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Antonio Gutiérrez González

Biografía

Gutiérrez González, Antonio. Soto del Barco (Asturias), 1777 – París (Francia), 3.VIII.1840. Ingeniero, político, profesor.

Después de trasladarse a Madrid, donde cursó en los Reales Estudios de San Isidro asignaturas como Latín, Griego, Matemáticas y Física Experimental, Antonio Gutiérrez siguió estudios en 1799 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin embargo, la verdadera oportunidad de su vida y la que tendría en ella una larga influencia acaeció con la apertura en 1802 de la Escuela de Caminos, adscrita a la inspección de caminos establecida tres años antes bajo el mando del conde de Guzmán, en el palacio del Buen Retiro madrileño. Allí, bajo el patrocinio político y corporativo de Agustín de Betancourt y la dirección académica de José María de Lanz, se formaron hasta 1808 las primeras promociones de ingenieros de caminos españoles, cuya vida profesional quedó regulada en 1803 por la preceptiva ordenanza, de clara inspiración betancouriana.

Gutiérrez formó parte de la primera, pues ingresó en la escuela en noviembre de 1802 y se incorporó a la inspección de caminos el 10 de agosto de 1804 junto a Rafael Bauzá, Joaquín Monasterio, Gabriel Gómez Herrador y Julián Rodríguez de Medina. A tan singular honor le añadió otro no menor, pues fue el primer español graduado —en 1805— en la Escuela Politécnica parisina, la institución que daría personalidad e impulso a la ingeniería nacida con la Revolución Francesa. A finales de aquel año, Gutiérrez retornó a Madrid, y se integró a la Escuela de Caminos, en la que desempeñó la cátedra de Matemáticas, hasta entonces detentada por Lanz.

El estallido de la Guerra de la Independencia en 1808 no alteró su carrera, pues permaneció cerca del propio Lanz, que en el verano de 1809 había retor nado de Francia para asumir las direcciones de la primera división del Ministerio del Interior josefino y del Depósito Hidrográfico, además de ocuparse de la futura demarcación provincial española y la organización del Cuerpo de Ingenieros Civiles que la llevaría a la práctica. Durante esta etapa, Gutiérrez sirvió como ingeniero de primera clase del Cuerpo de Ingenieros Civiles y fue miembro de la sección de Mecánica del Instituto de Ciencias y Letras. Muy activo en la vida cultural y académica del Madrid napoleónico, dejó testimonio en la Gaceta de libros tan importantes como el Ensayo sobre la composición de las máquinas de Betancourt y Lanz, aparecido en París en 1808.

Nombrado catedrático de Física Experimental de San Isidro en 1810, mantuvo esta posición con la ascensión al trono de Fernando VII, en 1815 fue designado secretario de la junta del Museo de Ciencias Naturales y en 1818 obtuvo la cátedra de Matemáticas de la Casa de Pajes del Real Palacio.

Durante el Trienio Liberal su nada sospechoso liberalismo le permitió alcanzar posiciones influyentes, pues además de ser nombrado catedrático de Física en la recién establecida Universidad Central formó parte de la comisión de Caminos y Canales de las Cortes —a él se encomendó la apertura de Escuela de Caminos, lo que se logró en 1821, así como la elaboración del plan de estudios, y tras su muerte se publicaron un par de sus manuales de diligencias—. Fue profesor en ella, además de miembro de la Academia Nacional en la sección de Ciencias Físico-Matemáticas e integrante de la Junta de Libertad de Imprenta. Impurificado por la represión fernandina y expulsado de las instituciones educativas en 1823, sobrevivió dando clases de física experimental en su casa y como profesor de Geometría, Física y Mecánica del Conservatorio de Artes establecido en 1824, a partir de la tradición del Gabinete de Máquinas y el intento josefino de crear una institución similar a la Escuela de Artes y Manufacturas parisina, dedicada a formar ingenieros cualificados para la industria.

Excelente profesor, mejor geómetra que físico, Gutiérrez enseñó en el Conservatorio dirigido por Juan López de Peñalver y radicado en la madrileña calle del Turco unos contenidos científicos exigentes y puestos al día, lo que fue facilitado por sus frecuentes viajes a Francia. En 1827 formó parte del comité organizador de la primera exposición pública de los productos de la industria española. Nombrado individuo de la dirección general de estudios, condecorado con la Orden de Isabel la Católica, e integrado como profesor en 1834 de la reabierta Escuela de Caminos, a la muerte de López de Peñalver en 1835 declinó el ofrecimiento de asumir la dirección del Conservatorio, del que fue profesor hasta el final de sus días. Murió en París de una apoplejía poco después que su amigo y maestro Lanz, a quien según la tradición acompañó en su último suspiro en 1839, en la casa de los Bréguet situada en el 79 del Quai de l’Horloge, donde quizás pasó él también sus últimos meses de vida.

 

Obras de ~: “Ensayo sobre la composición de las máquinas por D. José Lanz, jefe de la primera división del Ministerio del Interior”, en Gac eta de Madrid, Imprenta Real, 1811; Manual de diligencias. Carrera de Madrid a Sevilla y Cádiz, Madrid, Imprenta de Aguado, 1842; Manual de diligencias. Carrera de Madrid a Bayona; Madrid, Imprenta de Aguado, 1842.

 

Bibl.: A. Rumeu de Armas, Ciencia y tecnología en la España ilustrada: la escuela de caminos y canales, Madrid, Turner, 1980; F. Sáenz Ridruejo, Los ingenieros de caminos del siglo xix, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1990; J. L. Guereña, “La formación técnica en la primera mitad del siglo xix. El Conservatorio de Artes”, en La Revolución Francesa y su influencia en la educación en España, Madrid, UNED, 1990; J. R. Bertomeu Sánchez, “Los cultivadores de la ciencia españoles y el gobierno de José I (1808-1813). Un estudio prosopográfico”, en Asclepio (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), vol. XLVI, fasc. 1 (1994); J. Ramón Teijelo, “Aproximación al Real Conservatorio de Artes (1824-1850): precedente institucional de la ingeniería industrial moderna”, en Quaderns d’història de l’enginyeria (Barcelona, Escola Tècnica Superior d’Enginyers Industrials), vol. V (2002-2003); M. Lucena Giraldo, Historia de un cosmopolita. José María de Lanz y la fundación de los ingenieros de caminos en España y América, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 2005.

 

Manuel Lucena Giraldo

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