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Carlos de Beranguer y Clavia

Biografía

Beranguer (o Berenguer) y Clavia, Carlos. Ruán (Francia), 10.V.1698. – Valencia, 2.II.1756. Militar, brigadier e ingeniero director.

Llegó a España con ocasión de la Guerra de Sucesión con las tropas de Luis XIV. Ingresó como ingeniero voluntario el 1 de octubre de 1710, empleo en el que sirvió cerca de siete años. Su primer destino fue, en el marco de la Guerra de Sucesión Española, en el Ampurdán, integrado en el ejército del duque de Noailles. Tomó parte en el sitio de Gerona, que comenzaba en diciembre de 1710, rindiéndose la plaza en enero del siguiente año. Con posterioridad, pasó al ejército del duque de Vendome, Luis José de Borbón, interviniendo en el sitio de Cardona y en la batalla de Ponts del Rey; finalmente, el resto del tiempo en el que sirvió como ingeniero voluntario, estuvo trabajando en la construcción de la ciudadela de Barcelona bajo la dirección del ingeniero general, Jorge Próspero de Verboom.

Fue promovido a ingeniero ordinario con el grado de teniente, en julio de 1717, participando de inmediato en la expedición de Cerdeña. La isla se sometió con rapidez entre agosto y noviembre, participando Berenguer en los sitios de Caller, Castillo Aragonés y bloqueo de Alguer.

En diciembre de 1726 era promovido a ingeniero en segundo y, estando con destino en la dirección de ingenieros de Cataluña, en 1727 era nombrado por el capitán general de la citada región para formar parte de una comisión formada por cinco ingenieros que debían elaborar el proyecto del canal de Urgel. El citado canal debía hacer productivas las tierras del llano del mismo nombre mediante el aprovechamiento de las aguas del río Segre.

En agosto de 1733 era promovido a ingeniero en jefe, y en ese año estaba en Cardona donde elaboraba una serie de planos de sus fortificaciones. También en el mismo año se le encargaba el proyecto y posterior ejecución de las nuevas “estancias de hornos de afino” de la Real Fundición de Bronce de Barcelona, situándolas fuera de las murallas de la ciudad y muy próximas a las atarazanas.

Designado como ingeniero jefe de la plaza de Gerona a partir de 1734, llevaba a cabo en esa provincia una intensa labor facultativa, como diversos planos y proyectos de reparación de los diques de los ríos Oñar y Ter dañados por las inundaciones; proyectos para la construcción de cuarteles y pabellones para oficiales; construcción de los fuertes del Calvario y de Capuchinos en la plaza de Gerona, así como una mejora general de las fortificaciones de la ciudad.

Fue destinado a Palma de Mallorca por una Real Orden de 3 de octubre de 1737, incorporándose el 9 de dicho mes para ocupar la vacante de la dirección de Ingenieros que había dejado libre el ingeniero Martín Gil de Gainza. Pocos meses antes de abandonar el principado fue calificado por su jefe, Miguel Marín, como ingeniero de “extensos conocimientos en theorica y práctica, goza de poca salud. Perfecta regularidad en su conducta”.

En 1738 se encontraba trabajando en las fortificaciones de Ibiza, donde levantó un plano del frente del Arrabal y, junto al también ingeniero militar Juan Ballester, proponía al conde de Montemar, ministro de la Guerra, algunas reformas como la demolición de las viviendas adosadas a la muralla que estorbaban la defensa de la plaza y la construcción de un reducto sobre la altura de los Molinos, cercana a las murallas. Con esta medida se lograba retrasar a mayor distancia el inicio de los posibles ataques de los enemigos.

En 1740 era ascendido al grado de coronel y en 1741 fue destinado al ejército de Italia, de donde regresó en octubre de 1745, a pesar de haber servido bien según consta en su expediente, debido a sus achaques que le impedían continuar el servicio en campaña. En un extenso memorial que presentó al rey el 13 de noviembre de 1745 solicitaba el ascenso a director, acompañando su solicitud con una Relación de los servicios del coronel e Ingo en Jefe D. Carlos Beranger con sus circunstancias que se expresan todo lo que se justifica con nombramientos y certificaciones.

En 1750 era destinado a la plaza de Valencia como ingeniero director. A partir de 1747 y con anterioridad a tal designación, en unión del ingeniero Esteban Panon, reforzaba las defensas de la citada capital. En el trascurso de su larga estancia en Valencia como director de ingenieros (únicamente interrumpido por un traslado a Cataluña, de marzo de 1749 a mayo del siguiente año), también trabajó en el proyecto y construcción de un almacén de pólvora en Peñíscola y otras obras menores en esa plaza, como el perfeccionamiento del ángulo flanqueante en los interiores de las puertas de salida de la plaza, o la reparación de las murallas frente al mar. Finalmente, fue muy importante su labor en la plaza de Alicante, donde proyectó y ejecutó obras en el castillo, en el puerto y en las fortificaciones de la ciudad, así como la aduana (1753), proyecto este último en el que primaban más las necesidades comerciales (al igual que en el caso de la aduana de Valencia) que las de gobierno.

Contrajo matrimonio en Barcelona, con la flamenca Anne Maria Renaud, nacida en 1700 en Benelau (Países Bajos), de la que tuvo al menos un hijo, Carlos Beranguer y Renaud, también ingeniero militar. Siendo ya viudo, solicitó desde Valencia, en mayo de 1747, la correspondiente real licencia para casarse, por segunda vez, con María Josefa Dusmet, de Balau, hija de Wolfgan Dusmet, noble barón de Balau (Flandes) y capitán comandante agregado a la plaza de Valencia, que había servido a Su Majestad Católica por espacio de 50 años.

 

Bibl.: H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; H. Capel, De Palas a Minerva, La formación científica y la estructura institucional de los Ingenieros Militares en el siglo XVIII, Madrid, Serbal-Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988; J. M. Muñoz Corbalán, Los Ingenieros Militares de Flandes a España (1691-1718), Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; A. Costa Ramón, La ciutat i badia d’Eivissa. Eivissa: Mediterrànea-Eivissa, Ibiza, Mediterránea, 1996; J. L. Cervera Torrejón, “Los Ingenieros Militares en la Valencia del XVIII. Su actividad proyectista en Arquitectura”, en VV. AA., II Jornadas sobre Fortificaciones Modernas y Contemporáneas, Cartagena, 1999; M. Lloret Piñol, “La defensa de la isla de Mallorca en un informe del ingeniero militar Miguel Gerz, 1774”, en Biblio 3W. Revista bibliográfica de geografía y ciencias sociales, 323 (12 de noviembre de 2001); J. Tous Meliá, Palma a través de la cartografía (1596-1902), 2002; A. de Lizaur y de Utrilla, “Las Reales Atarazanas y la Maestranza de Artillería”, en VV. AA., La Academia de Matemáticas de Barcelona. El legado de los Ingenieros Militares, Barcelona, Ministerio de Defensa, 2004; H. Capel, “Los Ingenieros Militares y el Sistema de Fortificación en el Siglo XVIII”, en A. Cámara Muñoz (coord.), Los Ingenieros Militares de la Monarquía Hispánica en los siglos XVII y XVIII, Madrid, Ministerio de Defensa y Asociación Española de Amigos de los Castillos, 2006.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño

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