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Mariano Obiols y Tramullas

Biografía

Obiols y Tramullas, Mariano. Barcelona, 26.IX.1809 – 11.XII.1888. Compositor, director, violinista y profesor.

Estudió Música desde muy joven, primero con Juan Vilanova y después con Arbós y Saldoni, con quienes dio clases de Armonía. Abandonó los estudios de Comercio para estudiar Composición con Ramón Vilanova, escribiendo en tres años diversas obras de música sacra y profana, entre ellas los Kyries de la Misa pastoril de Vilanova, que tuvo una amplia difusión. A los veintiún años, se trasladó a Italia, y los banqueros Brocca de Milán, que le protegieron, le presentaron al ilustre compositor Saverio Mercadante, que acogió a Obiols como discípulo predilecto. Aprendió la técnica de la escuela napolitana, inspirándose en las obras del compositor italiano, en cuya casa vivió durante siete años, viajando con él por Italia, Francia y Alemania. Fue amigo de Rossini, Donizetti, Meyerbeer, Auber, Boildieu, Caraffa y los más prestigiosos compositores de ópera de la época. Al regresar a Italia, fue nombrado maestrino, esto es, profesor, de la Escuela de Música de Novara. Estrenó su primera ópera, Odio ed amore, con texto de Felice Romani, en 1837 en el Teatro de la Scala de Milán, con gran éxito, interpretada también en Turín, Novara, Brescia y otras ciudades italianas. Entonces, compuso asimismo varias piezas vocales di camera y recorrió Alemania y Francia como director de orquesta.

A su regreso a Barcelona fue nombrado profesor del Conservatorio del Liceo, donde dio clase de Canto, Solfeo, Piano, Armonía y Composición, así como director de la Ó pera del Liceo Filarmónico Dramático, y en 1847, al inaugurarse el nuevo edificio, director general de música del Teatro del Liceo, también ocupó hasta su muerte la plaza de director del Conservatorio de Barcelona. “Puntual y exactísimo dirigía sus clases y las enseñanzas, resumiendo para él el Liceo todas sus afecciones, todo su cariño, el anhelo de su existencia”, en palabras de Rodoreda. En 1846 fue nombrado maestro compositor honorario de la Academia Santa Cecilia de Roma. Actuó como maestro-director de las compañías de ópera italiana del Liceo, en las que en un primer momento no dio entrada a cantantes ni instrumentistas españoles, hecho reprochado por la crítica. Al mismo tiempo, fue pionero en la interpretación de conciertos instrumentales, a cargo de la orquesta del teatro, aunque las audiciones se ofrecían de forma esporádica, sin llegar a constituirse una Sociedad de Conciertos. Obiols introdujo en el Liceo de Barcelona los recitales de música vocal en la línea de la musica di camera italiana, en los que actuaban sus discípulos de canto, interpretando romanzas y lieder compuestos por Obiols en estilo italianizante. Escribió la cantata Il Reggio Imene para la noche de inauguración del Teatro del Liceo.

Compuso música de baile sobre motivos de óperas para los bailes del Liceo. Su Sinfonía, después titulada Dolores, fue interpretada en abril de 1867 en los conciertos del Prado Catalán ofrecidos por la Sociedad de Conciertos Clásicos de Barcelona, bajo la dirección de Casamitjana, y repetida en los conciertos de junio del mismo año, en el Teatro de los Campos Elíseos de Barcelona. En agosto de 1872, la Sociedad de Conciertos de Madrid, dirigida por su discípulo Eusebio Dalmau, interpretó su fantasía Omaggio, dedicada más tarde a la Sociedad del Círculo del Liceo. Los alumnos del Conservatorio Filarmónico de Barcelona representaron, el 18 de junio de 1874, su ópera en tres actos Laura Debelan. Al constituirse en 1880 la Sociedad de Conciertos de Barcelona, fue nombrado maestro honorario, junto a Balart y Casamitjana, entre otros.

