Delgado Briones, Ana María. Anita Delgado. Princesa Prem Kaur de Kapurthala. Málaga, 5.II.1890 – Madrid, 7.VII.1962. Maharaní de Kapurthala, Punjab (India) de 1908 a 1925.
Segunda de las dos hijas habidas en el matrimonio de Ángel Delgado de los Cobos y Candelaria Briones, la niñez de Anita Delgado transcurrió en Málaga con sus padres, su abuela y su hermana Victoria, dos años mayor que ella. En el último decenio del siglo xix la familia residía en una casa de la calle de la Peña que pertenecía a la abuela; las dos niñas asistían diariamente al colegio de las Esclavas y el matrimonio atendía un café con reservado para sala de juegos y apuestas denominado “La Castaña” en la plaza del Siglo, esquina con la calle Jinetes. En 1903, Ángel Delgado matriculó a Anita en la Academia Provincial de Declamación de Málaga, dirigida por Narciso Díaz de Escovar, conocido escritor y poeta, nombrado delegado regio en dos ocasiones, “para que pierda la timidez, coja soltura al decir cantares, aprenda a cantar coplas y a escenificar bailes”.
El fallecimiento de la abuela en diciembre de 1904, unido a la mala marcha del negocio de resultas de la prohibición de juegos de azar en lugares públicos y a la crisis económica que sufrió el país en los primeros años del siglo xx, hizo que los Delgado decidieran traspasar el negocio, vender sus posesiones, saldar deudas y, en enero de 1905, emigrar a la capital en busca de mejor vida. Ya en Madrid, la familia se instaló cerca de la Puerta del Sol y los padres comenzaron a buscar ocupación. Los meses pasaban sin que Ángel encontrase trabajo y los Delgado vieron que su economía mermaba peligrosamente.
En 1906, Anita y su hermana empezaron a frecuentar unas clases de baile español que les impartía una vecina. Una tarde recibieron la visita de varios empresarios que buscaban caras nuevas y jóvenes para su espectáculo. Eran los dueños de un local, frontón por la tarde y teatro de variétés por la noche, que se inauguró con el nombre de Central Kursaal. Se fijaron en la belleza de las dos hermanas y convencieron a Ángel Delgado para que firmase un contrato por el que sus hijas —con el nombre artístico de “Las Hermanas Camelias”— se comprometían a realizar una función diaria, en calidad de teloneras, a razón de 30 reales por noche.
Madrid se engalanaba ante la próxima boda del rey Alfonso XIII con Victoria Eugenia de Battemberg, fijada para el día 31 de mayo. Entre los invitados al enlace, formando parte del séquito del príncipe de Gales, llegó a la capital Jagatjit Singh de Kapurthala, un riquísimo príncipe indio. El azar hizo que las miradas del príncipe y de Anita se cruzasen: ella observaba el desfile de los dignatarios que se dirigían a presentar sus credenciales al rey de España y la carroza del de Kapurthala estuvo momentáneamente detenida en el cruce de la calle de la Montera con la Puerta del Sol.
Una segunda casualidad surgió cuando el príncipe expresó su deseo de asistir a un partido de pelota vasca y, en la misma puerta del Central Kursaal, coincidió de nuevo con Anita que —como cada tarde— asistía a los ensayos de la función. Jagatjit Singh la reconoció, preguntó quién era y, al ser informado de que la joven trabajaba en el local, ordenó reservar un palco.
Cada noche el príncipe asistía a la función. A través de un intérprete hizo llegar a los padres de Anita proposiciones, regalos e invitaciones que, una tras otra, fueron rechazadas con contundencia. Tras muchos días y a fuerza de insistir, consiguió solamente que la muchacha compartiera durante un rato mesa con él.
El día de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, un anarquista lanzó una bomba oculta en un ramo de flores a la carroza de los recién casados, por lo que la mayoría de las delegaciones diplomáticas abandonaron España. Días después comenzaron a llegar cartas de Francia. Los Delgado acudían al grupo de intelectuales del Kursaal para que les tradujeran las misivas.
Valle-Inclán, los Romero de Torres, Leandro Oroz y Baroja comprendieron que el príncipe estaba enamorado y aconsejaron a Anita que respondiera a sus cartas. Ella obedeció y, con lenguaje pueril, escribió una larga nota que entregó a Valle-Inclán para que la llevase al correo. El escritor opinó que semejante escrito no se podía enviar y entre todos los presentes decidieron redactar una encendida misiva que firmaron con el nombre de Anita y hicieron llegar a Jagatjit Singh. Encandilado por la prosa, el príncipe propuso casamiento a la joven y desplazó a su hombre de confianza hasta Madrid, con el encargo de convencer a los Delgado para la boda y de organizar el traslado de la familia completa a París.
Comenzó aquí la fase de formación de la futura princesa. Anita vivió primero en París, luego en Londres y Bélgica y fue sometida a un riguroso horario y una férrea disciplina: recibía clases de francés, inglés, buenas maneras y protocolo; aprendió a vestirse y peinarse, a montar a acaballo, a jugar al tenis...
