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Juan Ramírez de Guzmán

Biografía

Ramírez de Guzmán, Juan. Carne de Cabra. ?, c. 1371 – c. 1451. Noble, comendador mayor de la Orden de Calatrava.

Hijo de Juan Ramírez de Guzmán y de su primera mujer Elvira Alfonso de Biedma; nieto, por línea agnaticia, de Pedro Suárez de Toledo, camarero mayor, mayordomo y privado de Pedro I de Castilla, perteneciente al linaje mozárabe de los Beni Lampader y los Gómez Pérez, y de María Ramírez de Guzmán, hija de Juan Ramírez de Guzmán, señor de Guzmán; hermano de Diego Ramírez de Guzmán y Vasco Ramírez de Guzmán, que fueron sucesivamente arcedianos de Toledo; sobrino del maestre calatravo Gonzalo Núñez de Guzmán (1385-1404) y primo del también maestre calatravo Luis González de Guzmán (1414-1443).

Debió de entrar en la Orden de Calatrava con el apoyo de su tío el maestre. Se documenta como comendador calatravo de Otos entre junio de 1392 y agosto de 1420. En enero de 1423 era comendador de Herrera con ocasión de la visita realizada a esta encomienda. El 5 de octubre de 1423 figura como comendador de Otos, Aceca y las Casas de Toledo al otorgar un poder a Alfonso Núñez, clérigo de la iglesia de Polán, para que en su nombre tomara posesión de su encomienda de las Casas de Toledo y la administrara. En 1428 consta que era comendador de Otos, Guadalerza, Caracuel, Casas de Toledo y Aceca.

Un año después figura ya como comendador mayor de Calatrava. En junio de 1434 asistió al capítulo celebrado en Almagro, concretamente en la capilla de San Benito de los palacios maestrales, ostentando la condición de comendador mayor y comendador de Otos, Osuna, Corral de Caracuel y Guadalerza. A pesar de haber conseguido la encomienda mayor, no se desprendió de otras encomiendas y particularmente de la de Otos, una de las circunscripciones calatravas más rentables en el siglo xv.

En el conflicto político entre Álvaro de Luna y los Infantes de Aragón, Juan Ramírez de Guzmán abrazó la causa del “lunismo”, ya que se había criado en la Casa del condestable. Al lado de este último intervino también en varias campañas contra los musulmanes granadinos. Desde, por lo menos, 1429 encontramos al comendador mayor calatravo colaborando con don Álvaro en las operaciones militares que se desarrollaron frente a los infantes de Aragón, situándose así en el mismo bando que su primo el maestre Luis González de Guzmán, que con anterioridad había defendido la causa de los Infantes. En junio de 1430, el maestre y el comendador mayor se encontraban en Pastrana, reclutando gente para la guerra contra los reyes de Navarra y Aragón. Tanto Juan Ramírez de Guzmán como Luis de Guzmán tuvieron un protagonismo destacado en la campaña granadina emprendida por el valido como forma de propaganda y de afirmación de su autoridad, que culminó con el triunfo castellano en la batalla de Higueruela (1431). Cuatro años más tarde, el comendador mayor calatravo, en compañía de otros nobles, taló la vega de Guadix.

La habilidad con las armas del comendador mayor fue elogiada por Fernando del Pulgar en su obra Claros varones de Castilla: “¿Quál de los capitanes romanos pudo pujar al esfuerço de don Juan Ramíres, comendador mayor de Calatrava, de linaje noble de Guzmán? el qual mostrava tan grand ardideza en las batallas, e tenía tanta destreza en el governar las armas, que el braço desnudo, el espada en la mano, esforçando los suyos, firiendo los enemigos, venció muchas batallas de moros. E con tanto esfuerço acometía, e con tal perseverancia durava en los peligros, que como ageno de todo miedo lo imprimía en los enemigos”.

En 1442 el maestre Luis González de Guzmán se encontraba gravemente enfermo y como lugarteniente suyo actuaba el clavero Fernando de Padilla, que contaba con el respaldo de buena parte de los caballeros calatravos para sucederle en el maestrazgo.

Por su parte, Juan Ramírez de Guzmán pretendía también el maestrazgo y tenía el apoyo de algunos freires de la Orden. Sin embargo, para reforzar sus posibilidades se alió con los Infantes de Aragón, que controlaban entonces el gobierno de Castilla, y especialmente con don Enrique, maestre de Santiago. En contrapartida, sus nuevos aliados le prestaron ayuda para que ocupara parte de las tierras del maestrazgo calatravo. Fernando de Padilla, intentado impedir la invasión de los señoríos de la Orden, le salió al paso.

El enfrentamiento tuvo lugar en la batalla del Campo de Barajas (1442), cerca de Daimiel, “la qual fue por ambas parte ásperamente ferida, en la qual el Comendador mayor fué presso, é dos hermanos suyos é su hijo, é fueron muertos quatro sobrinos suyos, é muchos otros presos, é murieron muchos caballos de ambas partes, é de la parte del Clavero fueron algunos muertos, aunque no hombres de faccion, é otros fueron feridos”.

Unos meses más tarde, el 24 de febrero de 1443, murió el maestre Luis González de Guzmán. Entonces el clavero fue elegido como maestre por la mayoría de los freires. Por su parte, los Infantes de Aragón decidieron apoyar para el maestrazgo a Alfonso de Aragón, un hijo ilegítimo del rey de Navarra, para poder controlar así las dos órdenes militares más importantes.