Entre sus composiciones líricas destaca su ópera en cuatro actos Editta de Belcourt, que fue estrenada en enero de 1874 con gran éxito en el Teatro del Liceo de Barcelona. De ella dijo la crítica que era “una obra tan selecta y llena de armoniosas concordancias y de elevados conceptos, que puede considerarse como la perla más brillante de la rica corona artística que ciñe las sienes del inspirado maestro, decano de los músicos catalanes”. Obiols supo integrar en la obra elementos del lenguaje operístico italiano, como el racconto o el coro inicial, con otros de la ópera francesa.

La obra recurre a elementos descriptivistas, con toques de guerra de los clarines entre bastidores, por ejemplo, y, en general, introduce las arias vocales mediante pequeños preludios instrumentales. Cuando se estrenó la obra, Obiols tenía sesenta y cuatro años, de ahí que toda la prensa se volcase en favor del ilustre maestro, y que aparecieran crónicas de los compositores y críticos más importantes. En el análisis de la obra publicado en el Diario de Barcelona, Fargas y Soler escribió que “el maestro Obiols, al componer la Editta no quiso abjurar de la escuela en que se educó, sino que al contrario, identificado completamente en ella, ha conservado en su obra los caracteres que siempre han distinguido aquella escuela de las demás, sin ingerir en la composición los cantables de expresión exagerada, sino impregnados de sensualismo, ni la superabundancia de sonoridad que en otros estilos, siquiera italianos, anonada con frecuencia el canto, ni los rebuscados efectos de conjunto. Así pues, nótanse generalmente en la parte cantable de Editta di Belcourt ideas más o menos espontáneas o sentidas, pero expresadas en melodías convenientemente desarrolladas y conducidas, a vueltas de una armonización comúnmente suave, suficiente y correcta, e instrumentadas con fluidez o elegancia, con oportunos conceptos y con sobria sonoridad, no siendo en los concertantes”. En el comentario del compositor y director Juan Casamitjana se destaca también el eclecticismo de la obra que “fluctúa entre el recuerdo de su educación musical y la influencia del arte presente, predominando al fin éste por el armónico interés que, sin menoscabo de la melodía, tanto relieve da a las situaciones dramáticas del libreto”. Pedrell realizó un análisis musical de la ópera en La España Musical, revista que recogió varias críticas de prensa sobre la obra. El triunfo de Obiols fue completo, recibió numerosos homenajes y el maestro quedó consagrado como el compositor más importante de Cataluña. Mes y medio después del estreno se publicaron cuatro fantasías sobre motivos de la ópera realizadas por Vallcorba, Rodoreda, Costa y Candi, prueba de su éxito.

Obiols ejerció puntualmente la crítica musical, y a él se debe un comentario al estreno de Lultimo abenzerragio de Pedrell. Sus métodos de solfeo y piano fueron adoptados como textos en el Liceo durante largo tiempo, tanto que el de solfeo llegó a su vigesimosexta edición a finales del siglo xix. Obiols, junto con Balart, Casamitjana o Manent, fue una de las figuras centrales de la música catalana en la segunda mitad del siglo xix. Perteneció a casi todas las instituciones culturales de su época, incluso a la Academia de Bellas Artes de San Fernando como académico correspondiente.

Entre sus muchos discípulos, casi la totalidad de cantantes, compositores y directores catalanes de finales del siglo xix, destacó Eusebio Dalmau. Su última obra fue el Himno para la inauguración del monumento a Cristóbal Colón en 1888. A su muerte, el cadáver fue acompañado por los profesores de Música de Barcelona, representantes de las instituciones culturales, concejales y una banda de música; al pasar el féretro por el Liceo, la orquesta del Teatro ejecutó una marcha fúnebre, y los alumnos acudieron a homenajear al que había sido director del centro, colocando sobre el carruaje multitud de coronas.

