Arcos y Elío, José Luis de los. Pamplona, 6.X.1913 – 17.XII.1994. Diplomático.
Licenciado en Derecho, participó en la Guerra Civil en el bando insurrecto —llegó a ser capitán de complemento de Ingenieros— y obtuvo numerosas condecoraciones, como la Placa de Caballero Mutilado de Guerra, tres cruces de Guerra, la Cruz Roja del Mérito Militar y las medallas de la Campaña, de los Voluntarios de Navarra y la Militar Colectiva. Ingresó en la carrera diplomática el 10 de noviembre de 1942, y sus primeros destinos profesionales fueron el Consulado en Casablanca, al que se incorporó como secretario de tercera clase en julio de 1943, y el consulado en Fez, donde estuvo desde agosto de 1944 hasta 1949. Pasó en abril de 1950 a la Legación en Damasco y en junio de 1953, al Consulado General en Tánger, en calidad de cónsul adjunto, ejerciendo además funciones de administrador adjunto de la Zona internacional de Tánger.
En mayo de 1958, el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, le confió la dirección de Asuntos Políticos de Próximo y Medio Oriente, y en septiembre de 1960 le encomendó la dirección de Asuntos Políticos de Europa, dependientes ambas de la Dirección General de Política Exterior. En abril de 1962 asumió la dirección general de Asuntos Consulares por dos años. Fue después designado embajador en Argel, destino en el que representó a España desde el 18 de marzo de 1964 hasta julio de 1970.
Regresó entonces a Madrid para asumir la dirección del Instituto Hispano-Árabe de Cultura —del que en 1958 había sido nombrado director— a la vez que la dirección adjunta de la Escuela Diplomática.
El 17 de septiembre de 1971 fue nombrado director general de Asuntos Eclesiásticos, bajo la dependencia del Ministerio de Justicia, en representación del cual sería además nombrado consejero nacional de Educación en enero de 1972. Al frente de aquella Dirección General participó en la renegociación del Concordato de 1953, en momentos de crecientes tensiones entre el régimen de Franco y la jerarquía católica española.
Durante la difícil y, finalmente fracasada renegociación, De los Arcos destacó por su defensa de los intereses del Estado desde posturas radicalmente oficialistas que le enfrentaron en más de una ocasión con el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, presidente desde 1972 de la Conferencia Episcopal española.
El 27 de abril de 1973 pasó a ser director general de Política Exterior, lo que le convirtió en uno de los principales colaboradores de Laureano López Rodó durante los seis meses en que éste fue ministro de Asuntos Exteriores, entre junio de 1973 y enero de 1974. Ello le permitió, sin dejar de intervenir en las relaciones Iglesia-Estado, participar en la primera fase de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa, celebrada en Helsinki en junio de 1973, como miembro de la delegación española.
El 2 de abril de 1976 fue nombrado embajador en Luxemburgo, donde permaneció hasta asumir el 8 de mayo de 1981 el puesto de embajador en Dinamarca.
Abandonó este puesto, el último de su vida diplomática, al jubilarse en 1983.
Fue comendador de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III, por concesión realizada el 18 de julio de 1972.
Bibl.: Ministerio de Asuntos Exteriores: Extracto de las hojas de servicio del personal de carrera diplomática hasta el 28 de febrero de 1982, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1982; P. Martín de Santaolalla, La Iglesia que se enfrentó a Franco. Pablo VI, la Conferencia Episcopal y el Concordato de 1953, Paracuellos del Jarama (Madrid), Dilex, 2005.
Carlos Sanz Díaz
