Alaminos y Vivar, Juan de. Málaga, 28.XI.1813 – 15.IV.1899. Teniente general del Ejército y capitán general de las Islas Filipinas.
Fueron sus padres Juan de Alaminos y Outom y Paula Vivar Godoy. A los doce años se le concedió el ingreso en el Real Colegio Militar de Cadetes Nobles en el Alcázar de Segovia, en el que terminó sus estudios en 1832 y fue promovido a subteniente de Infantería, pasando a continuación destinado a la Guardia Real Provincial con el empleo de alférez.
En junio de 1834 fue destinado su batallón al Ejército del Norte, incorporándose a la División del general Luis Fernández de Córdoba y recibiendo su bautizo de sangre en el Puente de Arquijas, el 15 de diciembre.
En 1835 tomó parte en las acciones de Artazu y del puerto de la Descarga, estando a punto de caer prisionero en esta última. Posteriormente luchó en el puente de Castrejana y participó en el levantamiento del primer sitio de Bilbao. En ese mismo año cayó herido el 11 de septiembre en Arrigorriaga, lo que no le impediría combatir en el mes de octubre en Cirauqui y Mañeru, castillo de Guevara y Salvatierra.
Tras ganar en mayo de 1836 la Cruz de San Fernando de 1.ª clase en las acciones de Arlabán, Orduña, Salinas y Villarreal de Álava, en septiembre fue ascendido a teniente por antigüedad, continuando en la Guardia Real y participando en la persecución de la expedición del general Gómez.
Luchó en 1837 en Galdácano, Zornoza, Santa Marina, Hernani, Irún, Fuenterrabía, Urnieta, Andoain y Lecumberri, y persiguió a la Expedición Real, a la que se enfrentó en Aranzueque, Retuerta, Algete y Huerta del Rey. Esta actividad incansable le hizo sufrir grandes pérdidas a su batallón, por lo que se vio obligado a pasar la mayor parte del año 1838 en Molina de Aragón cubriendo las bajas. En el mes de noviembre pudo por fin incorporarse al Ejército del Norte.
Tras recibir como premio en abril de 1839 el empleo de capitán por méritos de guerra, marchó seguidamente con el general Espartero a poner sitio a los fuertes de Ramales y Guardamino, y asistió en el mes de agosto al Convenio de Vergara.
Más tarde se trasladó a Aragón y Cataluña a las órdenes del general Diego de León, y tomó parte en el sitio y conquista del fuerte de Castellote y de la plaza de Morella, siendo recompensado por este último hecho con una segunda Cruz de San Fernando de 1.ª clase.
Dada por concluida la guerra, a partir del mes de octubre de 1840 prestó servicio en el Palacio Real, hasta los sucesos del 7 de octubre de 1841, quedando a continuación excedente en Lucena por disolución de la Guardia Real.
Tomó parte en 1843 en el levantamiento contra Espartero, siendo nombrado a la caída del Regente segundo comandante del Regimiento Provincial de Écija. En agosto de 1847 fue ascendido a primer comandante y destinado al recién creado Regimiento de San Marcial, pero un enfrentamiento con el brigadier Camilo Moreno le hizo pedir el retiro, que le sería concedido en 1851, volviendo al servicio dos años después y siendo a continuación ascendido a teniente coronel y nombrado comandante militar de Lucena.
Permaneció en este cargo hasta que en 1856 pasó a la situación de reemplazo en Madrid.
En octubre de 1858 obtuvo el empleo de coronel y el mando del Regimiento de La Albuera, con el que al año siguiente se incorporó al 3.er Cuerpo del Ejército de Operaciones de África, con el que en el mes de diciembre entró en operaciones, recibiendo el día 29 una herida de bala en un pie y no consintiendo ser retirado hasta la terminación del combate.
Al mes siguiente, aun con la herida abierta, se incorporó a su Regimiento y volvió al combate. Tras intervenir en la batalla de Wad Ras fue atacado por el cólera, lo que no le impidió luchar en la batalla de Tetuán y ganar el empleo de brigadier por su brillante intervención en dicha acción.
Entre 1861 y 1864 se mantuvo en situación de cuartel en Madrid, dándosele ese último año el mando de una brigada y volviendo al año siguiente a igual situación, para en 1868 ser desterrado a Ronda por considerársele comprometido en los preparativos revolucionarios.
Intervino en septiembre de 1868 en la batalla de Alcolea y fue ascendido a mariscal de campo sobre el mismo campo de batalla. En octubre del año siguiente obtuvo el empleo de teniente general por haber sofocado la insurrección de la plaza de Valencia.
En 1870 fue uno de los tres padrinos en el duelo a pistola mantenido entre el infante don Enrique de Borbón y el duque de Montpensier, que terminaría con la muerte de aquél.
Se le confió la Capitanía General de Aragón en febrero de 1871, en junio de 1872 la de Castilla la Nueva y en octubre la de Filipinas, de la que se hizo cargo en enero del año siguiente y en la que se mantuvo hasta que en abril se le admitió su dimisión pormotivos de salud, habiendo merecido de los indígenas durante su mandato el apelativo de “Juan el Bueno”.
Una vez en la Península quedó en situación de cuartel, pasando a la de reserva en diciembre de 1886 y encomendándosele en agosto de 1889 la Comandancia General del Cuerpo y Cuartel de Inválidos, en la que cesó en el mismo mes de 1892.
Poseía las grandes cruces de San Hermenegildo (1868), Isabel la Católica (1866) y dos al Mérito Militar con distintivo rojo (1866 y 1869). Entre 1871 y 1873 fue senador por las provincias de Burgos y Córdoba.
Estuvo casado con Carmen Chacón y Fernández de Córdoba, con la que no tuvo descendencia.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. A-554.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