Juan II de Castilla ordenó a los freires calatravos que el maestrazgo fuera entregado al candidato apoyado por los Infantes de Aragón. Sin embargo, el electo se hizo fuerte en Almagro para defender sus derechos.

Entonces el monarca castellano decidió enviar como negociador a Pedro López de Padilla, padre del maestre electo. Fernando de Padilla sólo estuvo dispuesto a liberar a Juan Ramírez de Guzmán y a sus partidarios a cambio de que se reconociera su elección como legítima. Ante esta postura, el infante don Enrique decidió utilizar la fuerza de las armas, mientras que el electo, para organizar mejor su defensa, se retiró a la fortaleza de Calatrava la Nueva, donde murió tras ser herido accidentalmente por uno de sus hombres. La fortaleza se rindió entonces a don Enrique, que, con la coacción de sus tropas, consiguió que el capítulo de la Orden eligiera como maestre a Alfonso de Aragón. Sin embargo, al año siguiente, tras el cambio de situación política en Castilla, se vio obligado a retirarse a las posiciones aragonesas de la Orden, donde se mantuvo titulándose maestre. Mientras tanto, Juan Ramírez de Guzmán, que seguía siendo el comendador mayor calatravo, había participado activamente en las guerras andaluzas en contra de las tropas de los Infantes de Aragón, cuya causa había abandonado tras su apoyo al nuevo candidato.

El maestrazgo calatravo quedó vacante, hasta que en septiembre de 1445 se produjo una nueva elección. El elegido fue Pedro Girón, que contó con el apoyo de Álvaro de Luna, nuevo dueño de la situación política castellana, y del príncipe de Asturias. En la elección maestral, Pedro Girón recibió el voto del clavero García López de Padilla, de veintidós comendadores y de otros muchos freires clérigos y legos. Sin embargo, el comendador mayor Juan Ramírez de Guzmán, que nunca había abandonado sus aspiraciones de acceder al maestrazgo, tuvo el respaldo de tres comendadores, cuatro caballeros y catorce clérigos, además del control sobre la tierra de Zorita, las villas de Osuna y Martos y otras plazas andaluzas que había conquistado con la fuerza de las armas. Por tanto, se abría la posibilidad de un nuevo cisma en el seno de la Orden.

Sin embargo, el rápido reconocimiento de Pedro Girón como legítimo maestre por parte de Juan II de Castilla, el abad de Morimond y el papa Eugenio IV, facilitó que se llegara a una primera avenencia en 1446. Tras ciertas discordias entre los dos candidatos, el acuerdo definitivo se firmó el 30 de junio de 1448.

El interés mostrado por Juan II de Castilla y don Enrique, el príncipe de Asturias, fue decisivo para que se llegase a una concordia.

Juan Ramírez de Guzmán, que entonces era miembro del Consejo Real, renunció al maestrazgo calatravo, reconoció a Pedro Girón como legítimo maestre y le prestó el correspondiente vasallaje: “prometo al dicho señor maestre guardar su seruiçio e estado con mi persona e casa le seguir contra todas e qualesquier personas de qualquier estado, condiçión, preminençia o dignidad que contra él fuere”. En contrapartida, el comendador mayor recibiría, por concesión regia, 100.000 maravedís anuales con carácter vitalicio, 50.000 maravedís anuales por juro de heredad y trescientos vasallos cabezas de familia por juro de heredad, además de 150.000 maravedís anuales de las rentas pertenecientes al maestrazgo calatravo en las minas de Almadén. El comendador mayor podría conservar también las encomiendas que él, sus hijos y sus sobrinos tuvieran por concesión del maestre Luis de Guzmán o de alguno de sus antecesores, pero debía hacer entrega de las restantes propiedades de la Orden a Pedro Girón, particularmente de la fortaleza de Zorita.

Juan Ramírez de Guzmán aparece documentado por última vez en septiembre de 1448, con ocasión de la cesión de trescientos vasallos por parte de Juan II de Castilla, en cumplimiento del acuerdo para su renuncia al maestrazgo. Con ese fin, el monarca castellano le concedió entonces, por juro de heredad, el señorío jurisdiccional de Valdellanas y Omaña, con todos sus términos.

Juan Ramírez de Guzmán debió de morir hacia 1451. El 1 de marzo de 1452, su hijo Fernán Gómez de Guzmán ya había heredado su encomienda mayor, que disfrutaría hasta su fallecimiento en 1476, acaecido como consecuencia de la rebelión de los vecinos de Fuenteovejuna. Otros dos hijos de Juan Ramírez de Guzmán consiguieron hacerse con encomiendas calatravas. De tal suerte que Diego de Guzmán fue comendador de Zorita desde la década de 1430 y Fernando de Guzmán, según Rades, estuvo al frente de la encomienda de Talavera y Plasencia.

Por su parte, el primogénito de Juan Ramírez de Guzmán, Juan de Guzmán, se enriqueció lo suficiente para adquirir el señorío de Teba, que en 1465 acrecentó, por donación de Enrique IV, con la villa de Ardales. Con esta base fundó una rama cadete del linaje, la de los señores de Teba y Ardales, que en el siglo xvi consiguieron los títulos de conde de Teba (1522) y marqués de Ardales (1557).

 

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Enrique Rodríguez-Picavea Matilla

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