Avencio. ?, f. s. VI – p. m. s. VII. Obispo usurpador.
Clérigo de la iglesia de Astigi (actual Écija) que acusó falsamente al obispo de su diócesis, Marciano, de haber cometido actos inmorales. El Concilio III de Sevilla (celebrado entre los años 619 y 624 y presidido por el obispo Isidoro) actuó como tribunal eclesiástico en el proceso abierto contra este obispo. Según los testimonios presentados, los padres asistentes a esta asamblea dictaminaron un veredicto de culpabilidad contra Marciano, quien, degradado, fue depuesto inmediatamente de su sede. Avencio, impulsor de la denuncia y principal autoridad de la iglesia local tras el obispo, ocupó en su lugar la sede episcopal de Écija. Sin embargo, años más tarde se demostró la inocencia de Marciano, siéndole restituida primeramente su dignidad episcopal en el Concilio IV de Toledo (633) y repuesto finalmente (gracias a la decisión tomada en el Concilio VI de Toledo del año 638) en su sede astigitana. Avencio fue, en consecuencia, removido de la misma y condenado a hacer penitencia bajo la atenta vigilancia del legítimo obispo.
Bibl.: G. Martínez Díez, La Colección canónica Hispana, I. Estudio, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1961, págs. 320-321; L. A. García Moreno, Prosopografía del reino visigodo de Toledo, Salamanca, Universidad, 1974, pág. 101; J. Orlandis y D. Ramos-Lissón, Historia de los concilios de la España romana y visigoda, Pamplona, Eunsa, 1986, págs. 322-324; J. Orlandis, “Tras la huella de un concilio isidoriano de Sevilla”, en Anuario de Historia de la Iglesia, 4 (1995), págs. 240-241; Historia del reino visigodo español. Los acontecimientos, las instituciones, la sociedad, los protagonistas, Madrid, Rialp, 2003, págs. 430-434.
Raúl González Salinero