La obra de Obiols se vio fuertemente influida por la escuela napolitana, de la que fue firme partidario, y por el modelo de Mercadante, a quien Obiols estuvo siempre agradecido. Quizá le faltó el dominio técnico de la composición y la orquestación. Melodías fáciles y bien construidas contrastan con desarrollos incompletos, teniendo que recurrir a la yuxtaposición temática sin que las transiciones resulten coherentes. En palabras de Rodoreda, “fundió todas sus composiciones, amoldándolas a aquellos preceptos que consideró siempre los únicos salvadores. Mercadante, que pudo y debió aprovechar la buena semilla que su entusiasta discípulo aportó para que germinara, produciendo grandísimo fruto, o no supo aprovecharla o no quiso consagrarle los cuidados que merecía, y dejó de pulir con sólidos conocimientos técnicos en armonía, contrapunto e instrumentación aquella imaginación y aquel talento dispuesto a doblegarse sumisos a sus indicaciones”. Obiols fue criticado por sus contemporáneos por aferrarse en exceso al lenguaje musical napolitano, que se consideraba ya caduco. No obstante, en la obertura de Editta se aprecia la integración del lenguaje francés de Auber, así como el recurso al descriptivismo pictoricista.

 

Obras de ~: Odio e amore (ópera), libreto de F. Romani; Editta de Belcourt (melodrama), libreto de F. Fors de Casamayor; Laura Debellan (ópera); Il Reggio Imene (cantata), libreto de J. Cortada y Sala; Omaggio (fantasía sinfónica); Dolores (sinfonía); Obertura; Cantatas a Clavé, a Casamitjana, a Barba, a Isabel II, a los marinos del Pacífico, a Colón (corales); Lontan da te (canción), letra de F. Forns Casamayor; La farvalla (canción), letra de F. Forns Casamayor; Il si damore (canción), letra de F. Forns Casamayor; Al ballo (canción), letra de F. Forns Casamayor; Il nido y Amor constante (canción), letra de F. Forns Casamayor; Il ritorno (canción); Losteria del Leopardo (canción); La fattuchiera (canción); La studente (canción); La stella di Lelia (canción); Le belle giardiniere (canción), UME; Albumes musicales de salón (M. Lucca); Terceto bufo (canción); Romanza de Bajo (canción); Duetto (cámara); Duettino (cámara); Settimino (cámara); Círculo del Liceo; Paquita; Mazurka de salón; Editta, transcr. de n.os por V. Costa (espec. La mariposa); Dolores, transcr. de n.os por E. Dalmau; Salve Regina; Ad te levavi; Angelus; Ave Maris Stella; Ave Regina; Himno a Nuestra Señora; Invocación a Ntra. Sra. de Montserrat y Salve del mar estrella, Unión Musical Española (UME); Salves, Motetes, Salmos, Cantos elegíacos, Misa; Misa y Pasión, s. f.

Escritos: Método de solfeo dedicado a los alumnos de ambos sexos de las Cátedras del Liceo de Barcelona; Seis solfeos difíciles, Madrid, UME, s. f.; Solfeos en cuatro libros, Madrid, UME, s. f.; Complemento del método de solfeo: seis solfeos dedicados al distinguido maestro Juan Casamitjana, Madrid, UME, s. f.

 

Bibl.: VV. AA., La España Musical (EM) (Barcelona), n.os 2, 67, 74 y 225, 11 de enero de 1866, 2 de mayo de 1867, 20 de junio de 1867 y 23 de junio de 1870, pág. 2, pág. 2 y pág. 1, respect.; EM, n.os 394-400 y 405, 31 de enero de 1874 a 14 de marzo de 1874 y 18 de abril de 1874, respect.; VV. AA., Crónica de la Música, n.º 101, 26 de agosto de 1880, pág. 5; VV. AA., Ilustración Musical Hispano-Americana (IMHA), n.os 9 y 22, 30 de mayo de 1888 y 15 de diciembre de 1888, pág. 71 y pág. 175, respect.; J. Rodoreda, “El maestro Obiols”, en IMHA, II-39, 24 de agosto de 1889, pág. 122; R. Sobrino, “Mariano Obiols y Tramullas”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. VIII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, pág. 5.

 

Ramón Sobrino Sánchez