Iruretagoyena Montagnac, Felipe. Gancorrot (Francia), 16.VIII.1900 – Tánger (Marruecos), 16.I.1925. Aviador militar.
De padre navarro y madre francesa, a los diecinueve años de edad ingresaba en la Academia de Caballería, en Valladolid y, promovido a alférez en 1923, fue destinado al Grupo de Regulares Indígenas de Larache, haciendo sus primeras armas en Mexerach y, en el Jemiz de Beni Arós. En 1924, realizó en Cuatro Vientos el curso de observador de aeroplano, y, como tal, fue destinado a las Fuerzas Aéreas de Marruecos, a Tetuán, a la escuadrilla de biplanos Breguet XIV, que mandaba el capitán Fernando Capaz.
En octubre la situación en el norte de Yebala era poco halagüeña; el enemigo trataba de cortar las comunicaciones entre Tetuán y Tánger. Con objeto de reducir la longitud del frente, se decidió retirar algunas posiciones, entre ellas, las de Dar Xaui y Akarrat, la primera se logró evacuar, no sin duros combates, pero para replegar la guarnición de Akarrat era necesario abrirse camino a viva fuerza, siendo fundamental para ello la observación aérea. Designado para la misión el Breguet n.º 104, despegó de Sania Ramel, llevando de observador al teniente Iruretagoyena que, al acercarse a Akarrat, ordenó al piloto que descendiera y, volando a pocos metros del suelo, pese a recibir densísimo fuego de tierra, en una pasada tras otra, logró descubrir al enemigo emboscado en la gaba, señalando la situación de los harkeños, en un detallado croquis que arrojó en el puesto de mando; luego se puso a la cabeza de la escuadrilla que llegaba en misión de bombardeo y dirigió a los aviones a arrojar sus bombas en el lugar indicado por las largadas por su avión, causando gran quebranto a los moros, logrando que la operación, que se presentaba muy cruenta, se resolviera con apenas una docena de bajas. Fue propuesto para la Cruz laureada de San Fernando.
En enero de 1925 mientras su escuadrilla bombardeaba a los grupos enemigos que atacaban la posición de Altares, desde quebraduras del terreno muy difíciles de batir, el piloto del Fokker n.º 7 volaba cada vez más bajo, entre el denso fuego enemigo, siguiendo las indicaciones de Iruretagoyena que quería precisar los blancos. Uno de los disparos de los muchos que recibió el avión, alcanzó al observador, partiéndole la femoral izquierda, causando una gran hemorragia. El piloto, tratando de salvarle la vida, tomó tierra en la zona internacional de Tánger, pero al llegar al suelo, el teniente Iruretagoyena ya había muerto.
Una semana después de su muerte, y por su actuación en Akarrat el 27 de octubre de 1924, le fue concedida la Medalla Militar. En abril de 1931 le fue denegada la laureada para la que había sido propuesto siete años antes.
Bibl.: J. Gomá, Historia de la Aeronáutica española, t. II, Madrid, Gráficas Huérfanos del Ejército del Aire, 1951; E. Herrera Alonso, Cien aviadores de España, Madrid, Ministerio de Defensa, 2000.
Emilio Herrera Alonso