Jagatjit Singh y Anita Delgado celebraron a mediados de 1907 un matrimonio civil en París. Meses después, finalizada la educación de la joven y preparada ya para viajar a la India, la futura maharaní se embarcó rumbo a Kapurthala, adonde llegó en la primera quincena de enero del año 1908. La boda tuvo lugar el día 28 de enero del mismo año y en la ceremonia nupcial recibió Anita el nombre de Prem Kaur, apelativo por el que fue conocida a partir de ese momento.
El día 28 de abril del mismo año nació su primer y único hijo, el príncipe Ajit Singh, quinto de los herederos de Jagatjit Singh. A finales del mismo año la pareja inauguró con espléndidas fiestas L’Elysée, palacio que el príncipe mandó edificar para su esposa española, a imitación de su homónimo francés.
En 1911 tuvo lugar en el Durbar de Delhi la ceremonia de coronación del rey Jorge como emperador de las Indias. En ella se concedió a Jagatjit Singh el nombramiento de maharajá de Kapurthala y su consorte, Anita Delgado, pasó a recibir el tratamiento de maharaní de Kapurthala. Durante la Primera Guerra Mundial fueron notorias las colaboraciones de la princesa Prem Kaur en favor de la causa francesa, de las tropas indias destacadas en Marsella y de la Cruz Roja.
Anita Delgado permaneció dieciocho años en el Punjab. Durante este tiempo, como esposa favorita de Jagatjit Singh, “la maharaní española” acompañó al maharajá en todos sus viajes por Asia, Europa y el resto del mundo. Gran amante de los libros de viajes y de los relatos biográficos, a lo largo de todos estos años mantuvo al día sus diarios y redactó varios libros de recuerdos de sus viajes.
En el año 1925, tras una serie de desavenencias entre la pareja, el maharajá propuso a Anita la firma de un generoso acuerdo de separación que le permitió instalarse en París y seguir viviendo con el rango de ex maharaní. Ana Delgado pasó los siguientes años en París, donde llevó una vida sibarita de fiestas y lujosas celebraciones, con constantes desplazamientos a Málaga, Suiza e Italia, lugares donde disfrutó de cortas estancias en compañía de su sobrina Victoria. Su hijo, educado en Inglaterra y Francia, la visitó habitualmente.
En esta época empezó a redactar sus memorias.
La princesa de Kapurthala pasó la Segunda Guerra Mundial en Portugal y, en 1941, regresó a España para instalarse definitivamente en Madrid, sin renunciar a sus “temporadas” en Málaga, Biarritz, Laussana, Cannes, Venecia y Deauville. En 1949 recibió la noticia de la muerte del maharajá Jagatjit Singh de Kapurthala.
A partir de 1955, Anita Delgado enfermó del corazón.
Pasó sus últimos años en compañía de su sobrina, Victoria Ana María Winans Delgado y de su secretario, Ginés Rodríguez de Segura. El día 7 de julio de 1962, Ana Delgado Briones falleció en su piso de la calle Marqués de Urquijo, de Madrid. Sus restos descansan en la Sacramental de San Justo.
Obras de ~: Impressions de mes voyages aux Indes, New York, Sturgis &Walton Company, 1915.
Bibl.: J. Montero Alonso, “Anita Delgado, Princesa de Kapurthala (Su vida, su amor y su muerte)”, en Madrid, diario de la noche (julio-agosto de 1962); J. Sesmero, “Anita Delgado Briones o la cenicienta española del siglo xx”, en Málaga, su historia y sus gentes, Málaga, Bobastro, 1987, págs. 209- 237; E. Vázquez de Gey, “Anita Delgado”, en Marie Claire, 16 (29 de febrero de 1990), págs. 73-75: A. Rodrigo, “La española Anita Delgado. Princesa de Kapurthala”, en Mujeres para la historia: la España silenciada del siglo xx, pról. de M. Roig, Madrid, Compañía Literaria, 1996, págs. 115-125; E. Manzano, “La cenicienta de Kapurthala”, en Magazine (22 de marzo de 1998), págs. 32-38; E. Vázquez de Gey, Anita Delgado. Maharaní de Kapurthala, Barcelona, Planeta, 1998 (Munich, Kabel Verlag, 2000; Nueva Delhi, Hemkunt Press, 2002); “Recuerdos de la India. Tras los pasos de Anita Delgado, la Maharaní española”, en Arte de Vivir, 9 (febrero de 1999), págs. 130-137; R. Sánchez y V. Mora, “Anita y las mil y una noches”, en El País Semanal, 29 de octubre de 2000, págs. 78-86; J. Moro, Pasión india, Barcelona, Seix Barral, 2005; E. Vázquez de Gey, El sueño de la Maharani, Barcelona, Grijalbo Novela Histórica, 2005.
Elisa Vázquez de Gey
