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Carlos de San Gil de la Justicia y Aguilar

Biografía

San Gil de la Justicia y Aguilar, Carlos. Borja (Zaragoza), c. 1656 – 1708. Militar, caballero de la Orden de Malta y comendador de Villel (Teruel).

Segundogénito de Esteban San Gil Aguilar y Perpetua de la Justicia, ambos hidalgos y titulares de mayorazgos en Borja y Tortosa. Con dieciséis años de edad ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén, pasando a Malta a cumplir los tres años de servicios obligatorios en sus galeras (1672), que hubo de interrumpir para acudir al socorro de Messina (1675). Allí sirvió en las galeras de Génova hasta la retirada de los franceses de Sicilia y la completa reducción de la isla (1678).

Transferido a la escuadra de galeras de España, con base en Cartagena, fue nombrado capitán de la galera Santa Ana en 1680 y, posteriormente, de la Patrona de España, que sirvió hasta su promoción a teniente de maestre de campo general de la Armada (1687), pasando a Cádiz. Allí obtendría el mando del tercio que fue de Martín de Aranguren y Zavala, posteriormente desmovilizado hacia 1692-1693. Pasó entonces como reformado al presidio de Gibraltar, embarcándose el 31 de julio de 1695 para el socorro de Ceuta con el empleo de “capitán vivo” en el tercio nuevo de la Amada, aunque gozando el sueldo que le correspondía como maestre de campo reformado. En 1699 sucedió en el mando de dicho tercio a Francisco Antonio Díaz Pimienta, marqués de Villarreal de Buniel, regresando a Gibraltar en marzo de 1700. El 7 de agosto de 1702, ante la amenaza de un ataque inglés sobre Cádiz, partió al frente de su tercio para reforzar la guarnición de la plaza.

Los ingleses desembarcaron el 26 de agosto en Rota, cuyo castillo tomaron al día siguiente. El 31 entraron en el Puerto de Santa María y el 1 de septiembre se rindió el fuerte de Santa Catalina con trescientos hombres dentro. Sin embargo, San Gil resistió veinte días de asedio en el fuerte de Matagorda (Trocadero), con su tercio y algunas compañías de los Colorados Viejos, habilitando a Villadarias un tiempo precioso para recibir refuerzos desde Sevilla y Córdoba. El duque de Ormond se vio obligado a levantar el campo, retirándose hacia Rota, donde reembarcó el 26. El tercio de San Gil regresó a Cádiz el 2 de octubre, zarpando poco después hacia Vigo, donde quedó de guarnición en el Castro Viejo. Allí recibió San Gil la noticia de su ascenso a sargento general de batalla, aprobada el 19 de abril por el Consejo de Guerra para recompensar su heroica defensa de Matagorda. Con la misma fecha se le nombraba gobernador militar de Cartagena y corregidor de Murcia, donde se incorporó el 15 de mayo de 1703.

En julio de 1704 impidió, con el concurso de la milicia local, que desembarcase en las costas de su gobierno el almirante Showell, pero no pudo evitar que las quejas y presiones de los partidarios del archiduque lograran apartarle del gobierno, siendo designado, a finales de 1704, comandante general del reino de Navarra. Al declararse Aragón partidario del archiduque, sus fronteras se vieron amenazadas hasta que logró derrotar a los austracistas en Magallón (Zaragoza), el 15 de agosto. Sus éxitos defensivos le proyectaron hacia un nuevo ascenso consiguiendo el cargo de teniente general de los Reales Ejércitos, por título expedido el 1 diciembre del mismo año. El 4 de enero de 1706, entregó el gobierno navarro a su sucesor, el napolitano Domingo Saluzzo, y marchó a la Corte, donde habría de servir a las órdenes del mariscal Berwick.

Aunque el ejército de Berwick hubo de replegarse hacia la Alcarria, abandonando Madrid en poder de los archiducales (26 de junio), lograrían recuperarla el 4 de agosto. Consiguió que el invasor se replegase hasta el reino de Valencia tras reconquistar Cuenca, Elche y Cartagena. En la campaña siguiente, mandó a la Infantería del centro de la primera línea en la batalla de Almansa (25 de abril de 1707), donde el marqués de San Felipe —que le apellida San Egidio— le cita entre los distinguidos. La completa derrota enemiga permitiría la pronta recuperación de los reinos de Valencia y Aragón, hallándose junto al duque de Orleans —sucesor de Berwick— en la solemne entrada que hizo en Zaragoza (26 de mayo de 1707). Asistió después al asedio de Lérida desde que se abrió la trinchera a la plaza (2 de octubre), hasta su conquista por asalto (12 de octubre), entró al día siguiente en la ciudad acompañando al duque de Orleans. El 16 comenzó el asedio del castillo de Gardeny, que no se rendiría hasta el 12 de noviembre, tras lo cual el ejército tomó cuarteles de invierno en Aragón. A principios de 1708 fue promovido al gobierno de su Borja natal, que ejerció poco tiempo, ya que murió aquel mismo año. No había tomado estado, heredándolo su hermano mayor, José, a quien se concedió una pensión anual de 2.000 escudos al no podérsele pagar los sueldos vencidos de su hermano.

 

Fuentes y bibl.: Museo Naval, Vargas Ponce, Cartas del secretario de Marina G. Bernaldo de Quiros sobre servicios de Carlos San Gil en la Escuadra de galeras de España, 1680 y 1687, XXIII, n.º 182 y XXVII-B, n.º 152; Archivo Histórico Nacional, Órdenes militares, San Juan, Expediente de pruebas para la concesión del título de caballero de la orden de San Juan de Jerusalén a Carlos San Gil de la Justicia Águilar y Jerez, natural de Borja, 1672, exp. 24.578; Archivo General Militar de Segovia, Personas Célebres, Nombramiento de gobernador de Borja, 1708, caja 67, exp. 7; Archivo General de Indias, Indiferente, Relación sumaria de los servicios militares de Carlos San Gil en el expediente de Carlos San Gil y Ram, nieto de su hermano José, 1755, exp. 155 n.º 9.

V. Bacallar, marqués de San Felipe, Comentarios de la Guerra de España, Génova, 1726 [ed. y est. prelim. de C. Seco, Madrid, Atlas, 1949 (Biblioteca de Autores Españoles, vol. 99), págs. 60, 129, 130]; S. M. de Sotto, conde de Clonard, Historia orgánica de las Armas de Infantería y de Caballería españolas desde la creación del ejército permanente hasta el día, Madrid, D. González, 1851-1859, 16 vols. (espec. vol. X, págs. 82-136); VV. AA., Heráldica e historiales del Ejército, vol. II, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1969-1986, págs. 37-52; A. Navia Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado, Reflexiones militares, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1984, págs. 141 y 174; J. L. Sánchez, “La batalla de Almansa. Hombres, unidades y orden de combate”, en Researching & Dragona (Madrid), 6 (1995), pág. 36; J. Montes Ramos, El ejército de Carlos II y Felipe V, 1694-1727, Madrid, Agualarga, 1999.

 

Juan Luis Sánchez Martín

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