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Jimeno

Biografía

Jimeno. ?, s. m. s. x – Astorga (León), VIII.1028. Obispo de Astorga (992-1028).

Nada se sabe de su familia con certeza sino que tenía dos hermanas en el monasterio astorgano de San Dictino, a las que la reina Elvira hizo importantes donaciones.

En marzo de 992 aparece por primera vez en un documento del Tumbo Negro de la catedral de Astorga, ya como obispo, al recibir la donación de una heredad en Verdenosa; y en abril confirmando un documento de Vermudo II a cuyo lado, como con su hijo Alfonso V, estaba constantemente.

En ese primer año de pontificado fue testigo de la fundación, por el rey Vermudo, del afamado monasterio de Carracedo. Y al lado de Vermudo sufrió las consecuencias del paso de Almanzor por su diócesis y la capitalidad, Astorga, que fue destruida, y desmochadas sus defensas.

Las diferencias que mantenía con Vermudo el obispo de Oviedo, Godesteo, las dirimió el Rey encarcelando a éste en el año 996. Lo tuvo prisionero en el castillo de la Peña de la Reina (Galicia), encargando de regir la sede ovetense a don Jimeno, el obispo de Astorga. Éste gobernó la sede asturiana —doblando su función— hasta el verano del año 999 en que Vermudo liberó de la cárcel a Godesteo. El propio Jimeno fue el encargado de comunicar al de Oviedo la decisión real y ponerlo en libertad.

Muerto Vermudo, en 999, Jimeno se alineó con el niño-rey, ordenando a su vicario Fagildo que reclutara tropas entre los vasallos episcopales para defender la legitimidad real de Alfonso V. Flagildo desobedeció a su obispo y éste lo encarceló, perdonándole cuando le ofreció, a cambio de la libertad, una sustanciosa heredad.

En febrero de 1008, Jimeno sostuvo un sonado pleito con el conde Munio Fernández, tenente de Astorga, sobre la posesión del poblado de San Pelayo de Valduerna, cercano a Palacios. La reina doña Elvira había donado este poblado a Velasquita, hermana del obispo. A la muerte de ésta, don Jimeno reclamó a Munio San Pelayo, del cual se había posesionado, si bien lo había realizado por compra que justificó ampliamente en el juicio. Juicio que presentó más importancia por los contendientes y por los jueces intervinientes, como eran el conde Menendo González, primer personaje de la Corte; el mayordomo real; el hermano del rey Alfonso, Ordoño Bermúdez y varios condes más.

A partir de 1010 Jimeno estaba más cercano al Rey, cuyas relaciones se habían enfriado con la actuación del citado Fagildo. Viajó continuamente al lado del Monarca y llevó a cabo numerosas donaciones a iglesias y monasterios, ante un eventual precario estado de salud, las cuales iban sucediéndose hasta su muerte.

Cuando Alfonso V murió, el 7 de agosto de 1028, en el cerco de Viseu, se desencadenó en el reino una ola de violencia inusitada, la cual, en ese mismo mes, se llevó por delante al obispo Jimeno. Según un privilegio de Fernando I, de 1058, a Jimeno le sobrevino una grave venganza unde fuit migratus ab hoc seculo. Don Jimeno murió asesinado.

 

Bibl.: A. de Yepes, Corónica general de la orden de san Benito, V, Valladolid, 1615; E. Flórez, España sagrada, XVI, Madrid, Gabriel Ramírez, 1762; A. López Ferreiro, Historia de la S. A. M. Iglesia de Compostela, II, Santiago de Compostela, Cabildo Metropolitano, 1898; P. López Rodríguez, Episcopologio Asturicense, II, Astorga, Porfirio López, 1907; M. Rodríguez Díez, Historia de la muy noble, Leal y Benemérita ciudad de Astorga, Astorga, Porfirio López, 1909; J. Pérez de Urbel, Sampiro, su crónica y la monarquía leonesa en el siglo x, Madrid, Diana Artes Gráficas, 1952; A. Sánchez Candeira, “El obispado de Oviedo entre 976 y 1035”, en Estudios dedicados a Menéndez Pidal, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1952; J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal Historia de España, t. VI, Madrid, Espasa Calpe, 1956; A. Palomeque Torres, “Episcopologio del Reino de León”, en Archivos Leoneses, 19 (1956); L. Provençal, Historia de España, IV, ed. de R. Menéndez Pidal, Madrid, 1957; A. Quintana Prieto, “San Cosme y san Damián de Burbia”, en Archivos Leoneses, 22 (1957); “El monasterio de San Andrés del Argurtorio”, en Yermo, 1 (1963); A. de Jesús Dacosta, Liber Fidei Sanctae Bracarensis Ecclesiae, vol. I, Braga (Portugal), Junta distrital, 1965; A. Quintana Prieto, El obispado de Astorga en los siglos ix y x, Astorga, Centro de Estudios e Investigaciones San Isidoro, 1968; “Jimeno”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, CSIC, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 1241.

 

Martín Martínez Martínez

 

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