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Manuel Almagro de la Vega

Biografía

Almagro de la Vega, Manuel. Matanzas (Cuba), 8.IX.1834 – La Habana (Cuba), 23.X.1895. Antropólogo físico y arqueólogo.

Miembro de una familia de clase media, fueron sus padres Manuel Almagro Bellido y María de las Nieves de la Vega Ramírez. Estudió tres cursos de Filosofía en el Colegio de San Cristóbal de La Habana, y en 1849 ingresó en la Universidad de esta misma ciudad, donde obtuvo el grado de Bachiller en Ciencias un año más tarde. Comenzó sus estudios de Medicina en el curso de 1850-1851, pero en el mes de agosto de 1850 optó por continuarlos en Madrid. En San Carlos aprobó varias asignaturas médicas (Terapéutica, Patología Quirúrgica, Anatomía Obstetricia y Patología Médica) con máxima calificación. Para concluir sus estudios médicos marchó a París en 1854; además de ser alumno de la Sorbona, ejerció la profesión de médico interno en varios hospitales parisinos entre 1858 y 1861, como el Hôpital des Enfants, el Hotel Dieu y el Hôpital de la Pitié. En 1862 presentó su tesis doctoral Étude clinique et anatomo-pathologique sur la persistence du canal arterial y regresó a Madrid con el fin de legalizar sus estudios, lo que consiguió por Real Orden de 25 de mayo de ese mismo año.

Tras aprobar las oposiciones al cuerpo de Sanidad Militar en julio del propio año, se le destinó como segundo ayudante médico al 2.º Batallón del Regimiento de Asturias, pero pidió incorporarse al Ejército de la isla de Cuba, con el empleo de primer ayudante supernumerario. Tampoco llegó a ocupar el puesto, pues la Comisión Científica del Pacífico le nombró encargado de los estudios antropológicos y etnológicos, cargo que aceptó. Sin embargo, no se cuenta entre los primeros en incorporarse a la Comisión, por encontrarse en trámites de casamiento en Madrid; esa demora motivó las quejas de Patricio Paz y Membiela, jefe de la Comisión. El nombramiento de Almagro se produjo por los contactos que había realizado con la Société d’Anthropologie de París, fundada en 1859, y cuya cabeza era el médico y antropólogo Paul Broca. Como Almagro debía realizar colectas de esta clase para complementar las colecciones del Museo de Historia Natural de Madrid, lo más adecuado era que siguiese los métodos y procedimientos modernos que estipulaba la antropología positivista francesa, una de las más adelantadas entonces, y por esa razón pidió a Broca instrucciones antropológicas acordes con esos principios. Según esas instrucciones se debía adquirir una colección, lo más completa posible, de cráneos humanos de las diferentes razas indígenas de los países visitados por la expedición. También debían reunirse armas, trajes, “útiles de cultivo, de pesca y caza”, así como los del servicio doméstico de los “pueblos salvajes”; ídolos, artefactos o instrumentos, e incluso retratos y dibujos de tales razas (de cuerpo entero), de sus habitaciones y de cuantos objetos inmuebles pudiesen servir para “ilustrar la historia de las poblaciones aún salvajes o semisalvajes”.

En efecto, en su periplo desde Montevideo a Valparaíso, a través de los Andes y de buena parte de América meridional, en compañía del botánico Juan Isern, Almagro obtendría una importante colección de objetos de interés antropológico y etnográfico que se encuentran hoy en el Museo Nacional de Antropología y el Museo de América. Al decir de Miller, Almagro fue uno de los primeros antropólogos profesionales que hicieron trabajo de campo en América.

En noviembre de 1865 salió de Pernambuco, haciendo escala en Cuba, a su regreso de la expedición.

En la isla se le nombró primer médico del Ejército de Cuba, poco tiempo después abandonaría la isla para dirigirse a España, para ocuparse de las colecciones que habrían de ser expuestas en el Jardín Botánico de Madrid. Aquí redacta y publica la memoria oficial del viaje, con el título de Breve descripción de los viajes hechos en América por la Comisión Científica enviada por el Gobierno de S. M. C. durante los años de 1862 a 1866.

Destinado a Cuba —en el mismo año de 1866— como comisionado de la expedición para que redactase la memoria científica del viaje y con el empleo de supernumerario en recompensa a los servicios prestados en dicha expedición, se pierde prácticamente el rastro de este antropólogo, salvo algunos datos aislados.

Por ejemplo, se sabe que en 1867 participó en una de las recurrentes epidemias de cólera que azotaban a la isla, y que se le dio de alta en el servicio médico en el Hospital Militar de San Ambrosio. Pero al año siguiente pidió licencia absoluta. En 1872 cesó de manera oficial en el cargo de comisionado, cuando el ministro de Fomento disolvió la Comisión Científica del Pacífico, sin haber realizado Almagro la memoria que se le había encargado (o al menos no se conoce de su existencia). En 1895 fallecía en su casa, situada en la calle de Monserrate número 16, en La Habana. Almagro fue miembro de la Sociedad Antropológica de París, la Imperial Zoológica de Francia, de la Médica de Observación y Anatómica de París y de la Academia Imperial de Medicina de Río de Janeiro.

 

Obras de ~: Étude clinique et anatomo-pathologique sur la persistance du canal arterial, París, A. Delaheye, 1862; Breve descripción de los viajes hechos en América por la Comisión Científica enviada por el Gobierno de S. M. C. durante los años 1862 a 1866. Acompañada de dos mapas y de la enumeración de las colecciones que forman la Exposición Pública, Madrid, Imprenta de M. Rivadeneyra, 1866 (reimpr., Barcelona, Laertes, 1984).

 

Bibl.: F. de las Barras y M. Medina, “Momia existente en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Sevilla, procedente de Chiu-Chiu, traída por la Expedición del Pacífico”, en Memorias de la Real Sociedad de Historia Natural, XXVI (1897), pág. 43; L. de Hoyos, “Cráneos normales y deformados de los Andes”, en Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, II (1923), págs. 51-187 y III (1924), págs. 185-230; A. J. Barreiro, Historia de la Comisión Científica del Pacífico, 1862-1866, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1926; C. M. Trelles, Contribución de los médicos cubanos a los progresos de la medicina, La Habana, A. Dorrecker, 1926; F. de las Barras. Los últimos escritores de Indias. Bibliografía de españoles del siglo xix que escribieron sobre países fuera de Europa o viajaron por ellos, Madrid, Real Sociedad Biográfica, 1949; R. R. Miller, Por la ciencia y la gloria nacional, Barcelona, Serbal, 1983; L. Litvak, “Estudio preliminar”, en Almagro, La Comisión Científica del Pacífico.

Viaje por Suramérica y recorrido por el Amazonas, Barcelona, Laertes, 1984; M. A. Puig-Samper, Crónica de una expedición romántica al Nuevo Mundo, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1988; M. A. Puig-Samper, “Almagro Vega, Manuel”, en Diccionario Histórico de la Antropología Española, Madrid, CSIC, Departamento de Antropología de España y América, 1994.

 

Miguel Ángel Puig-Samper