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Antonio Vela Cobo

Biografía

Vela Cobo, Antonio. Priego de Córdoba (Córdoba), 25.XI.1628 – Córdoba, 2.XI.1675. Pintor.

Como a otros tantos artistas, la vida de Antonio Vela va a desarrollarse casi en su totalidad en población distinta a la de la patria de sus progenitores, a causa de la profesión paterna. Hijo de Cristóbal Vela Cobos, natural de Jaén, y de Catalina Garrido Moreno, natural de Priego de Córdoba, cuando el pequeño Antonio tiene dos años de edad, traslada su padre el domicilio familiar a Córdoba, tras haber cumplimentado aquél varios encargos en la villa materna.

Nuestro artista aprendió su oficio en el taller de su progenitor, siendo su sucesor y heredero a partir de 1651, fecha de su óbito. Tiene entonces solo veintitrés años y su situación económica es bastante crítica. Por ello en 1656 otorga poder a favor de su tío, el presbítero Gaspar de Quesada de los Reyes, cura de la parroquia de San Ildefonso de Jaén, para que cobre los créditos por arrendamientos, obligaciones y corridos de censos a favor de su difunto padre. Comienza entonces su carrera ascendente. En 1664 otorga escritura con la abadesa y monjas de Santa María de las Dueñas para pintar, dorar y estofar el retablo de su convento y hacer varios lienzos de la Asunción, San Benito y San Bernardo. En este mismo año se concierta con las monjas del convento de Regina Coeli, para dorar y estofar el retablo del altar mayor. Trabaja igualmente para los conventos del Císter, San Francisco (capilla de los Godoy), Carmen (Santo Sepulcro), parroquia del Salvador, ermita de Ntra. Sra. de Linares, y, principalmente, el convento de San Agustín, en donde se le atribuye la serie de las pinturas de los rectángulos efigiando a los profetas. En su testamento firma con el título de licenciado, por haber alcanzado el presbiterado. No pocas obras atribuibles a la denominada escuela cordobesa del segundo tercio del siglo XVII pueden ser de su autoría.

Palomino, en su Museo Pictórico alaba su modestia, su virtud y su habilidad en el arte de la pintura, su formación literaria y sus excelentes dotes para el dorado y el estofado. “Yo le traté y le conoci –dice- y era sujeto de muy encomiables prendas”.

 

Obra de ~: dorado y pintura del retablo, Montemayor (Córdoba), 1651; serie de los profetas del convento de San Agustin, Córdoba, s. m. s. XVII.

 

Bibl.: M. Peláez del Rosal, “El pintor barroco Don Antonio Vela Cobo (1628-1675)”, en Revista Fuente del Rey, 106-107 (1992) págs. 4-5.

 

Manuel Peláez del Rosal