Castilla, Pedro de. Soria, c. 1393 – Valladolid, 27.IV.1461. Obispo de Palencia.
Nació en Soria, hijo ilegítimo de Juan de Castilla, que estaba prisionero en el castillo de esa ciudad como hijo de Pedro I de Castilla. Más allá de las fabulaciones de sus descendientes, apenas sabemos nada de él hasta que está estudiando en Salamanca, donde su prima, la reina Catalina de Castilla, se preocupó porque obtuviese sus primeros beneficios que le permitiesen estudiar y una carrera eclesiástica. Allí obtuvo al menos el bachillerato, aunque promocionó después al doctorado. Desde 1410 fue maestrescuela de Orense y luego, también, de Zamora, arcediano de Alarcón y, en 1429, arcediano de Salamanca. En enero de 1433, por petición de su sobrino, el rey Juan II, fue elevado a la sede Osma.
Desde entonces pasó a formar parte de los colaboradores regios: oidor de la Audiencia, en actos ceremoniales… y en 1436 pasó a formar parte del Consejo Real siendo llamado “tío” por el rey, quien llegó a intentar promocionarle el arzobispado sevillano.
En 1439 se unió a los nobles que se oponían al condestable, y con ello al rey. Eso le abrió las puertas al obispado de Palencia, pero estancó su carrera al alejarle del rey. Al final del reinado el monarca volvió a confiar en él, siendo de nuevo oidor y miembro del Consejo en 1452. Durante el reinado de Enrique IV dejó de tener un papel en la política del reino, y siguió rigiendo la Iglesia palentina hasta su muerte en 1461 en Valladolid, donde vivía con su familia (pareja e hijos ilegítimos).
De él desciende el linaje de los Castilla, que en el XVI buscó engrandecer su linaje por su descendencia del rey Pedro I.
Bibl.: Ó. Villarroel González, “El reflejo léxico de las posturas políticas: vaivenes políticos de un prelado de sangre regia”, en Espacio, Tiempo y Forma. Serie III. Historia Medieval, 20 (2007), págs. 265-287; Ó. Villarroel González, “Pedro de Castilla (1394-1461): un obispo de Osma y sus relaciones con la Monarquía”, en Celtiberia, 95 (2001), págs. 133-162; M. E. González et al., “Los cargos eclesiásticos y religiosos como estrategia de recuperación del poder de los descendientes de Pedro I de Castilla”, en En la España Medieval, XXIV (2001), págs. 239-257.
Óscar Villarroel González
