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Enrique Enríquez de Quiñones

Biografía

Enríquez de Quiñones, Enrique. ?, m. s. XV – Medina del Campo (Valladolid), 17.V.1504. Mayordomo mayor de Fernando el Católico, miembro del Consejo Real, almirante de Sicilia, justicia mayor y alcaide de Baza.

Hijo del almirante Fadrique Enríquez (fallecido en 1473, abuelo de Fernando el Católico) y de Teresa de Quiñones, su segunda mujer. Nieto del almirante Alfonso Enríquez (muerto en 1429), era también hermano del almirante Alfonso Enríquez (fallecido en 1485). Tío de Enrique Enríquez de Velasco, comendador de Socovos y adelantado mayor de Galicia. Primo del segundo conde de Alba de Liste, que luego sería su consuegro. Se casó con María de Luna (hija de Pedro de Luna, primer señor de Fuentidueña, y de Elvira de Herrera, y nieta de Álvaro de Luna), miembro de la casa de Isabel la Católica, por lo que cobraba al año, de ayuda de costa, 40.000 maravedís.

Tuvieron cuatro hijas. La mayor, Teresa, se casó en Salamanca, en noviembre de 1486, con Enrique Enríquez de Guzmán, primogénito de Alonso Enríquez de Guzmán, segundo conde de Alba de Liste, que fue capitán general en Perpiñán. Elvira, que murió en 1512, contrajo matrimonio con el primer marqués de Priego, Pedro Fernández de Córdoba, motivo por el cual su suegro, Alonso Fernández de Córdoba, señor de Aguilar, comprometió en 1497 su villa de Priego para el pago de la dote y arras; formó parte de la casa de la Reina, ya que en 1497 recibe 27.000 maravedís de quitación. Francisca se casó con Bernardo Sandoval y Rojas, marqués de Denia y conde de Lerma y María contrajo matrimonio con Juan de Borja, duque de Gandía, hijo del papa Alejandro VI. En 1491, con motivo del luto por la muerte del príncipe Alfonso de Portugal, marido de la infanta Isabel, Enrique recibió de la Reina, para tres de sus hijas, catorce varas de tela.

Los Reyes dieron facultad a Enrique y María para hacer mayorazgo en noviembre de 1493, con permiso para hacerlo a favor de sus hijas, ya que no tenían descendientes varones. En abril de 1504 instituyeron dos mayorazgos, uno para su hija Teresa Enríquez y su nieto Diego Enríquez de Guzmán, el primogénito de Teresa; el otro fue para el segundo de los hijos de Teresa, que lo recibió con la obligación de llevar escudo y armas de Enríquez y Luna.

Contó con una amplia casa, en la que era su mayordomo, en 1498, Pedro de Salazar. Muchos de sus criados se vieron beneficiados por los reyes, entre ellos Pedro Araoz, al que en 1491 se entregan unas casas en la alhóndiga de Baza, y que en 1494 recibe el prebostazgo de San Sebastián; Rodrigo de Salamanca, que en ese mismo año recibió una escribanía pública de número en Baza; Diego Pérez de Santisteban, que ya está con él en 1478, y al que en 1495 los reyes lo hacen obrero de Baza. También están entre sus criados Íñigo de Mendoza y Juan de Villarroel, marido de Aldonza Sánchez de Arganza.

En el testamento de su padre, fechado en 1473, se le da el título de adelantado de Galicia. En 1477 era regidor de Sahagún. En 1484 se cuenta entre los veinticuatro de Sevilla, cargo al que renuncia al año siguiente a favor de Lope de Ágreda. Fue alcaide mayor de Baza; en 1491, los reyes lo nombran justicia mayor de esta ciudad y de las villas de Zújar, Canillas, Benamaurel, Cullar, Orce y Galera; ese mismo año le entregan también treinta caballerías de tierra, dos molinos y dos hornos en Baza y su tierra. En abril de 1494 los reyes le hicieron merced de las tercias de Villada, en el obispado de León.

Participó de forma destacada en la Guerra de Granada; fue uno de los nobles que en 1482 salieron de Medina del Campo con el Rey para socorrer a los que estaban sitiados en Alhama. En 1486 estaba en Córdoba con los reyes, contándose entre los grandes que aconsejaron iniciar la campaña de Loja, ciudad que se tomó en mayo de ese año. Al finalizar la guerra recibió varias mercedes por su contribución a la contienda.

En 1490 participó en negociaciones con Portugal sobre las pesquerías de Guinea. En septiembre de 1493 figura entre los testigos del compromiso de los Reyes Católicos de cumplir lo acordado en el Tratado de Barcelona, firmado con el Rey de Francia en enero de ese año y confirmado en el mes de septiembre. En 1493 y 1494 participó en las negociaciones que culminaron en los famosos tratados de Tordesillas firmados con Portugal en junio de 1494. En 1495 fue uno de los cuatro grandes castellanos que juraron como garantes de que los Reyes Católicos cumplirían lo pactado con Navarra en el Tratado de Madrid. De nuevo, en 1500, se le ve participar en Granada en otro proceso negociador con el reino navarro, en el que interviene con poderes de los Albret.

Por otra parte, cuando en 1491 la infanta Isabel queda viuda, tras la muerte del príncipe Alfonso de Portugal, y entra en un estado de profunda tristeza, los Reyes lo envían a ese reino, formando parte de una legación que tenía como objetivo consolar a la joven tras la pérdida de su marido, e intentar hacerle menos dolorosa la existencia. Posteriormente participó, en el año 1500, en la negociación del matrimonio de la infanta María de Castilla con el rey Manuel de Portugal, misión para la que recibió poderes de los reyes el 19 de mayo de 1500 y de la cual el principal interlocutor en Portugal fue Rui de Sande; el fruto de esos tratos son las capitulaciones matrimoniales que los reyes firman en Granada en noviembre del mismo año; además, figura como testigo en el documento por el que la infanta doña María da sus poderes a Álvaro de Portugal para que se case con don Manuel en su nombre.

Enrique Enríquez de Quiñones fue mayordomo mayor de Fernando el Católico, y aparecía entre el personal de la casa del rey de Aragón inmediatamente después de la muerte de Juan II, en 1479. El 28 de marzo de 1504, atendiendo a su petición, el Rey nombra para este oficio a su nieto Diego Enríquez de Guzmán (hijo de Teresa y de Enrique Enríquez de Guzmán), con 40.000 maravedís de quitación y 100.000 de ayuda de costa. Esa cantidad era inferior a la que él cobraba, pues como mayordomo figura en las cuentas regias percibiendo en concepto de acostamiento y quitación 262.000 maravedís en 1481; esa cantidad asciende a partir de 1488, año en el que figura cobrando 412.000 maravedís: 162.000 de quitación, 150.000 de ayuda de costa y 100.000 de acostamiento. Esa cantidad se mantendrá en los años sucesivos, salvo entre 1491 y 1493, en que recibe 452.000 maravedís, debido a que en esos años, a lo que le pertenece como mayordomo real, se añaden los 40.000 que recibe su mujer, María de Luna. En ocasiones se le entregan cantidades extraordinarias, como los 500.000 maravedís que recibió en 1493 por el viaje que realizó a Portugal, o los tres millones que se le prometen con motivo del matrimonio de sus hijas, Francisca Enríquez, condesa de Lerma y marquesa de Denia, y María, duquesa de Gandía, de los que se le entregan dos millones entre 1491 y 1498.

La naturaleza del cargo de mayordomo, y su proximidad a los Reyes, así como la confianza que éstos le demostraron, explican que realizara diversos servicios a favor de los soberanos. Préstamos cuando es necesario, de cuya devolución queda noticia, como los 215.000 maravedís que se recogen en los libros de Alonso de Morales en 1500; también se mencionan unas escudillas y plateros de plata, que cedió para la reina de Navarra, y por los que recibe, en 1496, 115.029 maravedís; así como saleros de plata dorada, una campanilla, y ciertas cadenas de oro, por lo que recibe determinadas cantidades en 1497, 1500 y 1501. Además, con motivo de las fiestas de la boda del príncipe Juan, fue uno de los que prestaron recursos a los Monarcas, de lo que en 1497 se le devolvieron 833.973 maravedís. Otras veces se trata de servicios particulares en nombre de los reyes, como la entrega de parte de la Reina, en 1496, de 80.000 maravedís a Pedro de Tamariz por razón de su casamiento con Isabel de Baza; o las obras que se le encarga realizar, en 1499, en los altares de Madrid, para las que recibe un millón de maravedís.

Fue también miembro del Consejo Real, almirante de Sicilia, y primer alcaide de la ciudad de Baza. Entre los lugares que estuvieron bajo su señorío se cuentan Villada, Villavicencio, Riaño, Salio, Puerta, Orce, Galera, Cortes, Senescastro, Lucaire, la Sierra de Filabres, y varias villas de Cerdeña (Lacone, Salluri y Baronía de Quart). Fue además trece de la Orden de Santiago, así como comendador de Beas, cargo en el que figura en 1495; fue también comendador mayor de Montalbán, y comendador mayor de León al morir Gutierre de Cárdenas.

Tuvo a su cargo diversas fortalezas, por lo que también obtenía ciertos ingresos. En 1481 recibió por la tenencia de Vivero y como ayuda de costa 250.000 maravedís; por la de las fortalezas de Baza y Madrid, se le entregaron en 1492, respectivamente, 365.000 y 150.000 maravedís; en 1504 cobró por las de Benzalema y Benamaurel 40.000 maravedís, por la de Çajar 33.333 maravedís, por la de Quart 16.666 maravedís, por la de Madrid 221.500 maravedís, y por Baza 355.999 maravedís; para esta última se le habían entregado en 1499 101.300 maravedís por el pago del salario que él adelantó de cuarenta lanzas que estaban en esa localidad.

En Baza mandó construir un palacio de estilo renacentista. Se mostró muy unido a esa villa, donde, junto con su mujer, fundó, para su enterramiento, el monasterio de San Jerónimo. En la misma ciudad fundaron también los monasterios de San Francisco y Santa Isabel, y el hospital de Santiago. En Guadalcanal fundaron el convento de San Francisco; en Villada el de Santo Domingo; y en Veas el de San Francisco. En febrero de 1504 asistió en Medina del Campo al Capítulo que los reyes tuvieron con la Orden de Santiago.  Murió en esta villa el 17 de mayo de 1504 y fue enterrado en el monasterio de San Jerónimo de Baza, lo mismo que su mujer María de Luna, que murió muchos años después, en 1530.

 

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María Isabel del Val Valdivieso

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