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Andrés Amat de Tortosa

Biografía

Amat de Tortosa, Andrés de. Huécija (Almería), 22.V.1733 – ¿Santa Cruz de Tenerife?, f. s. XVIII. Militar, coronel del Ejército, ingeniero en jefe y escritor.

Desde muy joven estuvo al servicio de la Administración, siendo nombrado en 1751 Subdelegado de Marina y Montes de Marchena. Sobre dicha cuestión realizaba una Descripción del Comercio Nacional del Partido Judicial de Marchena. Posteriormente, ingresó en el Ejército como cadete, ascendiendo más tarde a Subteniente del Regimiento del Cuerpo de Artillería. Realizó los estudios reglamentarios en la Real Academia de Matemáticas de Orán, ingresando en el Cuerpo de Ingenieros como Ayudante, después de aprobar los exámenes preceptivos en julio de 1760, siendo destinado al Archivo de Fortificaciones.

En 1763 era promovido a teniente y en marzo de ese año, a Ingeniero Extraordinario. Estando aún destinado en el archivo de Ingeniería y Fortificaciones, formulaba un informe sobre la antigüedad de los establecimientos del Cuerpo de Ingenieros, que en 1768 se convertía en una “Disertación sobre la antigüedad del Cuerpo de Ingenieros, dirigida el 17 de enero de 1768 al Ingeniero General, Conde de Gazola”, y más tarde, un “Plan ventajoso para el comercio de Canarias”. En 1764, a pesar de su citado destino en el Archivo, estuvo agregado como Ingeniero en la construcción del camino real de Guadarrama.

En 1765 ascendía a Capitán e Ingeniero Ordinario, siendo poco después, en diciembre de ese año, destinado a la costa de Granada, en la que realizaba trabajos de fortificación en Almería, Adra y Vera a las órdenes del prestigioso ingeniero Antonio Marín. En 1768 pasaba a dirigir las obras en Melilla, y en 1770, sucesivamente, a las plazas de Orán y Mazalquivir.

En 1775 estaba como Ingeniero Ordinario, trabajando en Cádiz, y en 1776 se le destinaba a las islas Canarias como jefe de la Comandancia de Fortificaciones y Reales Obras de Canarias, con residencia en Santa Cruz de Tenerife. En la isla, levantaría gran número de planos, como: Plano y perfil del Castillo de Paso Alto arruinado por una tormenta. En el temporal acaecido el 18 de diciembre de 1774, el fuerte había soportado un grave deterioro, de manera que recién llegado de la península, Amat de Tortosa hubo de afrontar su arreglo, trazando la plataforma superior de forma semicircular, además de restaurar los muros y zonas deterioradas en el recinto interior. También el muelle había quedado muy afectado por los temporales y Amat lo reconstruía con la ayuda del ingeniero Francisco Jacot, ampliando además el “martillo” del extremo del muelle aludido, en el que colocó una batería. Realizaba, junto a lo anterior, una conducción subterránea de agua hasta las mismas escaleras del citado muelle para el abasto de los buques, la construcción de una casa para oficiales y, por último, la pavimentación para facilitar el tráfico rodado. Estas obras concluyeron en 1787. Con anterioridad, en 1777 presentaba un plano político de la población de las Canarias, con sus cosechas y ganados y los mapas y vistas de las islas que acompañaron al Plan militar firmado en 30 de noviembre de 1776 por el marqués de Tabalosos, Eugenio Fernández de Alvarado.

Siguiendo con sus obras en las islas, en 1778 dibujaba el plano de la batería y cuartel de inmediata construcción en el puerto de Naos, en Lanzarote, de forma semi circular y que recibió el nombre de San José. En ese año se propone su nombramiento de Ingeniero en Segundo, y la Gaceta oficial anuncia el 15 de enero de 1779 su ascenso a Teniente Coronel de Ingenieros. Además de numerosas obras civiles y militares, elaboraba en 1779 un extenso informe denominado Plan militar que demuestra las fortificaciones de Canarias, con vista y mapa de las islas. El plan presentaba un sistema de defensa de todas las islas, proponiendo la concentración de la citada defensa en los puertos de mayor importancia y puntos más sensibles a una posible invasión. Se trataba de un mapa en el que se reflejaba de modo gráfico el estado real de las fortificaciones insulares.

En 1782 presentó ante la Sociedad de Amigos del País de Tenerife, un trabajo titulado Mapa geográfico, político, histórico y cronológico del Reino de las Canarias, trabajo en el que estudiaba la topografía de la provincia, la demografía, la relación cronológica de Capitanes Generales y Regentes de la Real Audiencia, así como numerosos datos económicos y sociales de interés. Como consecuencia de la presentación de este trabajo, se le designaba Socio de la clase de profesor sobresaliente de esa sociedad. En ese mismo año de 1782 (el día 2 de noviembre), imprimía el primer semanario de las islas Canarias, Semanario Misceláneo Enciclopédico Elemental, conforme con las ideas ilustradas del momento, editada en La Laguna bajo el control del impresor de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, siendo director de esa institución el marqués de Branciforte. En la portada del primer número se lee: "Semanario Misceláneo Enciclopédico Elemental. Rudimentos de Artes y Ciencias, adaptado en lo Militar al local de las Islas de Canaria, con su Descripción, Conquista y otras Noticias históricas, y memorables, así de los Generales, Obispos, y demás Magistrados que hay, y ha habido en ellas, como de los Títulos, Casas, y Personas Ilustres en Armas, Letras, y Virtud, recopilado todo de los mejores Autores, y dispuesto en Obra Periódica por el Teniente Coronel D. ANDRES AMAT DE TORTOSA Comandante de Ingenieros en esta Provincia, y Socio de Merito de la R. Sociedad de Amigos del País de Tenerife."

