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Joaquín Sacanell Desojo

Biografía

Sacanell Desojo, Joaquín. Alcañiz (Teruel), 1851 – Venecia (Italia), 12.XII.1905. Militar.

Era hijo de Joaquín Sacanell Carmona, coronel carlista, y de Rosario Desojo Pagola. Su padre había sido capitán de la Guardia Real de Infantería en el reinado de Fernando VII, y luego se distinguió por su bravura y pericia en el campo carlista, en el cual había llegado a mandar, con el empleo de coronel, el batallón cuarto de la división de Navarra, obteniendo dos cruces de San Fernando.

Joaquín Sacanell Desojo estudió en el Colegio de Infantería de Toledo y al terminar brillantemente los estudios reglamentarios fue promovido a alférez de dicha Arma en 1868. Sirvió entonces en el batallón de Cazadores de Tarifa, con el cual concurrió a la batalla de Alcolea ganando el ascenso a teniente. En 1871 fue agraciado con la Cruz de primera clase de la Real Orden del Mérito Militar, con distintivo blanco, y al proclamarse la República pasó a situación de reemplazo yéndose a vivir a Pamplona, al lado de su distinguida familia (su padre estaba agraciado con la Orden de la Espuela de Oro que le concedió Su Santidad); pero, tanto por sus ideas carlistas como por el bárbaro atropello de que fue víctima su octogenario padre por parte de los milicianos de la capital Navarra, salió de ella para incorporarse al Ejército carlista del Norte, en el mes de mayo de 1873.

Habiéndosele conferido entonces el mando de la primera compañía del batallón tercero de la división carlista de Navarra, con el empleo de capitán, la puso en breve tiempo a la altura de la fuerza más instruida, aprovechando para ello los pocos momentos de descanso de que podían disfrutar los carlistas en aquella época de continuas marchas, contramarchas y combates. Al frente de la referida compañía se distinguió en las acciones de Ollogoyen y Udave, batalla ésta última en la que ganó la Cruz Roja de primera clase del Mérito Militar apoderándose de una pieza de artillería de montaña del enemigo y en la que hubo de lamentar la muerte de su cuñado Justo Sanjurjo que perdió la vida víctima de su arrojo frente a la columna Castañón. Asistió luego al ataque y toma del fuerte de San Francisco de Estella, a los combates de Allo y Dicastillo, a la conquista del fuerte de Viana, a la reñida acción de Santa Bárbara de Mañeru y a la batalla de Montejurra, con cuya medalla fue agraciado. Ascendido a comandante y con el cargo de segundo jefe del batallón séptimo de la división de Navarra asistió a las batallas de Somorrostro y de San Pedro Abanto, por las cuales fue ascendido a teniente coronel y agraciado con la medalla de Vizcaya. Al organizarse el brillante batallón titulado de Guías del Rey, fue Joaquín Sacanell destinado al expresado cuerpo desde que se pensó en su organización, a la cual contribuyó muy activa y eficazmente, batiéndose después con tan bizarro batallón en la acción de Oyarzun, en el sitio de Irún y en la batalla de Urmieta en la que, encontrándose mandando accidentalmente su batallón, dio a la cabeza de tres compañías tan vigorosa carga a la bayoneta, que obligó al enemigo a retirarse en completa dispersión, siendo por aquél hecho de armas —que fue de su propia iniciativa— felicitado al frente de sus tropas por el general Díez de Mogrovejo y recompensado con la Placa Roja de la Real Orden del Mérito Militar. Se distinguió después en la batalla de Lacar, así como en el sangriento ataque de Monte Esquinza, en el que tanta gloria alcanzó el batallón de Guías, y fue condecorado con la medalla de Plata de Carlos (VII). Después ejerció el teniente coronel Joaquín Sacanell, sucesivamente los cargos de jefe de Estado Mayor de la segunda Brigada de la División de Navarra y de primer jefe del batallón octavo de aquella división; se distinguió en la batalla de Zumelzu, o de Treviño, y al concluirse la guerra emigró a Francia junto a su hermano menor Enrique, ostentando ya las insignias de coronel. Su hermano Enrique había sido alférez de Infantería en el reinado de Isabel y en el campo carlista había servido con el empleo de capitán en el tercer batallón de Navarra y después en el de Guías del Rey tomando parte en las acciones de Ollogoyen, Udave, Santa Bárbara de Mañeru, Montejurra, Dicastillo, toma de Lumbier, túnel de Lizárraga, fuertes de Izirgun y las Campanas, siendo ascendido por estos hechos de armas a comandante. Había tomado parte en la batalla de Urmieta, por la que se le concedió la Cruz Roja del Mérito Militar y también en la de Lacar y al concluir la contienda en 1876 ocupaba la jefatura de las oficinas del Estado Mayor con el empleo de teniente coronel. Tres años estuvieron en la emigración. En 1879 se trasladaron a vivir a Zaragoza, y desde 1890, en que Joaquin Sacanell fue agraciado por Carlos con la faja de general de Brigada, prestó el servicio de ayudante de campo, siendo considerado como espejo de militares bravos, ilustrados, pundonorosos y esclavos de su deber, no sólo en el campo carlista sino que también en el de los liberales, pues disfrutaba de muchas simpatías entre sus antiguos compañeros de armas.

El general Joaquín Sacanell falleció cristianamente en Venecia en la noche del 12 al 13 de diciembre de 1905; el día 15 tuvo lugar su entierro, presidido por Carlos, yendo envuelto el féretro en una bandera española con la inscripción siguiente: “A nuestro fiel Sacanell = Carlos-María Berta”.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Hoja de Servicios de don Joaquin Sacanell y Desojo.

Carlos VII: Autógrafos, s. l., s.f., pág. 405; A. Brea, Campaña del Norte de 1873 á 1876, Barcelona, Imprenta de la Hormiga de Oro, 1897, pág. 244; R. Brea, Bocetos Tradicionalistas, Barcelona, Biblioteca de la Bandera Regional, 1912, pág. 195; F. de Paula Oller, Álbum de personajes carlistas, vol. III, s. l., s. f., pág. 125; A. Bullón de Mendoza, La Expedición Real: auge y ocaso de Don Carlos, Madrid, Arca de la Alianza Cultural, 1986; E. Sacanell, El general Sanjurjo, héroe y víctima: el militar que pudo evitar la dictadura franquista, Madrid, La Esfera de los Libros, 2004.

 

Enrique Sacanell