios- comenzó a recibir refugiados españoles a comienzos del mes de agosto de 1936, mientras se organizaba la salida de ciudadanos argentinos hacia un puerto del Levante, donde serían evacuados en el crucero 25 de Mayo, enviado por el Gobierno de Agustín Justo, al que más tarde se sumaría el destructor Tucumán. Entre agosto y diciembre se organizaron ocho expediciones de evacuación de asilados. No obstante, a finales de año, la embajada argentina y pisos anexos protegían a una colonia de 300 personas, con independencia de los dos centenares largos de refugiados que había en la legación de Uruguay, bajo su protección desde la ruptura de relaciones diplomáticas de este país con la República española. Además, Pérez Quesada gestionó la protección y salida, clandestinamente, de personalidades muy amenazadas como el escritor Wenceslao Fernández Flórez, el diputado Ramón Serrano Suñer y su familia, la hija y el yerno del líder liberal Melquíades Álvarez, a través del consulado de Alicante. Visitó cárceles y checas, salvando a numerosas personas, entre ellas a la duquesa de la Victoria, presidenta de la Cruz Roja española. No obstante, ante la llegada de las fuerzas franquistas a los alrededores de Madrid, el encargado de negocios argentino aceptó el asilo de algunos republicanos, temerosos de la caída de la capital en manos de sus enemigos.

Consciente de la existencia de varios poderes en la España republicana –la administración central, la local, los milicianos, los sindicatos y partidos políticos- Pérez Quesada decidió realizar una política de entendimiento y evitar la confrontación. El 23 de noviembre de 1936, entregó a la Cruz Roja la suma de medio millón de pesetas recaudadas en Argentina para los hospitales republicanos, además de participar en otras campañas contra el hambre y a favor de la infancia. A comienzos de 1937, Pérez Quesada se trasladó a Valencia –sede del Gobierno republicano- para gestionar la evacuación de todos los asilados de Madrid, hombres, mujeres y niños. Entre el 1 de enero y el 26 de febrero se organizaron ocho expediciones de salida hacia Alicante y Valencia. Absolutamente todos los asilados fueron evacuados por la Marina argentina hacia Francia, siendo el mayor éxito de Pérez Quesada y sus colaboradores.

El diplomático argentino abandonó España y se instaló en su nuevo destino en Lisboa, ascendido a ministro plenipotenciario. Mientras tanto, más de 700 españoles solicitaron protección y evacuación hacia la España nacional a la embajada argentina instalada en San Juan de Luz, siendo atendidos en su solicitud. Tras la Guerra Civil, a propuesta de Nicolás Franco, embajador español en Portugal, se otorgó a Pérez Quesada la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica (BOE de 15 de febrero de 1940), como reconocimiento a su labor humanitaria durante la Guerra Civil. El siguiente 3 de abril, en un banquete donde asistieron todos los representantes iberoamericanos –salvo el mexicano- y representantes de los antiguos refugiados se le hizo entrega de esa distinción. El 29 de abril de 1941, sus antiguos asilados le regalaron las insignias de la Orden durante un homenaje en Lisboa. Cuatro años más tarde fue enviado a Colombia como embajador, puesto que ocupó durante un año. Disconforme con el peronismo, su actuación fue breve y se apartó de la actividad diplomática. Tras la caída del general Perón fue nombrado embajador en Siria en 1956, donde estuvo dos años, y más tarde se acogió a su jubilación.

Casado con Celia Lynch, el matrimonio tuvo cuatro hijos: Morena, Luis, Patricio y Alfredo. Durante algunos años ejerció la docencia en varias cátedras de la Escuela Industrial Argentina, cuando era dirigida por Otto Krause. Edgardo Pérez Quesada, además de la condecoración citada, fue distinguido con la placa de primera clase del Mérito Naval de España con distintivo blanco, la placa de primera clase de la Cruz Roja española, la Legión de Honor francesa y la condecoración Al Mérito Sirio en grado extraordinario. Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias y Letras Hispanoamericana de Cádiz, fue miembro corresponsal de la Academia de Huelva.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores (Madrid), Condecoraciones, R. 810, exp. 20; R. 4.905, exp. 97; Estado, R. 672, exp. 2; R. 673, exps. 9 y 17; R. 1.060, exp. 201; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Causa General, Embajadas y refugiados, Nota verbal y anejos de la embajada argentina, 14 de agosto de 1942; Archivo Familia Pérez Quesada (Buenos Aires, Argentina), documentos familiares y recortes de prensa.

F. Casares, Argentina-España, 1936-1937 (Apuntes y recuerdos de un asilado en la embajada argentina de Madrid), Buenos Aires, Ed. Poblet, 1937; S. Núñez Maturana, La tragedia española (Memorias incongruentes de un perseguido asilado), Buenos Aires, Lux, 1938; C. Campoamor y F. Fernández Castillejo, Heroísmo criollo. La Marina Argentina en el drama español, Buenos Aires, Fanetti y Gasparini, 1939; La ciudad del humor y de la muerte (Confesiones póstumas de un capitán de milicias), Barcelona, Juventud, 1940; J. Rubio, Asilos y canjes en la Guerra Civil Española, Barcelona, Planeta, 1979; B. Figallo, La Argentina ante la Guerra Civil. El asilo diplomático y el asilo naval, Rosario, Pontificia Universidad Católica, 1996; A. M. Moral Roncal, El asilo diplomático en la Guerra Civil Española, Madrid, Actas, 2001; “El asilo diplomático argentino durante la Guerra Civil Española”, en Studia Historica. Serie Historia Contemporánea, 19-20, (2001-2002), págs. 271-294; S. Álvarez de Miranda, Melquíades Álvarez, mi padre. En el canto de la moneda, Oviedo, Eds. Nobel, 2003.

 

Antonio Manuel Moral Roncal