En 1784, promovido por el nuevo Comandante General de la plaza, marqués de Branciforte, levantaba un Proyecto de la Alameda de Branciforte, que construiría en el Paseo de la Marina, siguiendo las trazas del Paseo del Prado, en este caso donado por Carlos III al pueblo de Madrid. El proyecto consistía en la ordenación de una explanada que transcurría desde el muelle hasta la batería de La Rosa, conocida como Alameda de Branciforte o de la Marina. En este caso, las aportaciones particulares fueron decisivas para acometer el proyecto y al efecto se abrió una suscripción que permitió la realización de un paseo que tendría a su entrada un frente sencillo formado por tres arcos, coronado con las Armas Reales de España y ostentando a cada lado estatuas de mármol blanco de tamaño natural, representando la primavera y el verano. Tenía cinco paseos separados por tres líneas de plátanos del Líbano y algunos tamarindos. Fundó, además, la primera Academia de Matemáticas que funcionó en las islas.

Por otro lado, su cargo como Ingeniero Provincial, le otorgaba un papel decisivo en lo relativo a la construcción, de forma que cada vez que se producía un conflicto en este sentido se reclamaba su informe, como autoridad en cuestiones de Bellas Artes. En ese sentido, tendría especial protagonismo, como mediador entre Miguel de Hermosilla, ingeniero llegado a Canarias en 1777 bajo sus órdenes, y Diego Nicolás Eduardo, sacerdote racionero de la Catedral de Santa Ana.

En cuanto a su labor como ingeniero de fortificación, realizó proyectos tan relevantes como el castillo del Santo Cristo de Paso Alto (1776), el de San Cristóbal, el de San Juan, el de San Joaquín en la Cuesta, o el de San José en el puerto de Naos en Lanzarote (1779). Proyectos de restauración, ya que su trabajo consistió en casi todos ellos en la consolidación de estructuras, o bien en la modificación de las mismas.

En abril de 1787, promovido a coronel, marchaba a Guanajuato (en el Reino de Nueva España) con los cargos de intendente y corregidor, tanto de la ciudad como de la provincia, cargos concedidos en premio a sus méritos profesionales. En 1790, a los tres años de su desempeño, informaba sobre la fundación de un nuevo convento de franciscanos en Guanajuato, y en abril de ese mismo año, Se hallaba reconociendo una mina, cuando "se tiró a sí mismo un trabucazo en el pecho". Se reestableció de la herida, más no de la demencia. Autorizado a volver a la metrópoli, al tiempo que reingresaba en el Cuerpo, se le concedió jubilación con sueldo anual de tres mil pesos.

 

Obras de ~: Disertación sobre la antigüedad del Cuerpo de Ingenieros, dirigida en 17 de enero de 1768 al Ingeniero General, Conde de Gazola, Plan Político que manifiesta la actual población de las siete Islas Canarias, 1777; Plan Militar que demuestra el total de las fortificaciones de las siete Islas Canarias, 1779; Mapa geográfico, político, histórico y cronológico del Reino de las Canarias.

 

Fuentes y bibl.: Archivo de Simancas, Expedientes Personales.

J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, Manuel Tello, 1876; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. J. Laforet, Orígenes del Periodismo Canario. Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular, 1987 (col. La Guagua, nº 63); J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII. México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993; M. G. Cano Révora, Cádiz 57 Amate de la Borda, Cristóbal y el Real Cuerpo de Ingenieros Militares (1697-1847). Utilidad y Firmeza, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1994; J. Arencibia de Torres, Diccionario Biográfico de Literatos, Científicos y Artistas Militares Españoles, Colección Heráldica Perseverante de Borgoña, Madrid, Libros Antiguos, 2001; H. Capel, “Los ingenieros militares y su actuación en Canarias”, en Actuación de los Ingenieros Militares en Canarias, siglos XVI al XX, Santa Cruz de Tenerife, Centro de Historia y Cultura de la zona Militar de Canarias- Universidad de La Laguna, 2001, págs. 13-54; A. Combarros Aguado, “Una evocación del Siglo XVIII en Tenerife: La vida y obra de los Ingenieros Militares Amat de Tortosa y Samper”, en Actuación de los Ingenieros Militares en Canarias. Siglos XVI al XX, Santa Cruz de Tenerife, Cátedra Cultural General Gutiérrez, 2001; J. J. Laforet, Madeira y las Azores en los primeros periódicos canarios (1750 – 1850), Las Palmas de Gran Canaria, Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas; A. Sebastián Hernández Gutiérrez, “Andrés Amat de Tortosa. Ingeniero y periodista”, en Parabiblos: Cuadernos de Biblioteconomía y Documentación, nºs 5-6 (1991-1992), págs. 53-60; C. Fraga González, Los Ingenieros Militares y su obra arquitectónica: Andrés Amat de Tortosa; Graciela Bernal, “Para recordar una gestión olvidada. Andrés Amat de Tortosa, primer intendente de Guanajuato (1787-1790)”, en Oficio. Revista de Historia e Interdisciplina, nº 4 (2015), págs. 21-36.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño