Vallejo Elías, Francisco Luis. Treguajantes (La Rioja), 17.IX.1808 – Soto en Cameros (La Rioja), 20.II.1868. Relator en La Habana, alcalde mayor de Manila, auditor de Marina, corregidor de Lerma.
Íntimo amigo del insigne literato José Zorrilla, quien en marzo de 1844 le dedicó su Don Juan Tenorio: “Al señor don Francisco Luis Vallejo, en prenda de buena memoria, su mejor amigo”. El afecto de Zorrilla por Vallejo queda patente en su obra Recuerdos del tiempo viejo al afirmar: “Dos figuras bellísimas, dos imágenes tan queridas como nunca olvidadas resaltan en este cuadro de mis recuerdos: la de mi madre y la de Paco Luis Vallejo, corregidor de Lerma en 1835”. Efectivamente, desde 1835, contando en su favor con las influencias de Claudio Antón de Luzuriaga, primo carnal de su madre, Vallejo había sido nombrado corregidor de Lerma.
El padre de Zorrilla, José Zorrilla Caballero, era un absolutista neto, había sido superintendente general de Policía del Reino en los últimos años de Fernando VII. Al fallecer el rey, fue desterrado a Lerma y esto hizo que Vallejo y Zorrilla se conocieran y se convirtieran en íntimos amigos, a pesar de los diez años de diferencia que les separaba. Zorrilla nos describe a su amigo en Recuerdos del tiempo viejo: “Paco era un mozo de veintisiete años, que vestía con elegancia, que marchaba con soltura, que fumaba ricos habanos que de Madrid le remitían, que bebía Jerez [...] uno de los calaveras de buen tono en aquella edad de calaveras, que volvieron del revés a España [...] un Don Juan de clase media, que podía presentarse y bravear en el salón más aristocrático, un abogado lleno de gracia y de talento, tan agudo de ingenio como seductor de modales [...] originalísimo en sus opiniones, excéntrico en sus ideas, y tan picante como ameno en la conversación. Venía de la corte impregnado en el espíritu de todos los gérmenes políticos, económicos, artísticos y literarios de la revolución. Era un índice vivo de cuantos libros y periódicos se iban publicando en aquella primera, modesta y recelosa libertad de imprenta...”.
Vallejo arriesgó su empleo al proteger al padre de Zorrilla y el poeta, agradecido, reconoció su gratitud y amistad dedicándole su Don Juan Tenorio.
Tras ejercer de corregidor en Lerma fue destinado a ocupar la Relatoría de la Audiencia territorial de La Habana. Allí se casó con Doña Micaela González Larrinaga, perteneciente a una familia acaudalada, y allí nació en 1843 su primera hija, María de las Nieves, que se casaría con Eusebio Rodrigáñez y Mateo-Sagasta, primo carnal de Práxedes Mateo-Sagasta, falleciendo en 1860 al poco de dar a luz a su hijo, el ingeniero agrónomo, catedrático y senador Celedonio Rodrigáñez y Vallejo.
En junio de 1856 le fueron concedidos los honores de Auditor de Marina. Como méritos para conseguirlos, Vallejo alegó que, durante su mando en Lerma, cuando había incursiones carlistas, se unía a la lucha como Nacional de Caballería, y que además había mandado uno de los batallones de la Milicia Nacional de la provincia de Logroño. También señalaba que la Audiencia de La Habana, en la que era relator, actuaba como Tribunal Superior de Marina en Cuba. En este escrito de solicitud aparece en el margen superior un nombre en clave escrito por el funcionario: el de Claudio Luzuriaga, poniéndose nuevamente de manifiesto que éste seguía siendo el valedor de su sobrino.
En los últimos años de su vida activa fue alcalde mayor de Manila, en Filipinas.
Fue nombrado Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
Fuentes y bibl: Archivo Histórico Diocesano (Logroño), libro 7º de bautizados en Treguajantes, fol. 22; libro 10º de finados en Soto en Cameros, fol 186; Archivo del Museo D. Álvaro de Bazán (El Viso del Marqués-Ciudad Real), Solicitud efectuada por D. Francisco Luis Vallejo para que le fuese concedido el título de Auditor Honorario de Marina (documento cedido por D. Juan Durán-Loriga); Informaciones aportadas por: D. Juan Durán-Loriga y Rodrigáñez (tataranieto de D. Francisco Luis Vallejo), Madrid.
F. J. Gómez, Memoria biográfica de los varones ilustres de La Rioja que más se han distinguido en ciencias, artes, bellas artes, política y milicia, Logroño, 1884, pág. 247; J. Gil García, Descripción geográfica-histórica de la Rioja y Glorias Riojanas, Logroño, 1944, págs. 166, 171; J. Zorrilla, Recuerdos del tiempo viejo, t. I, Madrid, Publicaciones Españolas, 1961, págs. 173-184; R. Calvo, C. Redondo, Hijos Ilustres del Camero Viejo, Logroño, Asociación para la Recuperación Cultural y del Entorno de Soto en Cameros , 2005, págs. 50-53.
Roberto Calvo Torre
